Seminaristas en la incertidumbre temen el cierre de centros de formación católicos

El bloqueo de las cuentas bancarias de las diócesis y parroquias ordenado por la dictadura Ortega-Murillo sume en la zozobra a seminaristas y parroquianos, quienes no saben cuáles “son los siguientes pasos a seguir” en medio de la escalada de la persecución religiosa. Por ahora, el miedo ya permea entre los devotos, quienes han disminuido su asistencia a misas para “no ser espiados” por personeros del régimen


La decisión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de congelar las cuentas de la Iglesia Católica de Nicaragua ya surte efectos negativos en los centros de formación religiosos: una fuente de un seminario relató a DIVERGENTES que es “muy probable que cierren operaciones”, ya que no tienen acceso a los fondos bancarios que permiten el sostenimiento de este recinto en el que residen aproximadamente 100 aspirantes a sacerdotes. 

El seminarista, que accedió a hablar bajo anonimato, sostuvo que se encuentran a merced de una solución por parte de las autoridades eclesiásticas para dar una respuesta al golpe económico que ya sufren los centros de formación. “Sabemos que no es nada fácil con la situación económica que está afectando al país, pero seguro que todos nos veremos afectados”, señaló el entrevistado.

La única reacción de la Iglesia Católica, hasta ahora, la ha dado el cardenal Leopoldo Brenes. El purpurado recomendó a la feligresía en una homilía el pasado 27 de mayo a “no perder la calma”, y a no “escuchar publicaciones que exageran”, en referencia a los medios de comunicación, a pesar que la Policía confirmó en un comunicado el congelamiento de las cuentas de las diócesis. El seminarista dijo con asombro no entender la postura de Brenes. 

“Ni mucho menos sabemos qué está pasando, pero en el seminario esperamos lo peor, tomando en cuenta el impacto económico”, dijo la fuente religiosa. “Lo que dice el cardenal no es lo que dicen todos los obispos. No sabemos si no está bien informado o no maneja exactamente qué impacto va a tener esta situación económica. Lo cierto es que hasta este momento no nos han dicho cuál es la situación ni los siguientes pasos a seguir”. 

Recibe nuestro boletín semanal

Como órgano colegiado, la Conferencia Episcopal ha evitado referirse al tema, a pesar que el régimen acusa a la entidad eclesiástica de supuesto lavado de dinero. Unos señalamientos sin pruebas vertidos en una nota de prensa por la Policía Nacional el mismo 27 de mayo, cuando el cardenal criticó a los medios de comunicación.

En cambio, Brenes insistió en hacer caso omiso de las distintas publicaciones en redes sociales que, durante los últimas semanas, han alertado sobre el recrudecimiento de la represión contra las distintas diócesis del país, al igual que el arresto de los sacerdotes Pastor Eugenio Rodríguez Benavides y Leonardo Guevara Gutiérrez, quienes fueron extraídos de sus parroquias en Jalapa y Estelí respectivamente. 

“Esperamos lo peor”, asegura religioso

Seminaristas en la incertidumbre temen el cierre de centros de formación católicos
Foto de archivo de EFE.

Por otro lado, el miedo y la autocensura es palpable en la comunidad católica. Un laico —que también DIVERGENTES entrevistó bajo anonimato— resaltó que la comunidad católica vive en una constante incertidumbre, ya que una nueva modalidad de espionaje es enviar a simpatizantes sandinistas a las misas. “Incluso hay cierta desconfianza hacia los vicarios por el mismo terror implantado por el gobierno”, dijo el feligrés. 

Otro laico de la ciudad de León relató que en los espacios pastorales se abstienen de hacer comentarios críticos al gobierno, ya que en la diócesis que dirige el obispo Socrátes René Sándigo “hay personas que son simpatizantes sandinistas”. 

“Vivimos incertidumbre por todos lados: por el norte, sur, el este y el oeste… ya no sabés si al llegar a misa hay alguien que te está llegando a vigilar. Tampoco sabés si el sacerdote es parte de la resistencia que está haciendo la población creyente o es parte del otro lado (gobierno)”, dijo el devoto.

Un sacerdote resaltó que la comunidad católica está viviendo “la peor de las desgracias”. En principio porque la constancia con la cual se realizaban las eucaristías ha mermado. Tienen únicamente celebración de la palabra, porque las misas han pasado a segundo plano por el acoso que viven los templos y sus parroquianos. 

A pesar de que la feligresía desafió en Semana Santa las prohibiciones de las procesiones y colmó los templos, el miedo ha aflorado en las últimas semanas en las que más sacerdotes han sido detenidos. En la iglesia Santa Martha, ubicada en el reparto San Juan, en Managua, la cantidad de devotos en las misas ha disminuido notablemente.

“Las misas en Santa Martha son bien concurridas, porque el párroco es bien conocido y querido. Pero últimamente hay poca afluencia de personas en las misas. El miedo de nosotros es que un día digan que no van a celebrar más misas. Que se acabó”, dijo un ciudadano que asiste a esa parroquia. 

Dictadura expulsa a más religiosas del país

Seminaristas en la incertidumbre temen el cierre de centros de formación católicos
Foto de archivo de EFE.

Lejos de amainar la represión, la mañana de este 30 de mayo la Policía de la dictadura ocupó las instalaciones del Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac, en Yalí, Jinotega. La noticia fue dada a conocer por la investigadora en temas religiosos Martha Patricia Molina, quien redactó en su cuenta de twitter sobre el hecho.

“El instituto tiene más de 30 años de fundación; pertenece a las religiosas de Hijas de Santa Luisa de Marillac. Pobladores de Yalí dicen que ‘entraron por la noche como ladrones’”, alertó Molina en la red social.

El lugar estaba rodeado por miembros de la policía desde el 29 de mayo y a las monjas del instituto les retiraron la residencia. Migración y Extranjería ordenó su inmediata expulsión de Nicaragua y las religiosas nicaragüenses fueron recluidas en su convento.

La investigadora Martha Patricia Molina insiste que esta serie de “ataques brutales” contra el cristianismo en general pretende “erradicar la fe cristiana”. “El objetivo del régimen es moldear una religión a su medida, donde el sandinismo sea la nueva ‘religión’ y los Ortega-Murillo los dioses que se adoren”, dijo. “La arremetida de la dictadura va hacia dos vías: hacia la Iglesia Católica y la iglesia evangélica. Ya la Iglesia, a través de la historia, ha pasado por momentos difíciles y este es un momento más que se va a superar. Creo que es el momento también que los laicos estemos más de cerca, no solo dando el apoyo religioso producto de la oración, sino también el apoyo financiero que va hacer falta y el acompañamiento humanitario”, expresó la experta.

El periodista especializado en temas católicos, Israel Espinoza, manifestó que el reto para los católicos en el país es perseverar la fe. “Yo creo que consolidar la fe debe de ser un reto muy grande para los obispos de Nicaragua. No es el momento tal vez de las grandes declaraciones, de comunicados señalando directamente al régimen, pero sí es momento que desde las bases, parroquias y grupos parroquiales organizar una estrategia de estimulación de la fe”, sugirió el comunicador.


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.