Lo dicho:
“No le importó asesinar a millones de millones de seres humanos y fue la Unión Soviética, producto de una Revolución que encabezó Lenin y la República Popular China que fue también fruto de una revolución que encabezó Mao Tse-Tung, ambas hermanas revoluciones enfrentaron al nazismo y derrotaron al nazismo y damos gracias a Dios por esa victoria extraordinaria y se aspiraba a una paz en el mundo”. Daniel Ortega.
Clasificación:
Verificamos:
Daniel Ortega, durante su último acto público donde el régimen entregó autobuses a transportistas en homenaje a Germán Pomares, destacó frente a Chen Xi, embajador de la República Popular China en Nicaragua, que este país y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) “fueron las dos fuerzas contundentes que determinaron la derrota del fascismo”, enfrentando al nazismo y derrotándolo. Sin embargo, lo que dijo Ortega es falso.
Es cierto que la URSS desempeñó un papel crucial en la derrota de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la invasión alemana en la Operación Barbarroja, iniciada el 22 de junio de 1941, el régimen de Stalin se unió a los aliados occidentales en la lucha contra el fascismo. Desde entonces, la historiografía soviética ha presentado ese momento como su entrada oficial en el conflicto global.
La República Popular China fue fundada en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, China estaba gobernada bajo el liderazgo del Partido Nacionalista (Kuomintang), quienes controlaban algunas ciudades, pero el líder del partido Comunista de China, Mao Tse-Tung proclamó la República Popular China. hasta ese año.
Por tanto, la República Popular China no existía y no participó en la derrota del nazismo en Europa, como erróneamente afirmó Ortega. El 8 de diciembre de 1949, el periódico Mundo Obrero publicó un telegrama de Mao Tse-Tung al Partido Comunista de España, en el que anunciaba la proclamación oficial de la nueva república socialista.
Esto significa que la Segunda Guerra Mundial concluyó en 1945, cuatro años antes de la fundación de la República Popular China. Aunque el régimen fascista italiano colapsó en 1943, la derrota del nazismo y el fin del conflicto global no ocurrieron sino hasta 1945. Afirmar que China comunista participó en esa victoria es históricamente falso. Con este tipo de declaraciones, Ortega no solo distorsiona hechos ampliamente documentados, sino que instrumentaliza la historia para reforzar alianzas ideológicas actuales.