Alemania rechazó este martes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, las acusaciones vertidas por Nicaragua de facilitar un “genocidio” en Gaza, al brindar apoyo político y militar a Israel.
Durante más de dos horas, los representantes alemanes en La Haya intentaron refutar la recriminación del Gobierno nicaragüense que sostiene que Alemania violó la Convención de la ONU sobre el Genocidio, creada después del Holocausto, al suministrar armas a Israel.
“Rechazamos las acusaciones infundadas de Nicaragua y no hay razón para que la CIJ emita órdenes provisionales”, afirmó la directora general de Asuntos Jurídicos de Alemania, Tania von Uslar-Gleichen. “Somos plenamente conscientes de nuestras obligaciones en virtud de la Convención sobre el Genocidio y del derecho internacional humanitario. Y las cumplimos”, subrayó asimismo la jefa del departamento jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Managua exigió a la CIJ que tome “medidas provisionales”, es decir, que imponga órdenes urgentes mientras la Corte examina el caso en su conjunto. En concreto, Nicaragua reclama medidas para impedir que Berlín proporcione armas y otros tipos de asistencia a Israel. Las decisiones de la Corte son vinculantes, pero carecen de mecanismos de ejecución.
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El lunes pasado, día de inicio de las audiencias, Nicaragua criticó a Alemania por su apoyo a Israel, considerando “patético” que Berlín le suministre armas al Gobierno israelí al tiempo que entrega ayuda humanitaria a Gaza, una presentación que Alemania juzgó “extremadamente parcial”.
La acusación de Nicaragua
En la tarde del 1 de marzo, Nicaragua inició un proceso contra Alemania por “facilitar la comisión de genocidio” y por incumplir “su obligación de hacer todo lo posible para impedir la comisión de genocidio”.
De este modo, cumplió parcialmente su intención previamente anunciada de iniciar procedimientos contra Canadá, Alemania, los Países Bajos y el Reino Unido, por incumplimiento de sus obligaciones en virtud de la Convención contra el Genocidio de 1948.
Las alegaciones nicaragüenses se basan en un primer caso presentado por Sudáfrica en enero de 2024, en el que jueces de La Haya ordenaron a Israel que tomara “todas las medidas posibles” para evitar actos genocidas.
Nicaragua acusa a Alemania de complicidad en el genocidio ya que, a su parecer, el Gobierno federal suministra armas a Israel y suspendió los pagos a la organización de ayuda palestina, tras las acusaciones de que algunos empleados de la UNRWA —la agencia de la ONU para los refugiados palestinos—, apoyaban a la organización terrorista Hamás.
El abogado internacional Christian Tams, quien también representa a Alemania ante la CIJ, respondió ante el Tribunal que la suspensión de los pagos no tuvo ningún impacto en el importe de la ayuda.
De hecho, Alemania es el mayor donante particular, con 254 millones de euros en el último año y medio y, en lugar de suspender el apoyo luego del inicio de la guerra el 7 de octubre, triplicó con su ayuda humanitaria a los palestinos en los territorios ocupados.
Tams también negó, como asegura el régimen de Nicaragua, que las exportaciones de armas alemanas a Israel alentaron el genocidio, y se refirió a los estrictos requisitos de aprobación que llevan a cabo los diferentes ministerios germanos.
Nicaragua pidió cinco medidas provisionales, tales como que Alemania “suspenda inmediatamente su ayuda a Israel, en especial la asistencia militar”.
También pidió a la Corte ordenar a Alemania “revertir su decisión de suspender el financiamiento de la UNRWA”, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
En enero pasado, Alemania suspendió la financiación de esa agencia de la ONU, después de que Israel denunciara que funcionarios de la UNRWA participaron en los ataques cometidos por el grupo terrorista Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre. Berlín dijo que suspendía la financiación mientras durase la investigación de ese asunto.
Este martes, Tams afirmó que Alemania había reanudado su financiación, algo “que Nicaragua ignoró”.
“Alemania está dejando su posición absolutamente clara, de que apoya cualquier cosa que haga Israel”, declaró a los periodistas, tras la sesión, el embajador nicaragüense en Países Bajos, Carlos José Francisco Argüello Gómez. “Nicaragua mantiene que es una violación del derecho internacional”, insistió.
