El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo selló este viernes las confiscaciones contra al menos tres organizaciones de la sociedad civil canceladas en el primer semestre del año por la Asamblea Nacional. Una de las afectadas en esta jornada de apropiaciones fue el Centro Humboldt, cuya personería jurídica fue despojada el 17 de marzo. La Policía llegó a las instalaciones del centro, en Managua, con un tractor y un camión de la Alcaldía para sacar los objetos que quedaban.
Una fuente de la Alcaldía consultada por DIVERGENTES aseguró este viernes que Tania Aguilar, jefa de Medioambiente y Urbanismo del Distrito 1 es quien opera las confiscaciones de Centro Humboldt, La Corriente Feminista y Operación Sonrisa, también tomadas este viernes. La fuente asegura que Aguilar llegó a inicios de la semana sin policías a visitar las instalaciones de las oenegés.
El Centro Humboldt fue constituido en 1990, con el principal objetivo de llevar a cabo estudios de medioambiente y manejo de recursos naturales. Su personería jurídica fue cancelada en marzo de 2021, junto a otras 28 organizaciones de la sociedad civil, en una acción represiva que la dictadura ha ejecutado desde 2018 contra los organismos independientes que operaban en el país.
Confiscaciones son “ilegales”
Por su parte, María Teresa Blandón, directora de La Corriente, aseguró a este medio que la confiscación es un “acto ilegal”. “Repudiamos este acto, pero también sabemos que estamos como muchas otras organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en general que estamos en un estado de indefensión, porque no contamos con un poder judicial independiente donde podamos recurrir ante estas leyes y estos actos violatorios”, agregó la académica nicaragüense.
La Corriente ha trabajado durante 28 años temas de derechos hacia las mujeres, tolerancia y cultura de paz. Recientemente, se encargaba de dar talleres sobre perspectiva de género a jóvenes y periodistas nicaragüenses. El régimen arrebató la personería a estos organismos por ser críticos contra la gestión sandinista en los últimos 13 años. Sin embargo, también han sido afectadas otras organizaciones de carácter humanitario.
La otra oenegé confiscada es Operación Sonrisa, la cual deja de operar en el país después de 30 años de realizar cirugías a niños y bebés con labio y paladar hendido. A lo largo de estos años hemos realizado más de 11 mil procedimientos quirúrgicos gratuitos en 124 jorna quirúrgicas y se han brindado más de 128,700 servicios de salud”, informó la organización tras su cancelación en marzo.
Los legisladores sandinistas alegan que estas oenegés no han cumplido con los requisitos que exige el Ministerio de Gobernación (Migob) ni con la Ley de Agente Extranjeros, que castiga la financiación con fondos del exterior. No obstante, las autoridades del Migob se negaron a recibir la documentación que el Centro Humboldt y otras organizaciones han facilitado para evitar el cierre. El régimen impuso una serie de trabas para ejecutar finalmente la cancelación.
Recientemente, el régimen también ha cancelado misiones religiosas, como la de las Hermanas de la Caridad, fundada por Santa Teresa de Calcuta. Las monjas que administraban un asilo y un hogar de acogida en Nicaragua tuvieron que salir en menos de 48 horas hacia Costa Rica.