El 30 de mayo es una fecha de enorme simbolismo para todos los nicaragüenses. Ningún otro día evoca tantos sentimientos de gratitud en el espíritu nacional como este. El amor hacia las madres trasciende las fronteras políticas, ideológicas, de clases, religión y otros factores que han dividido a la sociedad nicaragüense a lo largo de los siglos. Por esta razón, la conmemoración de este día incluye a todas las mujeres nicaragüenses que son madres.

Es importante destacar que este día, también está marcado por los trágicos eventos ocurridos hace cinco años durante la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, cuando se cometieron crímenes de lesa humanidad. Para las madres cuyos hijos fueron arrebatados, la mejor manera de honrarlas es comprometernos sin reservas en la búsqueda de justicia, ya que no puede haber impunidad.

Es fundamental reconocer que el cambio de fecha por sí solo no constituye una acción impactante en el tema trascendental de la búsqueda de justicia. La justicia requiere compromiso con la memoria histórica, es decir, no olvidar los asesinatos cometidos por agentes del Estado y por paramilitares, bajo la autoridad de los Ortega-Murillo y sus operadores. La búsqueda de justicia también requiere acciones concretas, como han recomendado varios organismos internacionales, incluido el grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Indudablemente, el 30 de mayo es un día de luto nacional por los asesinatos cometidos durante la dictadura. Las madres de las víctimas seguirán exigiendo justicia y esclarecimiento de la verdad, para que los responsables sean llevados ante los tribunales de justicia. La conmemoración del Día de las Madres, no podrá nunca darse al margen de esa búsqueda de justicia, de memoria y de no repetición.

Aprovecho la oportunidad para informarles que Fundación Libertad, entre otras organizaciones, están realizando un seguimiento técnico de las recomendaciones del informe de la ONU. En las próximas semanas, retomaremos una gira de trabajo por Europa, que incluirá Ginebra, Bruselas y Madrid. Un componente importante de nuestra labor es dar seguimiento a las denuncias de los crímenes cometidos durante la dictadura el 30 de mayo de 2018.

El informe señala abusos que incluyen ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tortura, privación arbitraria de la nacionalidad y del derecho a permanecer en el propio país. De acuerdo con el informe, exigimos a la comunidad internacional que imponga más sanciones a las instituciones o personas involucradas. Además, solicitamos que se lleven a cabo investigaciones independientes de las violaciones, abusos y crímenes documentados, para que se responsabilice a las personas que participaron en su comisión, incluyendo a aquellos con un mayor nivel de responsabilidad. También hemos mantenido estas conversaciones con especialistas de la Corte Criminal Internacional durante mi reciente visita a Ottawa, Canadá, donde coincidimos en una reunión convocada por el Raul Wahlberg Center For Human Rights.

Como hemos sostenido siempre, para que Nicaragua tenga un futuro de justicia, debe haber memoria. Hoy, en el Día de las Madres, ese compromiso debe estar más presente que nunca.