Blinken en Costa Rica: EE.UU alarmada por deterioro de las democracias en Centroamérica

Por encima de migración, seguridad, economía o la COVID-19, el Secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken, advirtió en su viaje a San José sobre el retroceso en libertades civiles, transparencia y buen gobierno en la región. El alto funcionario mencionó en concreto que la represión en Nicaragua evidencia el temor de Daniel Ortega: “Las elecciones de noviembre son una preocupación de su gobierno y de todo el continente”, insistió.

El secretario de Estado de Estado Unidos, Antony Blinken, culminó este miércoles en Costa Rica. Cortesía | Divergentes.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, culminó este miércoles en Costa Rica su primera visita a un país latinoamericano y dejó encendidas las alertas del gobierno de Joe Biden sobre el empeoramiento de los sistemas democráticos en la región centroamericana, aunque solo mencionó en concreto a Nicaragua.

“Prohibir arbitrariamente a la líder de la oposición Christiana Chamorro refleja el miedo de Ortega a unas elecciones libres y justas. Los nicaragüenses merecen una democracia real”, publicó en su cuenta de Twitter desde San José, horas después de una conferencia de prensa en que insistió en el retroceso institucional en varios países de la región y el deterioro en la división de poderes, en la libertad de prensa y en respeto a derechos civiles.

Mientras Blinken intentaba dejar claro su mensaje generalista el martes hasta donde la diplomacia le permitía, sabiendo que al anochecer tendría que ver a la cara a todos los cancilleres centroamericanos convocados en Costa Rica, en Managua el régimen de Daniel Ortega daba un paso más en el sofocamiento de opositores políticos al procesar a Chamorro y sacarla de la competencia para las elecciones de noviembre. 

Fue entonces cuando Blinken echó mano del Twitter y dejó evidenciada la preocupación de Washington sobre todas las trampas de Daniel Ortega y Rosario Murillo para quitar del camino cualquier obstáculo en su objetivo de seguir en el poder más allá de los 14 años que se cumplirán al finalizar el período actual. Y esa, dijo después en una entrevista con el diario local La Nación, es una preocupación de su gobierno y de todo el continente, aseguró.

Queda claro en quién pensaba el martes cuando decía que “la democracia y los derechos humanos se ven socavados en muchas partes de la región” o cuando apuntó contra “la erosión de la independencia del poder judicial, la represión de los medios independientes y las organizaciones no gubernamentales, la proscripción de los opositores políticos y el retroceso en la lucha contra la corrupción”.

También hablaba de Bukele

Blinken en Costa Rica: EE.UU alarmada por deterioro de las democracias en Centroamérica
El Secretario de Estado en una foto de familia con los cancilleres de la región, entre ellos el de Daniel Ortega, Dennis Moncada, quien pidió a Blinken levantar sanciones. Cortesía | Divergentes.

Los sucesos de las semanas previas permitían concluir que también hablaba de El Salvador de Nayib Bukele, o de asuntos pendientes de Honduras y Guatemala, aunque a la anfitriona Costa Rica, que preside temporalmente el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) dio elogios a pesar de noticias recientes sobre narcotráfico y corrupción que podrían involucrar a sectores políticos. 

“Nadie está blindado”, acotó el presidente Carlos Alvarado cuando Blinken habló de desarrollo económico, de migración y de vacunas contra la COVID-19. Todo, sin embargo, enmarcado en la necesidad de la salud del sistema institucional y de las democracias como medios para mejorar la vida de la población. Ahí es cuando se hace común el problema de fondo del Triángulo Norte, preocupación especial estadounidense por la migración, con el de Nicaragua o incluso la Costa Rica sumida en una seria crisis fiscal.

“Que los funcionarios públicos rindan cuentas y protejan los derechos de los ciudadanos, que tengan elecciones libres e imparciales y que no usen su poder para castigar a sus críticos, que todos sigamos trabajando para mejorar las vidas de las personas en maneras concretas”, añadió Blinken antes de precisar que para ello no importa si la ideología es de “derecha, izquierda o centro, si se trata del joven Bukele tuitero o del viejo Ortega evasivo”. El jefe de la diplomacia estadounidense, que atinó a recordar las sacudidas de Donald Trump al sistema democrático de su país, dijo que espera de todos los gobiernos una renovación del compromiso con la Carta Democrática Interamericana.

Urgencias por vacunas

El momento tiene lo suyo. La urgencia de los gobiernos centroamericanos por acceder a vacunas que frenen la pandemia los ha hecho mirar con dulzura a China y a Rusia, y eso no agrada en la Casa Blanca sin importar si la habita Trump o Biden. Por eso Blinken, sin un anuncio propio que dar, avisó que en menos de dos semanas su presidente detallará los criterios para la repartición de 80 millones de vacunas en el mundo.

“Nos centraremos en la equidad, en la distribución equitativa de las vacunas; nos centraremos en la ciencia; trabajaremos en coordinación con COVAX; y distribuiremos vacunas sin requisitos políticos”, prometió el Secretario de Estado. Al rato Alvarado dijo que la colaboración que espera de China llegaría “sin condiciones”. 

La posible llegada de vacunas desde Estados Unidos se sumaría a una inversión anunciada de $4 mil millones en la región para “ayudar a abordar las causas fundamentales” que empujan a miles de centroamericanos a jugarse la vida en el camino hacia Estados Unidos. 

Así tocaba de nuevo los problemas de gobernanza acentuados en Centroamérica: “En el fondo las personas necesitan tener confianza en que pueden poner comida en la mesa, que pueden mantenerse a sí mismas y a sus familias, y que en realidad existe la expectativa de una vida mejor en el futuro. Y eso requiere algunas cosas muy básicas como trabajos, y esos trabajos a menudo se derivan de la inversión. Y la inversión, a su vez, requiere que los países y los gobiernos tomen ciertas medidas para asegurarse de que haya un entorno de inversión que atraiga empresas, que atraiga inversores. Y ahí, nuevamente, estado de derecho, transparencia, un poder judicial predecible. Combatir la corrupción, no alentarla, todas estas cosas son vitales”.

Blinken muestra así el nuevo discurso estadounidense con Biden para su área de influencia, subrayó el politólogo de la Universidad de Costa Rica (UCR) Alberto Cortés, al señala que no es casual la escogencia del viaje a la estable Costa Rica, país que tiene relaciones diplomáticas con China desde 2007 pero no ha utilizado hasta ahora ese lazo como una alternativa de Washington. “Llega al país que mejor muestra esa agenda en contraste con Nicaragua y su giro aún más autoritario”, advierte Cortés, exdirector del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Queda ver la reacción inmediata de los gobiernos después de la reunión de cancilleres que alojó una conversación “bastante franca y por momentos dura” sobre los temas que mencionó en la rueda de prensa, según una fuente que accedió a ese encuentro. Queda también la expectativa por la asignación de vacunas y lo que resulte de la visita de la vicepresidenta Kamala Harris a Guatemala, que se prevé esté más centrada en asuntos migratorios específicos del Triángulo Norte del istmo.


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