El partido de gobierno Nuevas Ideas atraviesa una crisis de transparencia. Ni Nayib Bukele, el gobernante autoritario que consiguió reelegirse inconstitucionalmente en la Presidencia de El Salvador, con todo el aparataje de propaganda ha sido capaz de calmar las turbulentas aguas que salpican a su partido por la opacidad con la que la Bancada Cyan ha manejado el presupuesto destinado a contrataciones de personal en el Órgano Legislativo.
Las críticas surgieron a inicios de julio tras la revelación por parte de la diputada opositora Claudia Ortiz, del partido Vamos, de un presupuesto de 20 000 dólares que le había sido asignado por acuerdo de Junta Directiva para el periodo 2024-2027.
La noche del 5 de julio, un día después de que los medios publicaran las declaraciones de Ortiz, Bukele en cadena nacional se vio obligado a reconocer que la Asamblea Legislativa “desde la legislatura pasada” (2021-2024) ya había presupuestado 14 500 a cada diputado contrario a lo que sus mismos legisladores aseguraban tener a su disposición.
Las declaraciones de Bukele evidenciaron una contradicción entre él y su bancada, al punto en el que en las redes sociales reaparecieron comentarios de diputados que ya en el pasado habían negado tener tal monto a su disposición. Como ocurrió con las declaraciones vertidas en el programa “La Verdadera Gobernabilidad”, difundido el 2 de julio de 2023 en TVO, donde el subjefe de la fracción, Caleb Navarro, se burló de aquellas personas que ya para entonces les cuestionaba. “¿A vos te dan 14 000 dólares, Raul (Chamagua)? ¿A vos te dan 14 000 dólares (William Soriano)?”, preguntó Navarro a dos diputados que también se dedicaron a negarlo entre risas.
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Tras la cadena de Bukele, la crítica social escaló pero no sólo por la falta de transparencia por parte de la bancada oficialista, sino porque una base de datos revelada a finales de julio por un grupo de hackers reveló una lista de 450 personas contratadas por el partido de Bukele en la Asamblea, entre una larga lista de parentela y personas sin las capacidades para los cargos que les han asignado.
Ante la filtración de la base de datos por el grupo CiberinteligenciaSV, el grupo parlamentario de Nuevas Ideas, que tiene 54 de 60 escaños, optó por recurrir al silencio. No fue hasta el 8 de agosto que la bancada comenzó a rendir cuentas en sus redes sociales. Uno a uno, los diputados repitieron el mismo discurso mientras compartían sus propias listas con nombres, cargos y salarios. A simple vista, parecía una página con un cuadro sencillo y un sello de la fracción legislativa. “Acá está mi planilla de mi equipo de trabajo. Es el mismo y sin cambios desde que entré el 1 de mayo de 2021”, escribió en X el jefe de la bancada, Christian Guevara.
Eduardo Escobar, quien es director de Acción Ciudadana, una organización que promueve la contraloría social, es enfático al manifestar que aún cuando esta información se ha dado a conocer, quedan las dudas de si podría haber sido alterada. “Diferente es que hubiese estado previamente publicada… Hay una posibilidad de manipulación que habría que corroborar”, explicó. Escobar insistió con que aún falta otra porción de la información que no se ha hecho pública como la lista de asesores actuales como de las contrataciones de la legislatura anterior que sigue sin ser revelada y que debería ser pública de oficio.
De acuerdo al director de Acción Ciudadana, que se hayan hecho públicas las plazas no puede describirse como un acto de transparencia, dado que no derivó del cumplimiento de la ley o porque esta información estuviese publicada en el Portal de Transparencia de la Asamblea, sino más bien a que “el presidente sabía que se había filtrado esta información y que tarde o temprano iba a llegar a la opinión pública”.
Jessica Estrada, directora del Área de Transparencia de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), coincide con que la reacción por parte del partido oficialista no puede verse como una práctica de transparencia si no más bien como “una reacción para calmar o callar ciertas críticas”. “Veremos si esta información se publica de manera recurrente en los próximos meses, de manera oficiosa y en bases abiertas, para saber si es una práctica que están dispuestos a adoptar o si simplemente ha sido parte de un show que están montando”, comentó Estrada.
Un gobierno en la opacidad
El Gobierno de Bukele se ha caracterizado por la opacidad. Un informe de Acción Ciudadana, que resume la transparencia activa durante 2024 de los tres organismos del Estado, sitúa a la Presidencia en un 9% en cuanto al nivel de acceso a la información pública. Este mismo informe sitúa al Órgano Legislativo en un 32% de cumplimiento de lo que dispone la Ley de Acceso a la Información respecto a información oficiosa. En otras palabras: la Asamblea no ha hecho pública cerca del 70% de la información que la ley le manda a publicar.
