Gioconda Belli sobre su invitación a la toma de posesión en Chile:

“Boric está desmarcándose de Daniel Ortega”

Es una de las 26 invitadas especiales a la toma de posesión de Gabriel Boric. El chileno no invitó al gobierno de Ortega en un claro desmarque del régimen. La poeta habla en esta entrevista al respecto y sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania. “Espero que Ortega no vaya a poner a Nicaragua en peligro, a volver a ser peón en una confrontación entre dos potencias mundiales”, dice


27 de febrero 2022


La poeta y escritora Gioconda Belli está en Chile y este once de marzo asiste a la toma de posesión del presidente electo Gabriel Boric, la figura que ha trastocado a la izquierda latinoamericana al distanciarse rotundamente de dictaduras como la de Daniel Ortega y de Nicolás Maduro. 

Boric no invitó a Ortega y su esposa, Rosario Murillo, a su toma de posesión, pero sí envió dos de las 26 invitaciones especiales disponibles a Belli y al narrador Sergio Ramírez. Ambos laureados escritores están en el exilio debido a la persecución del régimen Ortega-Murillo y el gesto del joven presidente de invitarlos ha sido interpretado como un espaldarazo a la Nicaragua que sufre el látigo del otrora exguerrillero sandinista. 

La toma de posesión de Boric ocurrirá en un momento de tensión mundial: Rusia lanzó sus misiles sobre Ucrania y la invasión ha sido condenada por la mayoría de países del mundo. En Latinoamérica, solo Cuba, Venezuela y Nicaragua han externado apoyo al delirio expansionista de Vladimir Putin. En ese sentido, la escritora Belli, comenta en esta entrevista los dilemas de la izquierda latinoamericana y, sobre todo, la postura de Ortega ante la agresión a Ucrania. 

¿Cómo recibiste la invitación a la toma de posesión de Gabriel Boric, tomando en cuenta que vos y Sergio Ramírez están en ese selecto grupo de 26 invitaciones de libre disposición que tiene el presidente electo de Chile?

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El mensaje de Boric es bastante claro: está desmarcándose de Daniel Ortega al invitarnos a Sergio y a mí… porque somos dos personas críticas de la manera en que Ortega está manejando el país y de los abusos a los derechos humanos que se siguen dando en Nicaragua.

La llegada de Boric renueva, de cierta forma, la esperanza en la izquierda latinoamericana, tan lastrada por las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¿Es posible una izquierda distinta a estas alturas en Latinoamérica?

Yo sí pienso que es posible una izquierda distinta y no solo es posible, sino que es urgente, porque realmente el desprestigio que le han traído a la izquierda los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua es lamentable. Yo no creo que haya mucha vocación por la izquierda en muchos países porque ha significado exclusión, persecución y régimenes que no toma en cuenta las necesidades populares, más que de una manera muy manipuladora y utilitaria. Además han puesto a los países en unas situaciones muy difíciles: la gente ha pasado hambre, ha tenido que emigrar, entonces no ha traído felicidad ni eso que se supone que la izquierda pregona que puede llevar para mejorar la vida de los pueblos.

Estoy esperanzada de que ahora esta nueva ola de gobernantes de izquierda con Boric, puede volver a ganar Lula en Brasil, Petro en Colombia, entren con una mentalidad diferente. Ya tuvimos una serie de presidentes de izquierda en América Latina que parecían tener la posibilidad de cambiar el progreso y la democracia… y sin embargo volvieron a caer en la dictadura. Entonces yo espero que esta nueva ola de presidentes de izquierda haya aprendido esa lección y no vuelva a entrar en esos  comportamientos populistas que son nocivos para el desarrollo humano, el desarrollo de la economía y de la democracia; de la inclusión de todos dentro de su país, con respeto a sus ideas y con respeto a su independencia política.

