El secretario general de la Alcaldía de Managua asignó entre 2018 y 2020 un total de 26 millones 169 mil 910 dólares para ejecutar. Sin embargo, el inicio de la obra se ha pospuesto en dos ocasiones y tan solo se ha avanzado con movimientos menores. Pese a los retrasos, el mandamás de la comuna ha entregado millonarios contratos a un viejo conocido: el supercontratista Santiago Arturo Chávez Esquivel. La ampliación de la Pista Juan Pablo II es una obra que nació en la opacidad, subsiste por la ambición, pero tiene un “freno de mano” aplicado por organismos multilaterales debido a las violaciones a los derechos humanos del régimen
Gonzalo* está solo. A su alrededor se encuentran únicamente casas abandonadas a punto de caer y un predio vacío que ocupan los vagabundos como basurero. “Estoy varado”, dice el hombre cuya propiedad, al igual que la de sus vecinos debía ser adquirida por la Alcaldía de Managua para que no bloqueara la ampliación de la Pista Juan Pablo II, un megaproyecto al que la municipalidad le asignó entre 2018 y 2020 un total de 927 millones 985 mil 35 córdobas (26 millones 169 mil 910 dólares al cambio oficial). Sin embargo, la construcción se ha pospuesto no una, sino dos veces. Y a pesar de que la comuna ha “informado” de un grueso presupuesto de gasto ejecutado proveniente de préstamos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la realidad es completamente opaca: las obras alternas “construidas” son pocas y la mayoría de los contratos han sido asignados a Santiago Arturo Chávez Sequeira, el supercontratista de la institución que, además, es un viejo conocido del secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno.
La primera vez que Moreno habló con certeza sobre la ampliación de la Pista Juan Pablo II fue en 2017. En una conferencia de prensa que ofreció a medios oficialistas al finalizar un recorrido por los barrios orientales de Managua, dijo que habían “presentado la iniciativa (del proyecto) al BEI y al BCIE, así que esperamos en un corto tiempo tener un acuerdo y anunciar el inicio de la obra”, expresó.
La confirmación de la megaobra ocurrió en septiembre de ese mismo año. Según la información publicada en La Gaceta, diario oficial, Nicaragua recurriría a préstamos con el BCIE por 105.4 y con el BEI por 136 millones de dólares, respectivamente. Con la ampliación de la Pista Juan Pablo II, se pretendía la construcción de seis pasos a desnivel y duplicar a cuatro los carriles que existen desde los semáforos de La Robelo, en Carretera Norte, hasta el desnivel del Siete Sur, para aliviar el paso de una de las principales arterias viales de la capital por la que circulan unos 50 mil vehículos diarios.
En teoría, la obra tenía previsto arrancar en el último trimestre de 2017 o el primero de 2018. Sin embargo, se pospuso no una, sino dos veces. “Aunque no lo dijeron, el primer retraso fue a raíz de la crisis sociopolítica de 2018”, dijo una fuente vinculada a la Alcaldía de Managua consultada para este artículo. Luego, en enero de 2021, Fidel Moreno reconoció ante los medios de comunicación que la pandemia había afectado el desarrollo del proyecto en el 2020. “Ya disponíamos de los recursos financieros, pero los efectos retrasaron algunos procesos del mismo”, manifestó.
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Aunque ha habido retrasos en el megaproyecto y se ha pospuesto su inicio en dos ocasiones, Fidel Moreno ordenó que se le asignaran millonarios recursos del presupuesto municipal en el 2018, 2019 y 2020 al desarrollo de la obra para beneficiar a Chávez Sequeira y a otros empresarios desconocidos por concejales de la comuna para este tipo de proyectos.
Las obras que autorizó Moreno y cuya información está en poder de este medio fueron solo de despejes y las mejoras en algunas calles de barrios cercanos a la Pista Juan Pablo II. La municipalidad olvidó a los ciudadanos que todavía estaban negociando la venta de sus casas, como Gonzalo.
“Aquí vinieron trabajadores de la Alcaldía en 2018. Acordamos que íbamos a negociar a inicios de 2019 la venta de la propiedad. Yo estaba alegre porque me iban a dar una buena suma, hasta contraté un abogado. Pero en todos estos años solo he perdido. El abogado me demandó porque se suponía que le iba a pagar de lo que recibiera, pero nunca me compraron. Y ahora yo estoy varado. Mis vecinos se fueron, dicen que les hicieron promesa de pago y los reubicaron, pero no sé más nada. Varios estamos así”, afirmó este ciudadano.
