Complices Divergentes
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León XIV, el cardenal Robert Prevost, un papa estadounidense-peruano

La elección del primer papa estadounidense marca un hito en la historia de la Iglesia Católica, impulsando un liderazgo con un fuerte vínculo latinoamericano

El recién elegido Papa León XIV, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, bendice a los fieles desde la logia central de la Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano. EFE/EPA/ALESSANDRO DI MEO

La elección del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo papa León XIV rompió una tradición de siglos en el Vaticano, convirtiéndose en el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia católica. Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, su nombramiento representa un cambio profundo en la percepción geopolítica del Vaticano, que históricamente había reservado el papado para cardenales europeos, predominantemente italianos.

El papa León XIV es norteamericano, es agustino con experiencia en trabajo con los pobres en Perú. Era encargado de ver los perfiles de los cardenales. Hombre de pueblo, de iglesia, con relación con varios países latinos. Habla español, francés, italiano, latín y alemán. Sigue la línea del papa Francisco y fue ordenado por él.

La decisión de los cardenales en el cónclave de 2025 refleja un giro en la visión del liderazgo católico, al abrir las puertas a un representante del norte global con profunda conexión con América Latina. Durante más de 18 años, León XIV desarrolló su labor pastoral en Perú, específicamente como obispo de Chiclayo, donde se destacó por su cercanía con las comunidades locales y su apuesta por una pastoral enfocada en la justicia social y el compromiso comunitario. En 2015, obtuvo la nacionalidad peruana, consolidando un vínculo que trascendió lo simbólico para volverse un pilar en su misión eclesiástica.

El vínculo con América Latina

León XIV, el cardenal Robert Prevost, un papa estadounidense-peruano
El Cardenal Protodiácono Dominique Mamberti, mirando desde la logia central de la Basílica de San Pedro, pronuncia el «habemus papam» y el nombre del recién elegido Papa Robert Francis Prevost, Papa León XIV, en la Ciudad del Vaticano. EFE/EPA/ETTORE FERRARI

Prevost pertenece a la orden de los agustinos y durante su tiempo en Perú, su trabajo se centró en el fortalecimiento de la estructura pastoral y en la promoción de derechos sociales. Su cercanía con las comunidades y su enfoque en el trabajo comunitario marcaron su trayectoria y le otorgaron un reconocimiento particular en la región. En 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, dos roles que lo posicionaron estratégicamente dentro del Vaticano.

Su gestión se caracterizó por un énfasis en la inclusión y la representación regional en la toma de decisiones. La designación de tres mujeres para el proceso de selección de obispos en 2024, un hecho sin precedentes en la Iglesia, simboliza este cambio hacia una mayor apertura y equidad de género en las estructuras eclesiásticas.

Reformista y cercano a Francisco

León XIV, el cardenal Robert Prevost, un papa estadounidense-peruano
Cardenal Robert Francis Prevost durante una ceremonia consistorial en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, 30 de septiembre de 2023. EFE/EPA/GIUSEPPE LAMI

La línea reformista de Francisco influyó profundamente en Prevost, quien abrazó el compromiso de una Iglesia más inclusiva y cercana a las comunidades marginadas. Su visión se alinea con la apuesta por una Iglesia en salida, capaz de reconocer sus errores históricos y volverse más transparente en sus procesos. Esto quedó evidenciado en su impulso para una mayor participación de las mujeres y su apertura a las realidades latinoamericanas, un continente que alberga a la mayor cantidad de católicos en el mundo.

A inicios de 2025, su nombramiento en la orden de los obispos del Colegio Cardenalicio, asignándole la sede suburbicaria de Albano, marcó el último paso hacia el papado. Con 69 años, su relativa juventud para los estándares del Vaticano y su perspectiva global fueron activos decisivos en el cónclave que lo eligió como sucesor de Francisco.

Expectativas y desafíos globales

El ascenso de León XIV representa para muchos una oportunidad para fortalecer los lazos de la Iglesia con América Latina y promover una mayor inclusión en los espacios de decisión eclesiástica. Sin embargo, su nacionalidad estadounidense podría generar tensiones geopolíticas, un reto que el nuevo pontífice deberá manejar con destreza para evitar que su país de origen influya en la percepción global de su mandato.

La expectativa de un liderazgo más cercano a los pueblos históricamente marginados, así como una apertura hacia el diálogo interreligioso y el compromiso con la justicia social, marcan la agenda de León XIV. Sus primeros meses en el Vaticano definirán la dirección de una Iglesia que parece dispuesta a romper con tradiciones centenarias y abrazar un nuevo modelo de gobernanza eclesiástica.


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