El exalcalde de San José del Golfo, en el departamento de Guatemala, con una extensión aproximada de 84 km cuadrados, fue ligado a proceso por el Juez “A” Sexto de Primera Instancia Penal por una denuncia diligente de la Fiscalía contra la Corrupción. Información del Ministerio Público detalla que se dictó auto de procesamiento contra el exfuncionario edil con los indicios recabados por los fiscales responsables de este caso paradigmático de nepotismo.
Específicamente, porque las pesquisas permitieron establecer que el exalcalde Elzer Fidelino Palencia Mayén nombró a la hermana de su esposa, su cuñada, como conserje en 2015 por un periodo de 8 meses y según el MP, Palencia Mayén sabía que Ruth Carina Pérez Pineda era su pariente en segundo grado de afinidad y por lo tanto no la podía contratar.
Con la experiencia adquirida en investigación y persecución de nepotismo la Fiscalía contra la Corrupción no tiene que ir tan lejos. Basta que se enfoque en Gerona, en el despacho de la fiscal general Consuelo Porras. Desde hace seis años, ocupando el puesto de fiscal, el esposo de Consuelo Porras es su subordinado directo. Es obvio que es su propio esposo y aunque fuese un genio — que no lo es — debió al ser designada fiscal general, por decoro, para evitar conflicto de intereses o la percepción de estos, o simplemente por vergüenza, renunciar al cargo. Que haya seguido no es ni más ni menos que escandaloso nepotismo.
Otro caso, que sentaría un precedente ejemplar para evitar más nepotismo, sería la investigación y denuncia del nombramiento que hizo el presidente Giammattei de Miguel Martínez como director de la organización insólita que denominaron Centro de Gobierno, una súper estructura a través de la cual el ingeniero honoris causa, por cierto, el único de la pandemia, dirigía y llevaba con rienda corta a todos los ministros del gabinete de gobierno.
Recibe nuestro boletín semanal
Es un secreto a voces que el Ogro y el Principito tienen una relación en el camino, a caballo, quizá más bien en burro, entre concubino y marido, duermen y roban juntos y se hablan al oído. Es decir, en términos prácticos, han desarrollado desde hace más de ocho años una sólida unión de hecho y están absolutamente conscientes de esto. Por lo tanto, el nombramiento con el que el Ogro distinguió a Miguelito se denomina nepotismo.
Por mínima coherencia y consistencia la Fiscalía contra la Corrupción debería investigar y perseguir estos dos casos de manera ejemplar para disuadir la práctica generalizada del nepotismo, que en Guatemala es peste. Voltear a ver hacia otro lado, no solo sería doble moral, sino encubrimiento de deberes, omisión de denuncia y francamente cobardía.
ESCRIBE
José Rubén Zamora
Fundador de elPeriódico de Guatemala. Preso político del Estado de Guatemala, y uno de los 60 héroes del mundo de la libertad de Prensa.