DIVERGENTES, en alianza con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y utilizando la comuna de datos NINA, revisó el detalle de los presupuestos de 2018, 2019 y 2020 ejecutados por la Alcaldía de Managua. El análisis realizado reveló que la megaobra gastó del presupuesto asignado un total de 927 millones 985 mil 35 córdobas (26 millones 169 mil 910 dólares al cambio oficial). En teoría la suma de esos fondos deberían ser tanto nacionales como de los préstamos del BCIE y del BEI, pero la realidad es otra.
Según la documentación oficial en poder de DIVERGENTES, en 2018 se ejecutó un total de 8 millones cinco córdobas. Sobre las obras ejecutadas relacionadas a la ampliación de la Pista Juan Pablo II aparecen dos contrataciones: la primera es una actualización de estudio por un monto de 14 millones 993 mil 700 con 30 centavos de córdobas y la segunda corresponde a otra actualización por 723 mil 177 con 50 centavos de córdobas. Montos que sumados superan lo que supuestamente se ejecutó ese año. Pero además salieron de las arcas municipales y no de los fondos internacionales.
“Es un proyecto opaco que no ofrece detalles de lo que realmente se presupuesta y se ejecuta. Se opera a las órdenes de Fidel Moreno sin que nadie corrija o replique el por qué de estas variaciones”, dijo una fuente municipal consultada para este artículo que pidió el anonimato por seguridad.
En 2019 la Alcaldía autorizó la ejecución de 374 millones 900 mil córdobas para la obra. Sin embargo, en ese año, de acuerdo a la documentación en poder de DIVERGENTES, la municipalidad solo ejecutó el despeje de obras y vías de acceso en los tramos I y IV por un monto de 60 millones 040 mil 250 córdobas; y contrató por 621 mil córdobas a un experto para ejecutar los servicios de correlación, interpretación y reestructuración de estudios de la pista. De nuevo los fondos salieron de las cuentas nacionales.
“No sé sabe adónde fueron a parar los otros 300 millones de córdobas. Pudo existir un desfalco y todo pasa como si nada. Lo único claro, además de la opacidad, es que los contratos que se ejecutaron fueron destinados a los allegados de Fidel Moreno”, expuso la fuente cercana a la municipalidad.
En 2020 la comuna ejecutó un total de 545 millones 085 mil 30 córdobas en la ampliación de la Pista Juan Pablo II. Sin embargo, en los registros que deberían ser públicos y que están en poder de DIVERGENTES, sólo aparece una contratación por el despeje de las vías y obras en los tramos II y III por un costo de 57 millones 653 mil 175 córdobas. Según el detalle de la adjudicación, esta ha sido el único desembolso financiado por el Banco Europeo de Inversiones. Mucho menos de los 136 millones de dólares acordados.
La fuente municipal que habló con DIVERGENTES advirtió que del total asignado (927 millones 985 mil 35 córdobas) en tres años, lo único visible hasta ahora son unas cuantas obras que la mayoría han sido financiadas con recursos propios y solo una con el préstamo del BEI.
Es decir, que de los casi 1.000 millones de córdobas que se han adjudicado al proyecto en tres años, solo se conocen de la ejecución de 134 millones 031 mil 304 córdobas. Del restante de dinero asignado para la ampliación de la pista (793 millones 953 mil 731 córdobas) no se tiene información. Tampoco de las obras que supuestamente ha ejecutado la municipalidad con fondos externos.
“Les pusieron un freno de mano, pero no quieren admitirlo. Solo han ejecutado con dinero del presupuesto nacional y una pequeña parte con lo que soltó el Banco Europeo”, dijo la fuente cercana al gobierno sandinista que fue consultada por este medio de comunicación.
DIVERGENTES consultó a dos fuentes vinculadas al Gobierno Central sobre el supuesto freno de mano que impusieron en sus desembolsos los bancos internacionales. De acuerdo a la declaración de estos dos funcionarios, lo único ejecutado es lo reflejado en el contrato por el despeje de las vías y obras en los tramos II y III por un costo de 57 millones 653 mil 175 córdobas, que efectivamente fue financiado por el BEI.