Aparte de no solo mandar un mensaje político, la no invitación a la toma de posesión de Boric reafirma el aislamiento internacional del régimen Ortega-Murillo. Sin embargo, eso parece no importarle a la pareja presidencial. ¿Es posible gobernar sin legitimidad internacional?

El aislamiento es de cierta manera una táctica para poder hacer lo que les da la gana. No quieren estar siendo presionados ni quieren dar cuenta al mundo de lo que están haciendo en Nicaragua. Están creando una especie de valla alrededor de Nicaragua para que nadie intervenga ni se meta con sus decisiones. Y sin embargo, es un país abierto, un país que tiene relaciones con muchas naciones del mundo, que tiene relaciones económicas y diplomáticas. Entonces es un absurdo y la única razón por la que lo están haciendo es para volver a un discurso que ya no tiene ninguna validez, que es el discurso antiimperialista contra los Estados Unidos, que quieren recordarlo como lo que sucedió en los 80. No es el caso. 

No estamos en una guerra en la que los Estados Unidos están apoyando a una fuerza con dinero y armas. Es muy diferente ahora. El movimiento que hay por la libertad en Nicaragua es absolutamente nacional y absolutamente nicaragüense. No son los Estados Unidos los que están manejando los hilos del descontento de los nicaragüenses. Daniel Ortega y Rosario Murillo pretenden, en primer lugar, engañar a sus seguidores, haciendo aparecer a todas estas personas presas políticas como marionetas del imperialismo y por otro lado, revivir ese discurso que le funcionó en los 80. Yo creo que además lo tienen asociado con su tiempo en que eran importantes y en que Daniel Ortega era un símbolo de la revolución. Y creo que él se siente cómodo con ese discurso y se lo sabe de memoria. 

Estamos en guerra. Y Daniel Ortega ha decidido apoyar la invasión de Rusia a Ucrania. ¿Qué coletazo podría implicar esto para Nicaragua?

Parte de ese discurso de Ortega que te decía también es esta posición que está tomando con Rusia. Es verdaderamente lamentable porque está queriendo jugar un rol dentro de la política internacional que no le compete ni le pertenece. Porque Nicaragua es un país pequeñito que nada tiene que ver con los problemas de Rusia ni de China y de esa parte del mundo que está tan lejana de nosotros. Y Nicaragua no tiene nada que ofrecer a estos países más que estas demostraciones de amor que ha estado dando Daniel Ortega. Justificaciones porque desafortunadamente cree que tiene una estatura mucho mayor de la que realmente tiene ahora. Ortega y su mujer son personajes desprestigiados en el mundo y que no creo que le ayuden a nadie tenerlos como aliados. Y Rusia, por supuesto, los está aprovechando porque tampoco tiene muchos aliados en el mundo en este momento. Entonces se ven obligados de cierta manera a tomar estas migajas, puchitos, que le están ofreciendo Daniel Ortega y Rosario Murillo.

¿Acaso Ortega trata de colocar nuevamente a Nicaragua en un conflicto de mayor calado, como sucedió en los 80 durante la guerra fría, para adversar a Estados Unidos y la Unión Europea?

Espero que no entremos en otro conflicto, como en los años 80. Lo dudo. Creo que el único que se ve importante, como dije antes, es Daniel Ortega frente a esta situación. Los demás creo que ven claro que es un acto de patanería, de hacerse más importante de lo que es. Y espero que no vaya a decirles a los rusos que usen nuestro territorio para nada… ni que vaya a poner a Nicaragua en peligro, a volver a ser peón en una confrontación entre dos potencias mundiales. Porque Nicaragua no tiene cómo jugar un papel realmente importante. Pero lo pueden utilizar los rusos para crear una situación más tensa con Estados Unidos y eso sería lamentable. Y ahí está retratada la verdadera fidelidad que tiene Daniel Ortega: no es con el pueblo de Nicaragua, ni siquiera una fidelidad ideológica con la izquierda. Lo que tiene es una fidelidad consigo mismo, con sus intereses y con su deseo de ser más grande y tener una estatura de líder que no tiene.