La defensa de Alemania
El Gobierno alemán contradijo la versión del país centroamericano. “Alemania no ha violado ni la Convención contra el Genocidio, ni el derecho internacional humanitario”, declaró un portavoz del gobierno alemán. Así lo demostraría ante la CIJ. A la hora de conceder licencias para la exportación de armas, el Gobierno alemán respeta el derecho internacional”, afirmó el portavoz. Alemania presentó su postura a los 16 jueces del tribunal de la ONU este martes pasado. Se espera una decisión en unas dos semanas.
Tania von Uslar-Gleichen, asesora jurídica del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores, también declaró a los periodistas en la CIJ: “Alemania no ha violado ni directa ni indirectamente la Convención sobre el Genocidio ni el derecho internacional humanitario”. Al contrario, Alemania está profundamente comprometida con el derecho internacional.
En 2023, aproximadamente el 30% de las compras de equipo militar de Israel provinieron de Alemania. Desde el ataque de Hamás, Berlín ha concedido cuatro permisos para la exportación de armas de guerra; en tres casos se trataba de munición de entrenamiento, y en un caso de armas antitanques.
“Las referencias hechas por Nicaragua a proyectiles de artillería o municiones que se utilizarían en Gaza simplemente no tienen conexión con la realidad”, aseguró la defensa alemana, que también considera que las acusaciones de Nicaragua son jurídicamente cuestionables y que el tribunal no tiene competencia. De hecho, se dudó que Alemania pudiera ser cómplice de un genocidio, cuando el tribunal aún no ha establecido que este haya sido perpetrado supuestamente por Israel.
El abogado británico, Samuel Wordsworth, también representante de Alemania, subrayó: “Las acusaciones no podrían ser más graves y las medidas solicitadas tienen efectos directos e indirectos en terceros países”. Precisamente por eso se necesitan pruebas reales de una opinión claramente contraria, “y no, en el mejor de los casos, una apelación apresurada y a medio terminar ante el tribunal”.
Se espera una decisión de los 16 jueces en unas dos semanas.
Las dudas sobre el suministro de armas a Israel
El caso presentado por Nicaragua el lunes en La Haya plantea nuevas interrogantes sobre la responsabilidad de los países que han suministrado armas a Israel para la guerra en Gaza.
Michael Becker, profesor de derecho en el Trinity College de Dublín, explicó a la BBC el lunes que existe incertidumbre sobre las obligaciones de los Estados de prevenir el genocidio o garantizar el respeto del derecho humanitario.
El caso contra Alemania, aseguró, podría ayudar a aclarar la cuestión. “Según el derecho internacional, los Estados también pueden ser considerados responsables de ayudar o asistir a las violaciones del derecho internacional por parte de otro Estado”, observó.
“Pero, el derecho internacional sobre ayuda o asistencia en la comisión de un acto ilícito está lleno de incertidumbre. Por ejemplo, puede no estar claro si Nicaragua necesita demostrar que Alemania sabía que su asistencia a Israel conllevaba el riesgo de contribuir a violaciones del derecho internacional, o que Alemania buscaba ese resultado”.
El reproche a Nicaragua
Los críticos del caso han destacado el oscuro historial de derechos humanos de Nicaragua, donde el régimen Ortega-Murillo ha encarcelado a opositores y prohibido las protestas.
En marzo, la misión del Reino Unido ante la ONU acusó al gobierno de llevar a cabo una represión “implacable” de los derechos humanos.
Los dos pasos de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia despertaron diferentes reacciones entre los estudiosos del derecho internacional. En la red social X, antes Twitter, algunos señalaron con razón el carácter autoritario del Gobierno de Nicaragua y sus violaciones de derechos humanos, sugiriendo a veces la falta de autoridad moral de Nicaragua para señalar con el dedo a otras naciones. Algunos académicos también cuestionaron las intenciones de Nicaragua.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha determinado que el Gobierno de Daniel Ortega detuvo arbitrariamente a opositores políticos, tomó medidas enérgicas contra las voces disidentes, ignoró los derechos humanos de las mujeres y las niñas y no abordó los asesinatos y ataques contra los pueblos indígenas.
El mismo día que Nicaragua presentó su demanda contra Alemania, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió que “la situación de los derechos humanos, en Nicaragua, continúa cayendo a un ritmo alarmante”.
En el escenario internacional, las relaciones exteriores de Ortega con Rusia no le va mejor, ya que reconoció a Crimea como parte de Rusia en 2014 y votó en contra de las resoluciones de la ONU que condenan la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. En este contexto, los expertos aseguran que no sería inverosímil pensar que Nicaragua haya tomado en consideración la necesidad de mejorar su posición internacional.