“Los retrasos son un ‘freno de mano’ de parte de los bancos por las violaciones a los derechos humanos cometidos por el gobierno. Es la información que manejamos. Pero él (Fidel Moreno) decide continuar con su proyecto fetiche porque peleó mucho para que se lo dieran a la Alcaldía. Comenzó a desarrollar algunas obras mínimas como despejes de áreas, compra de algunas propiedades y mejora de calles alternas, pero eso no va a pasar ahorita”, refirió una de las fuentes de gobierno.
El 22 de agosto de 2017 se realizó el dictamen favorable para el contrato de préstamo número 2194 con el BCIE. El decreto especifica que es para financiar parcialmente el proyecto “Rehabilitación de la Pista Juan Pablo II y Construcción de Pasos a Desnivel”, por un monto de 105.4 millones de dólares.
Entre las condiciones financieras del préstamo se establece que habría un período de gracia de tres años, sin embargo, DIVERGENTES corroboró que hasta el día de hoy no se ha realizado ningún tipo de desembolso para el proyecto. A través de una revisión al Presupuesto General de la República se constató que los desembolsos no han entrado a las arcas del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
DIVERGENTES envió una solicitud de información al BEI para conocer si en efecto hubo algún freno en el desembolso del préstamo, sin embargo, hasta la publicación de este artículo no obtuvimos respuesta. También se hizo la misma gestión con el BCIE y respondieron que la solicitud podría tardar hasta dos meses en ser respondida.
Aunque la Alcaldía de Managua ha reservado la información del detalle de ejecución de los casi 1.000 millones de córdobas asignados al proyecto de la ampliación de la Pista Juan Pablo II, DIVERGENTES tiene en su poder la copia de los contratos que ha adjudicado hasta ahora para las obras menores en el tramo de construcción.
La primera revelación es que la municipalidad dirigida por Fidel Moreno, sancionado por el Gobierno de Estados Unidos por corrupción, benefició a la empresa “Chávez y Chávez Construcciones Sociedad Anónima”, una de las selectas compañías que en los últimos años ha recibido de la comuna capitalina diversos proyectos a través de procesos irregulares. A la compañía, propiedad de Santiago Arturo Chávez Sequeira, le fueron otorgados para el proyecto de la ampliación de la pista dos contratos que sumaron 117 millones 693 mil 426 córdobas (3 millones 324 mil 673 dólares).
El primer contrato fue adjudicado en 2019 por el despeje de vía y obras de acceso en los tramos I y IV de la Pista Juan Pablo II. Este salió de fondos municipales y estuvo valorado en 60 millones 40 mil 250 córdobas.
El segundo contrato fue entregado a Chávez Esquivel en 2020. Estos fondos salieron de un desembolso que hizo el BEI por un monto de 57 millones 653 mil 175 córdobas por el despeje de vía y obras de acceso en los tramos II y III de la pista.
Chávez Esquivel es un contratista que de acuerdo a investigaciones pasadas realizadas por DIVERGENTES, ha logrado captar buena parte de los proyectos de construcción que la Alcaldía de Managua ha impulsado en el viejo centro de la capital, como parte de la ambición presidencial por remozar la céntrica Avenida Bolívar y el Puerto Salvador Allende —un atracadero y zona de restaurantes—, para convertirlos en sitios de esparcimiento y diversión. Todos bajos contratos irregulares.
Chávez Sequeira nació el 13 de abril de 1983 en Managua. “El oficio de la familia siempre fue la construcción”, aseguró una fuente cercana al empresario, quien aceptó hablar a cambio de que se omitiera su nombre. “Él pertenece a una familia humilde y trabajadora. Su negocio siempre fue la venta de materiales. Les daba para el día a día, no era algo ostentoso”, afirmó.
La casa de Chávez Sequeira es ahora una fortaleza flanqueada por un enorme muro color blanco, dos portones y unas jardineras muy bien cuidadas. La residencia cuenta con una enorme piscina. La dirección de la casa del empresario es similar a la que usa su empresa “Chávez y Chávez Construcciones Sociedad Anónima”, con la que ha ganado decenas de proyectos por contratación simplificada.
Paralelo a las obras que construía en Managua, el ingeniero Chávez Sequeira fue el encargado de remodelar el Estadio Independencia de Estelí bajo las mismas figuras contractuales que usaba en la capital: contrataciones simplificadas. La remodelación despuntó en 2013, cuando todavía Fidel Moreno era presidente del club Real Estelí, un cargo al que renunció en agosto de 2018, luego de que Estados Unidos lo sancionara por estar involucrado en actos de corrupción.
