Iota fue el huracán más poderoso que ha azotado Nicaragua desde que el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) tiene registros… y los escombros revueltos en la costa de la ciudad de Bilwi y en la zona del Triángulo Minero son la prueba fehaciente de la furia de este ciclón, que dejó devastada la Costa Caribe Norte del país. Comunidades enteras fueron borradas del mapa y 5.800 viviendas fueron afectadas totalmente, según cifras brindadas este martes por el gobierno sandinista… “Y una cifra mayor de 38.000 con daños parciales en viviendas”, dijo el canciller Denis Moncada.
Las ráfagas, las marejadas ciclónicas y las lluvias de Iota fueron como una bomba sobre los territorios afectados. La destrucción es superlativa, en especial en Bilwi, cabecera departamental caribeña, en cuyas costas tocó tierra el huracán. Casi una semana después del golpe de Iota, los habitantes de Bilwi tratan de reconstruir sus viviendas. Unos buscan las tablas útiles que dejó el ciclón y otros esperan el apoyo del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que hasta ahora solo ha provisto de láminas de zinc y clavos a los damnificados.
Esta fue una temporada de huracanes realmente insólita para el país. En menos de 15 días azotó Eta y Iota, siendo este último el Apocalipsis huracanado. Según un informe preliminar brindado por el régimen, ambos ciclones ocasionaron pérdidas económicas en más de 742 millones de dólares. El golpe económico al Producto Interno Bruto (PIB), tras el paso del huracán Iota, ascendió de 1.5 a 6 puntos porcentuales. El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, informó que unas tres millones de personas fueron afectadas y 56 municipios reportan daños materiales.
Ante esas cifras, estas fotos tomadas en Siuna y Bilwi permiten darnos una idea de los daños en viviendas, muelles, puentes, calles, y sobre todo las personas, cuya situación de pobreza se fue de mal a peor tras el paso de Iota.
