El nuevo gimnasio es una “bestialidad”. O eso es lo que dice Gustavo vía telefónica desde Managua. Las máquinas, el ambiente y la estructura no tienen nada que envidiarle a los centros más caros y lujosos de la capital. Incluso el precio, treinta dólares al mes, es competitivo. “Lo único malo es que casi no hay parqueo y se llena de carros, pero el resto es brutal”, dice el joven de veintitantos años a DIVERGENTES.
Gimnasio Body Factory La Virgen fue inaugurado el 26 de mayo en Managua. Está ubicado específicamente en la misma casa de tres pisos en el barrio Carlos Marx de Managua, donde el 16 de junio de 2018, fue asesinada una familia completa en un incendio provocado por paramilitares del régimen sandinista. Durante siete años, la vivienda en la que funcionaba un negocio de colchones, pasó abandonada. A pesar que estuvo a la venta, parecía poco probable que alguien, con el antecedente que tenía el inmueble, la comprara.
Sin embargo, a inicios de 2025, los rumores que iba a construirse un gimnasio moderno en ese sitio, se hicieron realidad. De la noche a la mañana, dice Gustavo, observó cómo albañiles llegaron a la zona a limpiar escombros que todavía persistían del incendio provocado hace siete años. “Pensé que eran los de la Alcaldía que iban a recoger eso y ya, pero después fue seria la cosa, comenzaron a reacondicionar”, relató.
Lo de reacondicionar, dice Gustavo, es porque en ningún momento observó que demolieran la vieja estructura, sino que reconstruyeron a partir de la misma. A pesar que expertos en edificaciones señalan que el concreto frente a temperaturas extremas, como las ocasionadas en un incendio, plantea desafíos importantes en materia de seguridad estructural, en el gimnasio Body Factory La Virgen, se desconoce si se realizaron estudios para garantizar la protección de los clientes a futuro.
“Lo ideal era botar la estructura y construir de nuevo, pero eso cuesta mucho dinero. Ojalá se haya ordenado ese estudio y así de esta manera entender si se podía seguir usando esa estructura o no, y naturalmente no poner la vida de las personas en riesgo”, explicó un ingeniero civil con amplia experiencia en construcción de edificios consultado por DIVERGENTES.
Silencio sobre la reconstrucción
Este medio de comunicación se contactó con Josué Mendoza, dueño de este gimnasio y del Body Factory Gym, Coliseo Gym y Autos Mendoza, para consultarle sobre las medidas de seguridad estructurales que tomó para entender cómo funcionó la reconstrucción en la casa de tres pisos, sin embargo, hasta la publicación de este artículo no respondió nuestras consultas.
“Solo un estudio adecuado puede arrojarte si el concreto se encuentra en estado óptimo para seguir utilizando. En sí, el concreto, tiene una alta durabilidad, pero su conductividad térmica puede verse afectada dependiendo de su respuesta al calor. Si esta quedó muy dañada, la estructura puede ser endeble en situaciones de sismos o terremotos. Recordemos que aquí son tres pisos, no solo se trata de paredes sembradas en una primera etapa”, explicó el experto consultado por DIVERGENTES, que solicitó el anonimato por seguridad.
Las preguntas, en síntesis, que se le enviaron a Mendoza eran referidas sobre ¿si se realizó algún estudio técnico estructural previo a la reapertura del gimnasio en el inmueble afectado por el incendio de 2018?, ¿por qué se decidió mantener la estructura original, en lugar de demolerla y construir una nueva y qué medidas específicas se tomaron para garantizar la seguridad de los usuarios, considerando que la casa estuvo expuesta a temperaturas extremas?
Un gimnasio que compite
La fachada de la casa de tres pisos cambió rotundamente. Todo el frente fue “forrado” con ACM, un material idóneo para aplicaciones en interiores y exteriores con estabilidad dimensional, bajo peso y que brinda una apariencia elegante y brillante. Eliminaron el balcón desde el cual, se lanzaron los sobrevivientes del incendio. Sin embargo, los pilares y las bases permanecen, de acuerdo al testimonio de personas que conocieron el lugar antes del incendio
En el primer y el segundo piso, hay máquinas para hacer ejercicios de primer nivel. En la segunda planta, una área de caminadoras y bicicletas estacionarias. No obstante, en el tercer piso y la azotea todavía no hay ningún equipo de entrenamiento. En algunos videos publicados por la administración del negocio, se puede notar los pilares que han sostenido la estructura del sitio desde que fue edificado.
“El gimnasio está bueno, a mí me gusta, el precio está algo favorable y como ese en la zona no hay”, continúa Gustavo, quien a pesar de estar encantado con las instalaciones del sitio, cuestiona el hecho de que no hubo una construcción nueva y completa en el inmueble. “Pues da miedito que se caiga esto, pero ellos saben lo que hacen. Aquí viene un montón de gente y se llena, supongo que estamos seguros”, expresó.
Análisis y seguridad
Otro experto en edificaciones consultado por DIVERGENTES, basándose en la teoría y su experiencia de más de 15 años, explicó que el concreto y el hierro, hasta los 300 grados centígrados, todavía mantienen sus propiedades aunque pueden observarse fisuras provocadas por la misma expansión térmica. No obstante, entre los 400 y 600 grados, las grietas aumentan y naturalmente se debilita la estructura.
“Si la temperatura a la que el concreto fue expuesta supera los 800 grados centígrados, la hidratación del cemento se restablece, retrocede, porque la resistencia y la capacidad de carga disminuye. Si dejas una base con estas características, es una bomba de tiempo frente a sismos, terremotos, inundaciones, es altamente peligroso”, explicó la fuente consultada por DIVERGENTES.
Otros elementos como el acero (pieza esencial en las edificaciones estructurales junto al concreto), cuando son expuestos a incendios y altas temperaturas, pierden su resistencia mecánica deformándose severamente y comprometiendo cualquier edificio.
Dudas sobre la estructura
“En el caso de la casa de tres pisos, no sabemos cómo quedaron las estructuras. El concreto y el acero, indudablemente, tuvieron un impacto por las altas temperaturas porque generalmente en incendios como este, las temperaturas están entre los 500 y hasta los 1000 grados centígrados. Aquí el impacto es real y si no se toman las medidas adecuadas, de prevención y corrección, se puede comprometer la seguridad no solo del edificio, sino de las personas”, detalló.
De acuerdo a los dos expertos consultados para este artículo, si el nuevo dueño del edificio realizó una evaluación basada en inspecciones visuales, anotaciones en el cambio de color del concreto, daño térmico e impacto real en la resistencia de los elementos de la estructura, y el resultado es positivo, entonces no hay ningún problema en usar las bases y reforzar.
Sin embargo, si se pasan por alto estos detalles, y no existe un diagnóstico, lo ideal es someter el edificio a estas revisiones técnicas, para estar tranquilos, o simplemente demoler y construir otra vez.