A Sellin Figueroa, concejal opositor de la municipalidad, no le “suenan” ninguno de los nombres de los contratistas que la Alcaldía de Managua ha buscado para desarrollar obras mínimas que tienen que ver con la ampliación de la Pista Juan Pablo II. “No, para nada. No sé de dónde salieron”, afirmó.
Un empresario de la construcción que solicitó el anonimato por seguridad también fue consultado sobre las empresas que fueron beneficiadas con millonarios contratos. “Para ser honesto no las había escuchado. Yo licito y nunca me los he encontrado. No puedo decirte más”, refirió.
Una de las empresas a la que se le adjudicó un contrato valorado en 14 millones 993 mil 700 córdobas fue “Desarrollo y Creación de Infraestructura, Sucursal Nicaragua”, cuyo apoderado generalísimo es Luis Roberto Rosales Velásquez, un ciudadano de origen guatemalteco y que fue nacionalizado nicaragüense en el 2014.
La obra con la que se le benefició fue la actualización de estudios de la Pista Juan Pablo II, I etapa (servicios profesionales para el diseño de los componentes colector sanitario, cauce oriental, comunicaciones y diseño eléctrico alternativa número dos).
Aunque la megaobra fue anunciada por Fidel Moreno desde 2017 y en teoría se planificó hasta un presupuesto para las obras a ejecutar, el contrato que recibió la empresa “Desarrollo y Creación de Infraestructura, Sucursal Nicaragua”, fue otorgado bajo contratación simplificada, un proceso que únicamente es válido cuando se trata de una obra de urgencia frente a un desastre natural.
Este modus operandi ha demostrado ser efectivo en la Alcaldía de Managua. Aunque la misma Ley de Contrataciones Administrativas Municipales (Ley 801) deja un vacío legal para maniobrar con margen, un experto en temas municipales alertó que esta práctica irregular da cabida a la corrupción, que sí está penada en Nicaragua.
“Es un proceso ilegal porque están simulando situaciones de urgencia para aplicar un procedimiento y poder contratar a quienes ellos quieran, a quienes les dé la gana. No hay control sobre eso. Esta es una salida a la corrupción. Y este es un modelo que se repite en todos los municipios de corte oficialista; usan este procedimiento a más no poder”, dijo el experto.
La otra empresa que fue beneficiada con contratos para la megaobra fue “Maltez Ingenieros y Cia. Ltda.”, cuya apoderada general de administración es Karla Vanessa Rostrán Sarria. La contratación que se le adjudicó fue la “Actualización de estudios de Pista Juan Pablo II, primera etapa (componente: revisión, aprobación, asistencia técnica y supervisión de los diseños estructurales adicionales)”.
A Rostrán Sarria se le concedió en 2017, el proyecto “Mejoramiento vial intersecciones Las Piedrecitas y Siete Sur: Revisión, aprobación y asistencia técnica y supervisión estructural” por un monto de 66 mil 125 dólares, bajo la modalidad de contratación simplificada.
Aunque quien figura en los documentos legales es Rostrán Sarria, una fuente ligada a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) confirmó a DIVERGENTES que quien lleva la voz de mando en la empresa es Julio César Maltez Montiel, exdecano de la Facultad de Ingeniería en ese recinto.
DIVERGENTES llamó a Rostrán Sarria para indagar sobre la forma en que fue adjudicado el contrato a su empresa y los tiempos de entrega de dicho trabajo. “Le voy a dar un número para que hable con el ingeniero que le puede responder esas preguntas”, indicó. El contacto que facilitó fue el de Maltez Montiel.
De acuerdo a la fuente municipal, Maltez tiene buenas relaciones con el secretario de la Alcaldía y por eso ha recibido algunos proyectos en la comuna. Llamamos al número de Maltez Montiel para preguntarle sobre el vínculo con Moreno y el contrato que le adjudicó la municipalidad para la megaobra.
“No tengo ningún vínculo. Nuestra empresa trabaja como cualquier otra. Participamos en licitaciones privadas y públicas”, dijo Maltez sobre la presunta cercanía con Moreno. Acerca del contrato que recibió y el trabajo que hizo para la ampliación de la Pista Juan Pablo II, el ingeniero respondió que no podía brindar ningún detalle porque había firmado una cláusula de confidencialidad y que cualquier consulta debía realizarse en la Alcaldía.
