El candidato de izquierda Bernardo Arévalo de León se coló, inesperadamente, a la segunda vuelta electoral de Guatemala superando a los candidatos tradicionales con un fuerte voto urbano, en unos comicios marcados por el abstencionismo. Arévalo de León, según los resultados preliminares, alcanzó 623.000 votos (12,2% de los votos), con el 92% de las mesas procesadas y con victorias en los distritos del país con mayor población mestiza y urbana.
En la Ciudad de Guatemala, en el centro del país, Arévalo, del Movimiento Semilla, encontró su mayor fuerza con 166.309 sufragios a su favor, es decir el 23% de los emitidos en la metrópoli. A nivel nacional, la única capaz de derrotar a Arévalo fue la exprimera dama, Sandra Torres (2008-2012) y quien competirá por tercera ocasión consecutiva en una segunda vuelta.
“El caso de Arévalo es difícil de explicar, pero es un candidato que, pese a las encuestas desfavorables, demostró su nivel de crecimiento en la ciudad en los últimos 15 días de la campaña electoral”, explicó el politólogo Hugo Novales.
Arévalo, antes de la elección, figuraba en el octavo puesto de intención de voto, según las encuestas realizadas previo a la jornada del domingo.
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Los favoritos que no fueron
El candidato sorpresa dejó de lado a la candidata conservadora Zury Ríos Sosa, hija del dictador golpista Ríos Montt, y al exfuncionario de Naciones Unidas Edmond Mulet, quienes juntos aglutinaban el 19 por ciento de la intención de voto, según dichas encuestas.
Ríos Sosa, quien había realizado una campaña electoral costosa y que, según expertos, se posicionaba entre las favoritas, finalizó lejos de los punteros con 336.711 votos, en el quinto lugar.
La candidata “partía con una ventaja por su postura crítica y promesas de seguridad, sin embargo perdió y creo algunos sectores inflaron sus verdaderas posibilidades de figurar”, opinó Novales.
Por su parte, el actual diputado y candidato del partido de Gobierno, Manuel Conde, se quedó con la tercera posición con un 7,3 por ciento de los votos emitidos.
“Funcionó su estrategia de hacer alianzas con alcaldes municipales en el interior del país” agregó el politólogo.
Por último, desde la mirada de Novales, el abstencionismo fue uno de los elementos claves de la jornada electoral de Guatemala.
Los datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) dan cuenta de que el 41,3 por ciento del electorado no asistió a las urnas este domingo.
Uno de los grandes protagonistas de la jornada electoral fue el voto nulo, ya que un 17,41 por ciento de la población anuló su sufragio, es decir, una cifra más alta que las papeletas sumadas por Torres Casanova (15,06 %).
Según expertos, la elevada cantidad de votos nulos es el reflejo de la apatía de la población guatemalteca con la clase política, aunque sin llegar al 50 % de los votos nulos necesarios que hubieran obligado a repetir los comicios, como establece la ley guatemalteca.
Las encuestas divulgadas en las últimas semanas y días vaticinaban una lucha por el segundo lugar entre el exdiplomático Edmond Mulet y la hija del dictador golpista Efraín Ríos Montt, Zury Ríos Sosa.
Sin embargo, Ríos Sosa y Mulet se ubican, con el 75 % de mesas contadas, con un 6,7 % y 6,8 % de votos, respectivamente, en quinto y cuarto lugar.
Ninguna de las encuestas divulgadas en el proceso electoral daba como segundo lugar a Arévalo de León, cuyo padre, Juan José Arévalo Bermejo, gobernó el país entre 1945 y 1951, en un período considerado como una primavera para la historia política de la nación centroamericana.
Las elecciones del domingo definirán casi 5.000 puestos públicos para el período 2024-2028, incluidos presidente y vicepresidente, 160 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 corporaciones municipales.