El Gobierno de Gabriel Boric acreditó a un encargado de negocios con cartas de Gabinete que goza de “mucha confianza” y tiene amplios conocimientos sobre Nicaragua, reveló a DIVERGENTES una fuente de la Cancillería chilena. El movimiento ocurre luego de retirar al embajador de Chile en Managua, Francisco Sepúlveda. Las tensiones entre ambos países han aumentado desde la llegada del presidente Boric, quien encabeza una izquierda más crítica hacia los regímenes autoritarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Sepúlveda mantuvo su cargo diplomático desde el 12 de septiembre de 2020 hasta ahora. Una fuente de la Cancillería chilena confirmó que únicamente se acreditó a un encargado de negocios. La fuente se limitó a decir que la persona en el cargo goza de confianza y sabe sobre Nicaragua. Las razones de fondo de esta decisión no fueron mencionadas por la fuente consultada.
Por su parte, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo canceló el nombramiento de su embajadora en Chile, Lilliam del Carmen Méndez Torres, como una muestra de reciprocidad ante la decisión del Gobierno de Chile. Méndez Torres fue designada desde el 17 de febrero de 2021 en el cargo.
El régimen de Ortega y Murillo también canceló el nombramiento de sus embajadoras ante los Gobiernos del Reino de Bélgica, Etiopía, la de la jefa de la misión nicaragüense ante la Unión Europea (UE), según se detalló este miércoles en La Gaceta, Diario Oficial de Nicaragua. La medida se enmarca en los distintos exabruptos producidos por la política exterior caótica que ha caracterizado al régimen en los últimos tres años.
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“Es el reflejo de un aislamiento internacional que cada vez se ensancha más, y también la muestra de que el régimen no es tolerable siquiera para los gobiernos que, de alguna forma, se enmarcan en un espectro progresista, que es al que Ortega ha apuntado siempre”, aseguró un analista en relaciones internacionales nicaragüense que, por temas de seguridad, ha pedido mantenerse anónimo.
Boric desde su campaña apostó por una nueva forma de abordar la política internacional, en la que los derechos humanos se encuentran en un primer plano. Ha cuestionado a los movimientos de izquierdas por el doble estándar de sus discursos hacia los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. “Realmente me molesta cuando eres de la izquierda y entonces condenas la violación de los derechos humanos en Yemen o en El Salvador, pero no puedes hablar de Venezuela o Nicaragua”, aseguró Boric el pasado septiembre en un conversatorio organizado por la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.
Tras elecciones municipales sin competencia realizadas por el régimen el pasado noviembre, el mandatario chileno aseguró que “un proceso electoral que se realiza sin libertad, justicia electoral confiable y con opositores presos o proscritos no es democracia en ninguna parte del mundo”.
“Seguiremos empujando en los espacios multilaterales la necesidad de garantizar en Nicaragua el restablecimiento de las garantías y libertades democráticas propias de un Estado de derecho y fin a todo ataque en contra de personas opositoras”, prosiguió el mandatario desde su cuenta de Twitter.