Ataques, espionaje y desacreditación: el periodismo salvadoreño enfrenta un ambiente hostil

Un informe presentado por el Observatorio Universitario de Derechos Humanos de la UCA alerta que el ataque a los periodistas “ha sido una constante” en 2021. El Salvador está en “fase crítica” debido a la ​​“criminalización y persecución” que ejecuta el gobierno de Nayib Bukele

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, encabeza una cruzada contra el periodismo salvadoreño.

Un ambiente hostil vivió la prensa salvadoreña en 2021 con ataques, espionaje y desacreditación a la labor periodística, lo que pone en riesgo derechos fundamentales en un sistema democrático como la libertad de prensa y el acceso a la información, según un informe presentado este martes. El documento denominado “Libertad de prensa y acceso a la información pública en El Salvador”, elaborado por el Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH) de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), identifica vulneraciones y dificultades experimentadas por periodistas durante ese año. 

Ataques a periodistas, progresivo ocultamiento de la información pública, espionaje e intimidación son las principales afectaciones documentadas en dicho informe. Funcionarios del Gobierno y el propio Ejecutivo son los señalados, según el documento, de cometer la mayoría de ataques.

El informe indica que el ejercicio de la libertad de prensa enfrentó restricciones durante 2021, “caracterizándose por ataques a la labor periodística, la falta de acceso a la información pública y el espionaje”. El ataque a los periodistas “ha sido una constante durante el periodo de estudio”, apunta. De igual modo, señala el documento, “ha sido recurrente la desacreditación a periodistas y medios de comunicación que cuestionan de manera crítica la gestión gubernamental”.

Según información de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), entre 2019 -año en que tomó posesión el presidente Nayib Bukele- y 2021 se registraron 421 agresiones en contra del gremio periodístico.

Recibe nuestro boletín semanal

La Apes detalla, de acuerdo con el informe, que al cierre de 2019 se registraron 77 casos de agresiones a periodistas, en 2020 se contabilizaron 125 vulneraciones y el 2021 el número de casos ascendió a 219. Así el incremento porcentual de 2019 a 2021 fue de un 184 %.

“Esta amalgama de sucesos permite evidenciar que existen graves afectaciones a la libertad de prensa”, subraya el informe.

La investigadora Carla Quinteros apuntó que El Salvador está en una “fase crítica” porque existe una “criminalización y persecución” a la labor periodística, a través de “discursos de odio y estigmas”, y ataques digitales provenientes, principalmente, de un “aparato gubernamental”.

“Una democracia enferma”

Ataques, espionaje y desacreditación: el periodismo salvadoreño enfrenta un ambiente hostil
Diego Manzano, investigador del Observatorio Universitario de Derechos Humanos, habla durante la presentación del informe “Libertad de prensa y acceso a la información pública en El Salvador”. EFE.

El informe también destaca un escaso o nulo acceso a la información pública, lo que afecta directamente a la población “dado que no pueden acceder a datos o estadísticas que permitan dimensionar la realidad en la que vive”, manifestó Quinteros.

“No hay acceso a la información, por ende los periodistas no pueden generar notas periodísticas o de investigación y la población no está realmente consciente de lo que está sucediendo en el país y no pueden ejercer su derecho a informarse”, expuso.

Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social de la UCA, sostuvo que la información pública es “un instrumento para promover la participación ciudadana”.”Sencillamente, sin información no hay participación ciudadana efectiva (…) el acceso a la información pública también permite examinar las acciones del Gobierno y constituye una base necesaria para el debate”, aseguró Serrano. Además, destacó que el acceso a la información “desempeña un papel importante en la reducción de la corrupción”.

El informe del Observatorio obliga a concluir que la democracia en El Salvador “está enferma”, dijo el vicerrector de Proyección Social. “Hay un ambiente hostil para los periodistas, que se expresa en el ataque permanente de funcionarios del Gobierno a la prensa salvadoreña y donde se tiende a difundir en redes sociales, especialmente, mensajes de odio y estigmatización”, añadió. 


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.