Félix Maradiaga
23 de noviembre 2023

La visión miope del FMI que ignora la realidad de Nicaragua

El trabajo informal campea en Nicaragua. Foto de archivo de EFE.

Del 6 al 17 de noviembre, un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) realizó una visita oficial a Managua, con el objetivo de ejecutar la Consulta del Artículo IV correspondiente al año 2023. Durante esta misión, el equipo llevó a cabo una serie de entrevistas con funcionarios del Ministerio de Hacienda y Crédito Público y del Banco Central de Nicaragua. También sostuvieron reuniones con representantes de la banca nicaragüense, así como con otros actores relevantes del sector financiero del país. Al concluir esta visita, el equipo técnico del FMI ha publicado su declaración final, la cual resume los hallazgos y observaciones realizados durante la misión del Artículo IV de 2023.

Dicho informe merece un fuerte cuestionamiento debido a su enfoque simplista y limitado. Este análisis, centrado principalmente en la política monetaria y la estabilidad macroeconómica, adolece de una falta de consideración hacia aspectos críticos que conforman la realidad integral de Nicaragua.

En primer lugar, es fundamental señalar que el informe omite la turbulenta situación sociopolítica del país. Mientras destaca la resiliencia económica y políticas macroeconómicas, ignora por completo la corrupción gubernamental, las violaciones de derechos humanos, el colapso del sistema judicial, y los ataques a la propiedad privada y la libertad económica. Resulta preocupante la visión reduccionista en el análisis, ya que por una parte resalta la “prudencia macroeconómica” al tiempo que reconoce que el crecimiento del PIB se debe “al rápido aumento de los migrantes nicaragüenses”. 

¿Qué hay detrás de esa masiva migración sin precedentes? ¿Qué mérito tienen las políticas económicas de un país que obligan a que más del 12% de la población opte por migrar? ¿Cuál es la verdadera razón estructural de la liquidez bancaria? Las obvias respuestas a esas preguntas indican que, lejos de una política macroeconómica y monetaria exitosa, como irresponsablemente insinúa el informe, lo que existe es una tragedia nacional como es la emigración masiva de nicaragüenses que han dejado de ver en el país, una tierra de oportunidades en gran parte por la represión política y falta de libertades. 

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El informe al menos reconoce que la migración hace una “contribución” al crecimiento económico, siendo eso un tecnicismo para explicar que la principal razón para que la economía del país no colapse, es el esfuerzo de casi un millón de nicaragüenses que envían remesas al país haciendo un aporte superior al 28% del PIB. Nicaragua está hoy entre los principales países del mundo receptores de remesas en proporción al PIB. 

Este tipo de análisis superficial y desconectado no solo es inadecuado sino también peligroso, ya que pinta una imagen incompleta y engañosa de la situación real del país. Es además alarmante que un organismo tan influyente como el FMI evalúe la economía de Nicaragua sin considerar el impacto devastador de la corrupción y las políticas contra el sector privado. 

La falta de institucionalidad y la situación de dictadura en Nicaragua son elementos que indudablemente afectan la sostenibilidad económica a largo plazo, algo que el informe falla en reconocer. Además, el informe omite abordar cómo el “terrorismo fiscal” y la debilidad del sistema judicial afectan negativamente a la economía y a la inversión extranjera.

La superficialidad del análisis del FMI es también evidente en su enfoque mecánico en indicadores macroeconómicos, sin profundizar en cómo el contexto político y social de Nicaragua, marcado por una dictadura corrupta y violadora de derechos humanos, puede socavar estos mismos indicadores. Asimismo, el informe señala que los riesgos están equilibrados y que las perspectivas económicas son favorables, lo que parece ignorar la hostilidad y los desafíos reales que enfrentan las empresas en un ambiente caracterizado por el “terrorismo fiscal” y un sistema judicial colapsado.

En resumen, el informe del FMI sobre Nicaragua muestra una grave falta de consideración por los factores políticos y sociales que son cruciales para una evaluación económica completa y precisa. La aparente indiferencia del FMI hacia estos aspectos sugiere una visión miope y simplista, que no hace justicia a la complejidad y gravedad de la situación económica y política del país. Es imperativo que el FMI realice un análisis más profundo y exhaustivo que refleje fielmente la realidad de Nicaragua, incluyendo todos los factores que afectan su estabilidad, libertad y desarrollo económico.

ESCRIBE

Félix Maradiaga

Presidente de la Fundación para la Libertad de Nicaragua. Es académico, emprendedor social y defensor de derechos humanos nicaragüense. En el año 2021 fue candidato presidencial en las primarias de la oposición por parte de la Unidad Nacional Azul y Blanco. Por ser una de las voces más críticas contra el régimen de Ortega, fue arbitrariamente encarcelado por más de veinte meses.