Nueve días después de que Daniel Ortega y Rosario Murillo celebraran unas elecciones catalogadas como “pantomima” por la Casa Blanca, el presidente Joe Biden emitió una proclama que impide y suspende la entrada a Estados Unidos de casi todos los funcionarios del régimen sandinista, incluido los familiares directos de funcionarios involucrados en violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.
“Por la presente se suspende la entrada a los Estados Unidos, como inmigrantes o no inmigrantes, de las siguientes personas miembros del Gobierno de Nicaragua, incluidos los funcionarios electos y los miembros de su personal. Alcaldes, vicealcaldes o secretarios políticos que planearon, ordenaron, asistieron, ayudaron e instigaron, cometieron o participaron de otra manera, incluso a través de la responsabilidad de mando, en graves abusos o violaciones de los derechos humanos para castigar a manifestantes pacíficos o negar las libertades fundamentales de los nicaragüenses, o que intentaron o conspiraron para hacerlo”, dice el extenso documento publicado por la Casa Blanca.
Biden también señaló “a los militares y policías, incluida la Dirección de Operaciones Policiales Especiales, los grupos parapoliciales y los grupos paramilitares. Funcionarios de la administración penitenciaria nicaragüense; miembros de alto nivel del poder judicial nicaragüense, del Ministerio Público y del Ministerio del Interior; Miembros de los ministerios del gobierno nicaragüense, de las agencias reguladoras, de las empresas paraestatales, de los administradores y profesores de la educación superior, y de los funcionarios electos que emprendan acciones, incluyendo abusos de los derechos humanos, para negar los servicios a aquellos que realizan esfuerzos pacíficos para exigir el retorno a la democracia en Nicaragua”.
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El presidente estadounidense ha decidido que las esposas e hijos de estos funcionarios no podrán ingresar a Estados Unidos. Esta es una medida fuerte, similar a la que Ronald Reagan impuso en los ochenta al primer régimen sandinista.
“Las personas no gubernamentales que sirvan como agentes o actúen a instancias de los descritos en las subsecciones (a)-(f) de esta sección para facilitar u obtener beneficios financieros de las políticas o acciones, incluyendo el fraude electoral, los abusos de los derechos humanos o la corrupción, que socavan o dañan las instituciones democráticas o impiden el retorno a la democracia en Nicaragua; y los cónyuges, hijos e hijas de las personas descritas en las subsecciones (a)-(g) de esta sección”, agrega el documento.
“A la luz de la importancia para los Estados Unidos de fomentar los procesos e instituciones democráticas en Nicaragua para ayudar al pueblo nicaragüense a lograr sus aspiraciones de democracia, y dada la supresión de los derechos humanos y la democracia en Nicaragua, he determinado que es en el interés de los Estados Unidos restringir y suspender la entrada a los Estados Unidos como inmigrantes y no inmigrantes, de los miembros del Gobierno de Nicaragua, encabezados por el presidente Daniel Ortega, incluida su cónyuge y vicepresidenta Rosario Murillo, y otras personas descritas en esta proclamación que formulen, implementen o se beneficien de políticas o acciones que socaven o lesionen las instituciones democráticas o impidan el retorno a la democracia en Nicaragua”, dice la proclama.
Biden también extendió la declaración de emergencia sobre situación en Nicaragua debido a que “continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU”.
“La impunidad generalizada de los crímenes cometidos contra los actores de la oposición; la persistente corrupción practicada por los funcionarios del gobierno nicaragüense en el desempeño de las funciones públicas que ha erosionado las instituciones democráticas; y el continuo fracaso del presidente Daniel Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo, los funcionarios del gobierno nicaragüense y otros para apoyar el estado de derecho, los derechos humanos y otros principios de alta prioridad para los Estados Unidos exigen una respuesta contundente”, dijo Washington.