Sofía Guzmán
7 de julio 2023

Nayib Bukele censura un libro: la vieja estrategia de los regímenes

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Foto de EFE.

El gobierno salvadoreño, precedido por el presidente Nayib Bukele, prohibió la exposición del libro “Sustancia de hígado” de la autora salvadoreña Michelle Recinos. Bajo un comunicado de prensa de F&G Editores, publicado en redes sociales el pasado jueves 6 de julio, se anunció que el gobierno de El Salvador, por medio de su embajada en Guatemala, solicitó a los organizadores la exclusión del libro de la salvadoreña de la “XX Feria Internacional del Libro en Guatemala, dedicada a Dante Liano” y donde El Salvador era catalogado como invitado especial.

“Sustancia de hígado” incluye el cuento “Barberos en Huelga”, ganador del Premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo (2022) y del cual el jurado del certamen expresó: “Es un planteamiento bien elaborado, original y frontal, sobre la amenaza de los regímenes opresivos actuales y la normalización de la violencia”.

“No podemos dejar de señalar que lamentamos la postura del gobierno salvadoreño que lesiona la libertad de expresión y publicación”, destacó F&G Editores en su comunicado. Por otra parte, en un vídeo publicado en Youtube en el 2022 por Fundación Paíz (Fundación en alianza con Fundación Mario Monteforte Toledo, encargada del certamen Premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo), Michelle Recinos expresó que su cuento “Barberos en Huelga”, “nace en el contexto del régimen de excepción salvadoreño y que si bien es ficción, es una forma de contar lo que realmente está ocurriendo y es una forma de que más personas pongan los ojos en el país; es una forma de no quedarme callada ante todos los abusos que están ocurriendo en El Salvador”.

En un reportaje titulado: “Prohibir libros para prohibir ideas”, publicado en 2023, establece que “la literatura es una ventana al mundo que amplía el horizonte mental de los lectores y las lectoras. Los libros invitan a reflexionar, despiertan la curiosidad y pueden convertirse en el motor de movimientos sociales que buscan acabar con situaciones injustas y regímenes autoritarios”

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Por consiguiente, la censura de libros es una de las prácticas más viejas que las dictaduras utilizan para privar de información y conocimiento a sus ciudadanos. En Latinoamérica, Augusto Pinochet (1973) realizó una persecución contra los libros, señalando que ayudaban al adoctrinamiento comunista. Esta misma práctica se replicó en Argentina, cuando se instauró el gobierno militar en marzo de 1976 y muchos libros fueron censurados. Tampoco es una cuestión del pasado: hace poco ocurrió en la hermana República de Nicaragua, cuando el 13 de septiembre del 2021, el dictador Daniel Ortega retuvo en aduana la novela “Tongolele no sabía bailar” del escritor Sergio Ramírez. El libro trata sobre los hechos ocurridos en las protestas de Nicaragua en el 2018.

“Un ciudadano consciente, capaz de expresar pública y articuladamente su disensión es la mayor amenaza para cualquier movimiento totalitario”, George Orwell en su libro “Rebelión en la granja”.

Nayib Bukele censura un libro: la vieja estrategia de los regímenes
La autora censurada, Michelle Recinos.

Tanto que, los libros son conocimiento y el conocimiento es poder, lo que por años ha sido una guerra silenciada de los gobiernos totalitarios, pues, convierte a los libros en una amenaza, cuando estos quieren tener un monopolio sobre el conocimiento y controlar el pensamiento de sus ciudadanos y como la historia nos los ha señalado la manera más eficiente de ejercer ese poder sobre los libros es su prohibición para también detener posibles revoluciones sobre las situaciones de país.

Además, las implicaciones de una prohibición de un libro, que relata las diversas violaciones a los Derechos Humanos bajo el régimen de excepción, no es solamente una acción aislada a su plan de control y hegemonía de la información. Prohibir que la población acceda a conocimientos es un abuso de poder visto mayoritariamente en dictadores que dejan en los países una gran cantidad de repercusiones sociales.

¿Qué va a pasar ahora cuándo las acciones gubernamentales dirigidas por el presidente Nayib Bukele no sólo restringe el conocimiento como la literatura que actúa como herramienta que reproduce ideas y las encapsula en el tiempo y la historia?

Atacar una rama como la literatura para monopolizar lo que verdaderamente está ocurriendo en El Salvador, no va a detener que muchos periodistas y organizaciones de Derechos Humanos y feministas sigan hablando de las injusticias y violaciones del régimen y del gobierno de Nayib Bukele. Es más, seguirá poniendo el ojo en el gobierno y en el país. Por lo que también invito a escritores a seguir relatando la realidad del país, en todas sus facetas posibles.

ESCRIBE

Sofía Guzmán

Feminista, periodista y cineasta salvadoreña. En el 2012, se acerca al cine comunitario y desde entonces ha participado en la realización de largometrajes y cortometrajes. Actualmente se encuentra dirigiendo la Muestra “+Mujeres” que busca incentivar a las mujeres de la región centroamericana a crear audiovisuales y conformar una red de mujeres realizadoras de audiovisuales.