El Salvador y Guatemala con menor Inversión Extranjera Directa, según la CEPAL

Un estudio de la Cepal destacó que El Salvador fue el único país de Centroamérica con flujos negativos en 2022, mientras que en Guatemala se registró una caída, pero al menos ha regresado al “promedio histórico”. El equipo de DiverCheck te explica


Centroamérica registró números positivos con respecto a la Inversión Extranjera Directa (IED), en términos generales, mientras que El Salvador fue el país centroamericano que, en 2022, perdió inversión del exterior. El año pasado, El Salvador registró entradas negativas de IED por $101 millones, una variación de -133% con relación al 2021.

Según el Banco Central de Reserva (BCR), es la primera vez que el flujo de la IED neta cierra en negativo desde 2010. En aquel entonces, la economía salvadoreña estaba en recuperación de la crisis financiera de 2009.

“Esta situación se explica por desinversiones en el sector de manufacturas (-294 millones de dólares), que no pudieron compensarse con las inversiones en servicios, que también se redujeron con relación a 2021 (-35%)”, explica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en uno de los fragmentos de su informe sobre Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, presentado el lunes en Santiago de Chile.

La caída de las inversiones desde España y Panamá explica, en gran medida, el comportamiento en 2022, con entradas negativas (-321 millones de dólares desde España y -32 millones de dólares desde Panamá). El país con mayores inversiones fue México, seguido con montos menores por los Estados Unidos, Honduras y Suiza.

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La inversión extranjera en El Salvador se encuentra lejos de recuperar los niveles registrados previo a la pandemia. En 2018 fue de $826 millones y en 2019 llegó a $636 millones.

Por otro lado, Guatemala recibió $1,352 millones en inversión extranjera al término de 2022, una cifra que se desplomó en $2,109 millones (un 60.9 %) respecto a 2021. Aunque hubo una caída, destaca la Cepal, los ingresos de IED han regresado al “promedio histórico”.

Crecimiento en la mayoría de Centroamérica

El Salvador y Guatemala con menor Inversión Extranjera Directa, según la CEPAL

El documento recoge que los ingresos de la inversión extranjera crecieron un 55.2 % en América Latina y el Caribe, una dinámica “congruente” con la recuperación pospandemia, aunque alertó que no está claro si se mantendrá en los mismos niveles en 2023.

El resultado fue diferente para Centroamérica, donde hubo una baja de 11.9 %, debido principalmente a la caída en los ingresos de inversión en Guatemala y El Salvador. En total, el istmo recibió $9,813 millones en IED, $1,331 millones por debajo del saldo de 2021.

Del istmo, Costa Rica registró el mayor volumen de IED, en hasta $3,673 millones. Seguido de Panamá, con $2,513 millones.

Honduras recibió $1,082 millones el año pasado, un 35.2% superior a la registrada en 2021, y Nicaragua captó $1,294 millones en IED, un 6% más que en 2021. Nicaragua es el único país del istmo que no da información por sector u origen de la IED, por lo que no es posible identificar hacia donde se dirigieron estos recursos o de donde provienen.

Inversión en energía

La agencia de Naciones Unidas destacó que los anuncios de inversión en energía limpia han sido uno de los principales motores de la IED en América Latina en las últimas dos décadas, que han llegado a superar los $170,000 millones entre 2005 y 2022.

El 80 % de esta inversión fue captada por Brasil, Chile, México, Panamá y Perú. La Cepal señala que la mayoría de estos anuncios han sido procesos de reconfiguración y se ha orientado a energías renovables.

En este rubro, El Salvador destaca con inversiones, aunque su monto no supera los $3,000 millones. El proyecto más oneroso es la construcción de la primera planta de gas natural licuado (GNL), de Energías del Pacífico, en la que se invirtieron $1,125 millones.

La Cepal señala que la región de América Latina y el Caribe se volvió un destino clave para las inversiones de la Unión Europea después de que perdieron rentabilidad en los mercados europeos.

Las empresas europeas son responsables del 63 % de los anuncios de inversión en energía entre 2005 y 2022.