Migración

July Rodríguez, activista: “La construcción de más alambres y muros no frenará la ola migratoria” 

Con la promesa de 32 kilómetros adicionales de cercos migratorios en la frontera sur de Texas, la crisis humanitaria que vive la región se adentra a una nueva y trágica incertidumbre. Ciudad Juárez, uno de los epicentros del drama humano para los migrantes, tuvo que cerrar trenes y plantas ante el colapso de ciertos accesos hacia Estados Unidos. La ciudad vive con la angustia de vivir de nuevo otra tragedia como el incendio del 27 de marzo de 2023, que mató a 40 migrantes.


9 de octubre 2023

crisis migratoria
July Rodríguez fue una de las activistas que se manifestó por el incendio en un centro de detención en Ciudad Juarez, en el cual fallecieron 40 migrantes. Foto: Divergentes.

En medio de una crisis migratoria sin precedentes en la región, Estados Unidos y México vuelven a tener fricciones por la construcción de más muros en la frontera de Texas, ante el anuncio de 32 nuevos kilómetros de cerco, tras la derogación de 26 leyes federales en el sur de dicho estado.

De acuerdo con declaraciones del presidente Joe Biden, los recursos se destinaron durante la gestión del republicano Donald Trump, y no pudo convencer al Congreso de reasignar los fondos para otros fines. 

Para July Rodríguez, directora de la organización Apoyo a Migrantes Venezolanos, con sede en México, la construcción de más alambres y muros es una medida “absurda” que no frenará la creciente ola migratoria. 

Con más de seis años dedicados al activismo a través del apoyo jurídico, primero a migrantes venezolanos, y luego a otros de distintas nacionalidades, Rodríguez estima que las condiciones para una tragedia similar a la que sucedió el 27 de marzo de 2023 siguen presentes. 

Recibe nuestro boletín semanal

Ese día, un incendio en un centro administrado por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, dejó un saldo fatal de 40 personas fallecidas, la mayoría de nacionalidad venezolana y dejó al descubierto las fallas del sistema migratorio de México. 

A pesar de las promesas de una reforma a la política migratoria, Rodríguez reiteró en una entrevista con DIVERGENTES que las extorsiones y las detenciones a migrantes perpetradas bajo engaño por elementos de las fuerzas de seguridad mexicanas, persisten.

Ciudad Juárez se ha convertido en uno de los epicentros de la crisis migratoria en México, con el cierre de plantas y rutas de transporte ferroviarios. En su reciente visita, ¿Cómo valora la situación en ese enclave?

Dos escenarios vimos esta semana. Un buen porcentaje de personas de distintas nacionalidades, sobre todo venezolanas, nos dijeron sentirse cansadas de correr, de la persecución de las distintas autoridades de México y de las extorsiones. Hay un sentimiento generalizado de cruzar a toda costa y entregarse, aunque eso en el fondo signifique una deportación inmediata.  

En nuestra visita constatamos la llegada de camiones con alambrado, para reforzar las puertas fronterizas. La situación es crítica, y las causas de la migración no han sido tratadas.

Este jueves, una de las obras más polémicas del expresidente Donald Trump, volvió a tomar relevancia con el presidente Joe Biden, al dejar sin efecto 26 leyes federales, que permitirá al Gobierno construir 32 kilómetros de valla en el sur de Texas para contener el flujo migratorio. ¿Cuál es su postura como representante de una organización de ayuda a personas migrantes? 

La construcción de más muros y más alambres en un momento como este nos parece absurdo. Ciudades como El Paso y Ciudad Juárez han sido, históricamente, un cruce de migrantes. 

Nos cuesta entender cómo un país que está construido por migrantes, puede ser tan radical hacia las personas que van buscando tener una mejor calidad de vida. Este tipo de medidas nos confirma que hay muy poco interés en solucionar los problemas de fondo en los países de origen de las personas migrantes. 

crisis migratoria
Activistas y migrantes en albergues de la capital asistieron a la protesta. Un migrante proveniente de Afganistán (derecha) sostiene un cartel en árabe. Foto: Franklin Villavicencio | Divergentes
México es la punta de lanza, pero miles de migrantes, la mayoría de Venezuela, permanecen varados en otros países de Centroamérica. ¿Cuál es el grado de responsabilidad que tienen esos otros países, como Nicaragua, donde viven un infierno al pasar, en esta crisis migratoria regional? 

Es terrible la situación que está sucediendo en la región como tal. Ninguno de los países está tomando acciones que correspondan a una migración ordenada, segura y regular. Los gobiernos de la región no están pensando en cómo solucionar de forma integral la situación. No hay propuestas, porque tampoco hay un liderazgo. Prueba de ello son las crisis democráticas como la de Venezuela y Nicaragua, que tampoco han podido solucionarse.

La región no está haciendo nada. Los gobiernos se quedan en cómo minimizar, cómo contener. Esta crisis no se soluciona con más estaciones migratorias en algunos países de paso, como proponen algunos gobiernos. La evidencia nos demuestra que estos centros son, en el fondo, cárceles para los migrantes que siempre terminan en tragedias.

Luego de tragedias como la que sucedió en marzo de este año, cuando murieron 40 migrantes en un incendio en un centro del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió reformar al INM y también las políticas para los migrantes en México. ¿Qué ha pasado desde entonces? 

Hay un antes y un después. Efectivamente, después de la tragedia de Juárez, fueron cerradas muchas estancias provisionales para migrantes, porque siguieron las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Sin embargo, otras estaciones migratorias ubicadas en Las Agujas, Villahermosa y Acayucan Este, siguen operando. 

Pero no solo eso, las autoridades migratorias de México siguen llevando a los migrantes a estas estaciones bajo engaño. Les dicen: ‘vente, que te vamos a ayudar, vamos a solucionar tu situación’, y resulta que cuando llegan, los suben en las camionetas para conducirlos a estaciones migratorias, les quitan sus celulares y en muchos casos, los dejan libres con una orden de salida por tierra hacia Guatemala. Las personas se sorprenden, porque los dejan totalmente incomunicados, y básicamente detenidos. 

¿Sigue el escenario para que otra catástrofe se pueda originar?

Sí, totalmente. Sigue siendo la incomunicación, sigue la división, el desunir a las familias en estos centros de detención. La prioridad sigue siendo el trato inhumano por parte de las autoridades hacia las personas migrantes.

En 2024 se proyectan muchos cambios. México y Estados Unidos, dos países importantes en materia migratoria, elegirán a una nueva jefatura de Estado. ¿Siente que habrá una continuidad de lo que hemos visto, mano dura, o políticas más humanitarias? 

El escenario es de incertidumbre total. Nos hemos dado cuenta, que, con estos panoramas políticos en ambos países no hay interés político en solucionar el tema migratorio. Ya lo estamos viendo en México. Si hubiese un interés político de solucionar las cosas, la tragedia de Juárez no hubiese ocurrido. 

El Gobierno de México no está tomando una acción inmediata, no está buscando espacios para que lleguen las personas migrantes a solicitar información o cualquier cita. Siguen deteniéndolos y llevándolos a estaciones migratorias para darles órdenes de salida del país.