El tercer contrato adjudicado por la Alcaldía para el proyecto de la ampliación de la pista fue a Marvin José Valle Orozco, un geólogo a quien le encargaron la correlación, interpretación y reestructuración de estudios, geofísicos, geotécnicos y geológicos en intersecciones de la Pista Juan Pablo II. Por este proyecto recibió 621 mil córdobas.
Sellin Figueroa es uno de los pocos, o el único, concejal de la Alcaldía de Managua que ha cuestionado los movimientos inusuales de la administración sandinista en la municipalidad. La última vez que denunció una irregularidad fue en octubre de este año cuando solicitó la entrega del Plan de Inversión Anual (PIA) 2022 con las enmiendas incorporadas por la Comisión Especial, para discutir y aprobar en la sesión extraordinaria.
Su denuncia tuvo eco. Finalmente le entregaron el documento pero una vez aprobado, es decir, sin la revisión que había solicitado. “Ellos hacen lo que quieren, siempre ha sido así”, dice el concejal del partido Ciudadanos por la Libertad, mismo cuya personería jurídica fue eliminada por el Consejo Supremo Electoral previo a las elecciones sin competencia del siete de noviembre.
Sellin tiene organizado todo lo que corresponde a los presupuestos aprobados y ejecutados por la Alcaldía de Managua. Cuando le preguntamos por la megaobra de la ampliación de la Pista Juan Pablo II, fue contundente: “Eso está paralizado, solo despejes han hecho”.
El concejal explicó que las obras alternas que se han hecho estos años no han salido del presupuesto que estaba destinado para la Pista Juan Pablo II, sino, del que normalmente planifica la Alcaldía de Managua todos los años para los barrios de la capital.
Por ejemplo, en su página oficial de Facebook Fidel Moreno hizo una publicación en la que expuso que en octubre de este año la municipalidad finalizó la construcción del puente vehicular y el mejoramiento de infraestructura vial ubicado entre los barrios Pablo Sexto del Distrito III y Óscar Turcios, del Distrito I.
“Este puente, funcionará como vía alterna de circulación vehicular, para cuando iniciemos las obras mayores del megaproyecto de ampliación de la Pista San Juan Pablo II, que unirá la Carretera Sur y Norte”, expuso Moreno.
Según la documentación en poder de DIVERGENTES, el proyecto si se realizó pero no con fondos provenientes del BCIE o el BEI. La información detalla que el dinero salió del presupuesto municipal y en la descripción no menciona absolutamente nada que tenga que ver como una obra referencia para la ampliación de la Pista Juan Pablo II.
“Lo que están haciendo es mantener una burbuja, porque no quieren que explote esa ilusión. Todos los años, desde 2018, vienen con que este año sí se hace la Juan Pablo, y llegamos al final de diciembre y lo que vemos es un presupuesto ejecutado pero no la obra”, agregó el concejal electo por el partido Ciudadanos por la Libertad.
Sellin cuestionó la opacidad de la Alcaldía de Managua respecto a los montos que son ejecutados, pero no detallados sobre las contrataciones que supuestamente se han realizado para obras alternas y para, según las autoridades municipales, el inicio del proyecto.
“No hemos visto ninguna ejecución propiamente sobre la pista. Sí han hecho obras aledañas para desvío, pero se invierten con otros fondos. Desconozco los detalles de los desembolsos del BCIE y el BEI. Lo que puedo asegurar es que son pocos fondos los que se están destinando para la magnitud de una obra que nos han vendido”, expresó.
A Gonzalo, el poblador que está “varado” y que todavía no le han comprado su propiedad, le dijeron que después de las elecciones sin competencia del siete de noviembre, las autoridades municipales arreglarían la venta de su terreno. “Ojalá vengan, porque estoy en una zozobra…”, nos dijo angustiado.
A lo lejos, a unos diez kilómetros de su propiedad, una pala mecánica arrancan los árboles de la pista. Fidel Moreno, el secretario de la Alcaldía, dijo que están siendo “removidos por la construcción de la moderna y amplia pista”. Sellin no confía en la afirmación del funcionario de la municipalidad. Quizás, porque desde 2018 dicen lo mismo y no arrancan con la soñada megaobra.