CISA Exportadora es propiedad de la compañía RRG Capital Management, que hace varios meses compró el 70% de las operaciones e inversiones de Mercon Coffee Group, dirigido por el conocido empresario nicaragüense José Antonio Baltodano. Mercon decidió retirar sus operaciones de Nicaragua, como parte de un proceso de declaración de bancarrota en Estados Unidos.
CISA Exportadora es una de las compañías de café líderes en el mundo, con casi siete décadas de experiencia y que operaba en Brasil, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Vietnam.
La empresa exportaba café nicaragüense de alta calidad al mundo, ya que compraban directamente de los productores nacionales y al mismo tiempo ofrecían asistencia técnica, supervisión y apoyo para mejorar su productividad y calidad.
Según información publicada por Mercon en su sitio web, Dulio Baltodano fundó CISA Exportadora en 1950, y luego fue relevado por su hijo José Antonio Baltodano que la hizo crecer. En la década de los 80, fundó Mercon Coffee Group, que con el tiempo amplió sus operaciones a nueve países, fijó su sede en Países Bajos y una subsede en Barcelona, España.
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La quiebra de Mercon Coffee Group
La empresa divulgó una carta en la que explica que un conjunto de factores, entre climáticos y de mercado, provocaron problemas insostenibles que los obligaron a acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas, en Nueva York, ciudad donde se fundó la empresa en 1982.
Este proceso sigue vigente y le permitirá al grupo que todas sus empresas, incluida CISA Exportadora, sigan operando para cumplir los compromisos que tienen con sus clientes y colaboradores.
“En los últimos tres años las perturbaciones logísticas derivadas de la pandemia, unidas a los efectos de las heladas y la sequía en Brasil, la prolongada retracción del mercado, la volatilidad sostenida de los precios y el rápido aumento de los tipos de interés se han combinado para conformar un entorno operativo excepcionalmente difícil para Mercon”, se lee en el comunicado firmada por Oscar Sevilla, el director ejecutivo de Mercon.
Las posibles consecuencias en el sector cafetalero de Nicaragua
De acuerdo al opositor y economista desterrado, Juan Sebastián Chamorro, el cese de operaciones de CISA Exportadora traería consecuencias financieras en el sector cafetalero y en la economía del país.
Es por ello que propuso a los acreedores de CISA intervengan la empresa y se reanude el proceso de compra y exportación de la semilla, para evitar una crisis en el sector cafetalero.
Otros economistas advierten también que si los productores no consiguen recursos, buscarán cómo obtener dinero para el corte, lo que posiblemente los lleve a vender su producto en los mercados locales en detrimento de la producción exportable, sin ignorar que esa decisión podría incentivar el contrabando.
Los productores también se verán afectados por la disminución en el número de empresas que compiten por captar el grano para venderlo en los mercados internacionales donde, además de CISA Exportadora, también compiten OLAM y Atlantic, así como muchas otras de menor calado.
A esto se suma que los productores requieren financiamiento para pagar el costo (salarios, alimentación, hospedaje, transporte) de la mano de obra encargada del corte; de beneficiar el grano (aquellos que sí lo hacen), y de llevarlo a los centros de acopio de los exportadores.
La respuesta del régimen Ortega-Murillo
Este miércoles, la vicepresidenta Rosario Murillo, aseguró que la quiebra de esta empresa internacional es producto del “sistema capitalista”. Murillo informó sobre la emisión de una nota de prensa en la que explican los problemas financieros de CISA Exportadora en Nicaragua, con consecuencias varios países de la región como Brasil, Guatemala, Honduras y Panamá, eran derivados del “sistema capitalista”, en el cual el dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción desempeña un papel fundamental.
Mediante la nota de prensa, la dictadura se justificó por el cierre de operaciones de CISA Exportadora en Nicaragua ante los rumores por la crisis económica del país, y en cambio, indicó que “este problema está ajeno a la realidad nicaragüense que se encuentra en un momento de crecimiento económico y progreso social”.
“Conocimos la noticia de suspensión de operaciones y quiebra de la empresa internacional CISA Exportadora, que comercializa parte del café nicaragüense en los mercados internacionales. Se trata de una quiebra de operaciones global que no está ocurriendo solamente en Nicaragua”, reza la misiva oficial.
Asimismo, la dictadura advirtió a la empresa exportadora de aplicar las leyes en torno a la crisis que atraviesa tras su cierre de operaciones, pues asegura que CISA aún está en la obligación de responder a “sus compromisos comerciales y financieros” con Nicaragua.
“Como Estado responsable ya estamos haciendo todo lo que, de acuerdo con la Constitución y las leyes, nos corresponda para que la empresa CISA Exportadora cumpla con sus compromisos comerciales y financieros”, agrega.
Finalmente, el régimen de Ortega-Murillo se comprometió con facilitar el comercio y la exportación al sector cafetalero, además de realizar “gestiones con aquellos países interesados en adquirir nuestro café de calidad ahora que hemos abierto nuevos espacios comerciales internacionales”.
El café de Nicaragua tiene como principales mercados de exportación Estados Unidos, Italia, Bélgica, Panamá, Canadá, Alemania, Costa Rica, España, Australia, Suecia, México, Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, según datos oficiales.