Un año después de su entrada en vigor, el Acuerdo de Escazú concentra este miércoles en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en Santiago de Chile, a autoridades y defensores ambientales, quienes hicieron un llamado a los gobiernos de la región para unirse con “urgencia” al primer tratado medioambiental de Latinoamérica.
La primera reunión de la Conferencia de las Partes (COP1) fue inaugurada por el presidente de Chile, Gabriel Boric, y la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, cuyos países cabildearon e impulsaron las negociaciones del Acuerdo de Escazú. También participó Cecilia Nicolini, secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación de Argentina; Andrea Sanhueza y Karetta Crooks-Charles, representantes electas del Público; y Mario Cimoli, secretario ejecutivo Interino de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Hoy el Estado avanza en la protección del lugar donde vivimos y en la colaboración que tanta falta le hace a nuestro mundo. O nos salvamos juntos o nos hundimos por separado. Desde América Latina, desde los países del Sur global, debemos tener una sola voz frente a los países desarrollados. Porque la justicia climática y la transición justa son elementos esenciales para enfrentar la crisis que vivimos”, resaltó Gabriel Boric.
Por su parte, la vicepresidenta de Costa Rica lamentó que su país aún no haya ratificado este importante acuerdo y pidió a los demás países de la región adoptar con urgencia Escazú.
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“La satisfacción no puede ser total cuando mi país, y más de una docena de países más, no han terminado aún su proceso de ratificación. Sin los actores sociales este acuerdo carece de cualquier sentido. El día de hoy nos reunimos para darle vida a este acuerdo, pero el desafío más grande será implementar este tratado de la mejor manera posible. Ya no tenemos más tiempo, el cambio climático nos rebasa”, aseveró Campbell.
Por su parte, Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino de Cepal, externó su apoyo a los países que deseen implementar Escazú, en una región marcada por la violencia y el asesinato de defensores ambientales.
“Vendrán tiempos complejos. Por eso, América Latina y el Caribe debe hacer un llamado al mundo: la justicia y la democracia ambiental son posibles, como lo demuestra el Acuerdo de Escazú. Es una jornada histórica. Cuenten con la Cepal”, afirmó Cimoli.
En tanto las representantes del Público, Andrea Sanhueza y Karetta Crooks-Charles, destacaron la importancia de Escazú para proteger los derechos humanos, recursos naturales, a los defensores del medioambiente, las comunidades indígenas y garantizar un ambiente sano para generaciones presentes y futuras.
“El Convenio de Escazú debe entenderse como una herramienta estratégica que implementarán los Estados para que los pueblos indígenas, actores sociales, políticos, la academia, la ciencia, el sector privado y la ciudadanía en general sean convocados para la toma de decisiones de cualquier asunto ambiental y su posterior implementación”, resaltó Sanhueza.
Líderes de comunidades indígenas presentes en el evento reclamaron presencia en la mesa directiva, así como poder tener representación y derecho a voto.
“No hay Acuerdo de Escazú sin pueblos indígenas. Exigimos la participación de los pueblos indígenas, son 500 años que estamos excluidos, estamos aquí para darles una oportunidad a los Estados a que podamos caminar juntos y logremos cumplir con los objetivos de un desarrollo sostenible”, expresó Nadino Calapucha, miembro de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica Amazonia).
Acciones para la región
Escazú es el primer tratado regional sobre derechos humanos y medioambiente, que busca garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones y acceso a la justicia en asuntos ambientales.
De los veinticuatro países que lo firmaron, solo doce lo han ratificado: Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía y Uruguay.
Este miércoles se eligió a la mesa directiva de la COP1, donde Uruguay y Argentina, ocuparon la presidencia. Santa Lucía, México, junto a Antigua y Barbuda, fueron elegidos para la vicepresidencia.
En la jornada de este miércoles también se habló sobre las acciones que están haciendo los Estados partes y las actividades desarrolladas por la Cepal para la implementación de este tratado, además se llevará a cabo una sesión especial donde se abordará técnicas para la implementación efectiva de este acuerdo y cómo obtener mayor cooperación.