La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, este jueves 22 de mayo, una vasta legislación que redefine la política interna del país. Con una votación de 215 a 214, el proyecto impulsado por el presidente Donald Trump y promovido por el actual presidente de la Cámara, Mike Johnson, pasó al Senado donde se esperan nuevas negociaciones.
La ley incluye recortes fiscales, mayores fondos para seguridad fronteriza, restricciones a programas sociales y una polémica disposición fiscal: un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas al extranjero. Esta medida afecta a millones de migrantes que envían dinero a sus países de origen, muchos de ellos latinoamericanos.
Según la sección 112105 de la propuesta, el impuesto deberá ser pagado por la persona remitente en el momento de la transferencia. La carga recaerá principalmente en los trabajadores migrantes, quienes transfieren parte de sus ingresos a familiares que dependen de esos fondos para sobrevivir.
La medida establece exenciones para ciudadanos estadounidenses que utilicen servicios de proveedores registrados y verificados, pero excluye a millones de migrantes indocumentados, entre ellos cientos de miles de nicaragüenses.
Recortes y plan de gastos
Las remesas representan un pilar económico para Nicaragua: en 2024 superaron los 5200 millones de dólares, según cifras del Banco Central. Una buena parte de estos envíos proviene de Estados Unidos. El nuevo impuesto podría reducir significativamente ese monto, según alertan economistas y defensores de derechos de los migrantes.
El megaproyecto de ley también contempla restricciones al programa Medicaid y a los cupones de alimentos (SNAP), la eliminación de subsidios a energías limpias, y una ampliación de deducciones fiscales para los sectores más adinerados. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que la legislación añadirá 2.4 billones de dólares al déficit en los próximos diez años.
“Este proyecto es una traición al pueblo estadounidense. Le quita a los que menos tienen para dárselo a los que más tienen”, denunció el congresista demócrata Jim McGovern.
La votación fue casi completamente partidaria, con solo dos republicanos sumándose a los demócratas en el rechazo. A pesar de las críticas, Trump celebró el avance legislativo en su red Truth Social: “¡La más grande y hermosa ley en la historia de nuestro país! Ahora el Senado debe actuar rápidamente”.
En los próximos días, el Senado debatirá posibles enmiendas. Sin embargo, si la versión final incluye el impuesto a las remesas, la medida podría tener consecuencias regionales: una disminución de los flujos de envíos, un aumento en el uso de mecanismos informales, y una carga aún mayor para economías como la nicaragüense.