Edwin Segura, jefe de Datos de La Prensa Gráfica, quien ha dado estrecha cobertura a la temática, sostiene que al revisar la información publicada hasta ahora en las redes sociales de los asambleístas y cruzar esa información con la base revelada por el grupo de hackers, esta coincide en un 95%. Además, confirmó que la mayor parte de las plazas están siendo ocupadas por comunicadores, encargados de prensa o relacionistas públicos. De las 450 plazas, 146 se han revelado y tienen que ver con labores de comunicación.
Para Estrada, las contrataciones sólo reflejan un “derroche de fondos” en el aparato de propaganda, más que contratar a personas que sí tengan conocimientos en el trabajo elemental y principal que deben hacer los legisladores: hacer leyes.
Hasta este 12 de agosto, 27 diputados habían revelado su planilla. El resto (26) aún no la habían hecho pública, además del presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, una de las personas del círculo cercano de Bukele. Castro se ha escudado en que la gente que tiene a su disposición es la ya contratada institucionalmente.
¿El primer terremoto interno?
No es la primera vez que hay un descontento interno en Nuevas Ideas. En 2022, El Faro reveló cómo dentro de la Bancada Cyan había diferencias por la distribución inequitativa del presupuesto destinado entre diputados como el hecho de que algunos de ellos tenían más presencia mediática que otros. Un año más tarde, se conoció de denuncias por parte de miembros que participaron en las elecciones internas de Nuevas Ideas por posibles irregularidades en el proceso de selección de las candidaturas.
Si bien antes se ha conocido de diferencias internas, esta sí sería la primera vez en donde hay una fuerte presión ciudadana. Los cuestionamientos van desde los altos salarios, los perfiles de las contrataciones hasta la poca seriedad de los documentos. “.@BancadaCyan, podemos ver esas Planillas en el SITIO OFICIAL de la AL, SELLOS OFICIALES, FIRMAS Y FECHAS??”, escribió en X @Chinita_Lohan, una usuaria de la red social simpatizante de Nuevas Ideas.
“¿Qué ocurre con algunos diputados de la Bancada Cyan? Están desorientados, nerviosos. ¿Perdieron rumbo? ¿Se olvidaron a quién le deben rendir cuentas? ¿Ya no se deben al pueblo?”, cuestionó también Verónica Arias, que en la red social X se describe como una “Nayiliber” en la ciudad de Nueva York.
Que la mitad de la Bancada Cyan haya hecho pública las listas de su personal sólo ha sacudido más el avispero en las redes sociales, pero también dentro de Nuevas Ideas. Una fuente que se mueve dentro del partido oficialista accedió a hablar sobre cómo se percibe internamente bajo garantía de no mencionar su nombre. “Es un primer terremoto dentro de Nuevas Ideas, eso es lo que estamos viendo”, aseguró. “En la Asamblea no saben cómo arreglar la situación. Saben que están metidos en un gran problema y por eso han bloqueado a mucha gente, entre ellos simpatizantes”. Las contradicciones entre los mismos diputados, que dicen tener disponibles 8500 dólares y que hay otro fondo “administrado por la jefatura de la bancada”, sin especificar más, en vez de aplacar las críticas las amplifica.
Es un hecho que por ahora la pérdida de confianza recae únicamente en los diputados, pero de seguir así el descontento sí podría llegar al Ejecutivo. Al menos, eso es lo que plantea la fuente consultada a partir de cómo Bukele está manejando la crisis. Sin embargo, hasta ahora, los principales señalamientos de los seguidores del bukelismo es atacar a los legisladores sin cuestionar a Bukele por su bancada.
“Para este segundo periodo pedí de nuevo confianza y paciencia, para intentar, con la ayuda de Dios, lograr otro milagro. Muchos dijeron que la darían. Y muchos la dieron, pero sólo por 35 días”, escribió Bukele en la red social X, el 7 de agosto pasado. Ese mensaje, que está muy lejos del tono desafiante y draconiano que le caracteriza, es lo único que ha dicho tras la filtración hecha por CiberinteligenciaSV. Desde entonces, Bukele ha tuiteado más sobre su marca de café recién lanzada que de aclarar lo que ocurre con el Órgano Legislativo que controla.
“¿Por qué, si los Diputados hemos mostrado hasta fotos de los colaboradores, salarios, constancia salariales, nombres y cargos? ¿Qué más quisiera conocer? No era esa la pregunta inicial? Presupuesto, nombres, salarios y cargos”, compartió el diputado William Soriano en X, el 13 de agosto pasado, en respuesta del mensaje publicado ese mismo día por Verónica Arias.
El director de Acción Ciudadana recalca que lo expuesto por Soriano no puede considerarse más que una “mezcla” de varias cosas, comenzando porque en términos de transparencia “son peores que las legislaturas comandadas por ARENA y el FMLN”, los partidos que gobernaron El Salvador tras el fin de la guerra civil (1992). “No tienen la información disponible. Sólo cumplen con el 32% de la información. En esos términos, sí hay un grave retroceso de acceso a la información”, sentenció Escobar.