La Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA) califica el femicidio como la manifestación más grave de discriminación y violencia hacia las mujeres.

En Nicaragua, de acuerdo a las organizaciones de mujeres, en la mayoría de casos de femicidios, las mujeres denunciaron a su agresor, pero las autoridades no actuaron. De enero hasta el 10 de noviembre de 2021, se contabilizan 62 femicidios, 108 femicidios frustrados y 75 huérfanos producto de esta violencia imperante. Esto sumado al clima de impunidad que predomina en el país y la persecución a las defensoras y feministas, conforman el entorno perfecto que cada año cobra más vidas de mujeres.


25/11/2021
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres

Definición de
femicidio

Definición de
femicidio

Los femicidios son la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión.

Fuente: Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI)

Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres

Nereyda
Trujillo Blandón

Nereyda
Trujillo Blandón

En 2019, Nereyda Trujillo Blandón, de 36 años fue asesinada por su pareja Pablo Ramón Fitoria. Era madre de cuatro hijos. Dos años después, el vacío que ha dejado es palpable. Dos de sus hijas viven solas, ahora con un bebé de apenas unos meses de nacido. Adolescentes ambas, se acompañan en la casa donde vivían con su mamá, y donde también fue asesinada. El dolor de ese pasado está presente en la casa formada por láminas de zinc, y la ausencia de Nereyda es inconmensurable. Hablar de su mamá y de su asesinato relativamente reciente, es doloroso y las lágrimas son inevitables.

El femicida Pablo Fitoria ya tenía denuncias anteriores de sus exparejas, quienes también sufrieron violencia de su parte. Lo atestiguan familia y vecinos de Nereyda. Incluso Nereyda también llegó a denunciarlo, pero las autoridades hicieron caso omiso. Días antes que la matara, ella ya había decidido separarse de él, y se lo había comunicado.

Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres
Las hermanas Sofía y Siurel ahora habitan la casa que dejó su mamá, Nereyda.
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Brandon, Siurel y Sofía sostienen un cuadro con la foto de su mamá, Nereyda.
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres
Brandon quiere vivir con sus hermanas nuevamente, para acompañarlas. Sofía y Brandon trabajarán juntos en una ferretería. Él trabaja los domingos en su emprendimiento, una barbería a domicilio, que logró desarrollar gracias a unos talleres con la Organización Católicas por el Derecho a Decidir.
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres
Sofía de 17 años, ahora es madre de un bebé de cuatro meses. Su expareja les abandonó.
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Una foto familiar de Nereyda con sus cuatro hijos.
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres

“Nunca Tuve
Una Vida Feliz”

Hace un año, “Isabel” decidió dejar a su pareja tras haber sufrido 20 años de maltrato físico, psicológico y patrimonial por parte de él. Él intentó quemarla viva junto a sus dos hijas de siete y ocho años, pero “Isabel” lo impidió. El hombre la amenazó de muerte poniéndole una navaja en el cuello mientras sus hijas lloraban pidiéndole que se detuviera. El hijo mayor de “Isabel” de 17 años salió a su defensa, mientras ella huía con sus hermanitas. Su expareja se encuentra prófugo de la justicia -aunque es un secreto a voces que merodea libremente el pueblo en busca de ella- mientras “Isabel” tiene que dormir en lugares diferentes para que él no la encuentre, porque sabe que es capaz de consumar el femicidio.

Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres
Isabel y sus niñas -de 7 y 8 años de edad- sobreviven gracias a la ayuda de otras personas, que permiten que duerman en sus casas o le dan algún trabajo a Isabel.
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres
Isabel también tiene un hijo, al que casi no puede ver. Él decidió quedarse en la casa de la familia de su papá, la expareja de ella. Isabel quiere estabilizarse para poder vivir con su hijo y sus dos niñas.
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres
Las hijas de Isabel presenciaron toda la violencia por parte de su papá, incluso el intento de femicidio. A través de mujeres organizadas las tres han recibido terapia psicológica.
Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres

“Nos tienen miedo porque no nos callamos”:
La persecución a organizaciones de mujeres

Históricamente, las organizaciones de mujeres y feministas han sido consideradas como enemigas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, desde antes de tomar el poder. Actualmente muchas organizaciones de mujeres que se dedican a atender y acompañar a víctimas de violencia han sido despojadas de sus personerías jurídicas, las defensoras están bajo acoso y persecución, y quienes más sufren son las víctimas, al no tener dónde acudir, pues el Estado continúa siendo negligente en los casos de violencia hacia las mujeres.

Miles de víctimas de violencia -huérfanas y huérfanos, sobrevivientes de femicidio, familiares- han recibido apoyo y acompañamiento de las organizaciones de mujeres. Por ejemplo las terapias psicológicas, talleres de distintos temas, entre otros, que ayudan a las víctimas a sobrellevar el duelo, el dolor, el miedo o la injusticia. Muchas de estas ayudas ya no están disponibles, por falta de presupuesto consecuencia de la persecución y represión del régimen. Brandon e “Isabel” son ejemplos de esto.

Femicidio: El último escalón de la violencia contra las mujeres

Femicidios en cifras en Nicaragua 

La organización de mujeres Católicas por el Derecho a Decidir lleva un registro mes a mes de los femicidios y femicidios frustrados, así como cantidad de huérfanos/as por femicidios, localización de los delitos, tipos de armas entre otros. La cantidad de femicidios e intentos de femicidios van en aumento, muy cerca de la cantidad final del año 2020.

El Estado de Nicaragua está en la obligación de atender y proteger a las mujeres y víctimas, así como de sancionar y prevenir los delitos que contempla la Ley 779. También está en la obligación de cumplir con las Convenciones internacionales firmadas. Pero ni la ley ni las convenciones se cumplen en Nicaragua. Estas son las dos más importantes:

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