Un jurado federal en una corte de Nueva York condenó al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, también conocido como JOH, de 55 años de edad, por los cargos expuestos en la acusación formal: delitos de importación de cocaína y el uso de armas. Está previsto que Hernández sea sentenciado el 26 de junio próximo.
“Juan Orlando Hernández abusó de su cargo como presidente de Honduras para gestionar el país como un Estado narcotraficante donde se permitía a narcotraficantes violentos operar prácticamente con impunidad, y la población de Honduras y Estados Unidos se veía obligada a sufrir las consecuencias”, expresó el fiscal general Merrick B. Garland.
“Como lo demuestra la condena de hoy (8 de marzo), el Departamento de Justicia está desmantelando el ecosistema entero de redes de narcotráfico que perjudican al pueblo estadounidense, sin importar cuán lejos o cuán alto tengamos que llegar”, añadió.
“Cuando el líder de Honduras y el líder del cártel de Sinaloa trabajan mano a mano para enviar drogas letales a las comunidades estadounidenses, ambos deben rendir cuentas en Estados Unidos”, señaló Anne Milgram, de la Administración de Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA). “Este caso debe transmitir un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley ni fuera de nuestro alcance”.
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“Díganle al mundo: yo soy inocente. Las quiero mucho”; esas fueron las palabras que Juan Orlando Hernández dijo a sus cuñadas después de recibir el peso de tres cargos relacionados con el narcotráfico en la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Los cómplices de Juan Orlando Hernández
Más de dos decenas de cómplices criminales, políticos, militares y policías fueron mencionados en el juicio, que inició el pasado 20 de febrero. Entre ellos se encuentra Ramón Matta Waldurraga, absuelto por la justicia hondureña en diciembre de 2023 por cargos de lavado de activos. Alexander Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán, aseguró que Waldurraga participó en la reunión en la que se conspiró para matar al zar antidrogas, Julián Arístides González.
También fue mencionado en reiteradas ocasiones el expresidente Porfirio Lobo, por recibir dinero del narcotráfico para su campaña política, a cambio de protección. Así mismo, se señaló al exdiputado nacionalista Reynaldo Ekónomo por recibir dinero del crimen organizado. Asimismo fueron nombrados de recibir coimas, el expresidente y actual asesor Manuel Zelaya Rosales, el secretario del Congreso, Carlos Zelaya, y el diputado del Partido Liberal, Mauricio Villeda.
En el caso de los empresarios hondureños, según uno de los testigos, que se identificó como “El Contador”, Fuad Jarufe presenció en su oficina los pagos de sobornos de Geovanny Fuente, al entonces presidente Hernández.
Además, entre los agentes de seguridad mencionados estuvo Julián Pacheco Tinoco, quien ocupó el cargo de ministro de Seguridad entre 2015 y 2021, y señalado de facilitar el tráfico de drogas en el territorio hondureño.
Los fiscales aseguraron en su acusación que Hernández abogó públicamente por medidas antidrogas, mientras dentro de su círculo íntimo protegía y se beneficiaba de los narcotraficantes. Manipuló los procesos de extradición para favorecer a aquellos que le pagaban sobornos, lo que le permitió mantener el poder en Honduras.
Igualmente, los fiscales estadounidenses señalaron que tanto Hernández como sus cómplices utilizaron a las instituciones hondureñas, incluida la policía y el ejército, para proteger y expandir sus operaciones de tráfico de drogas, recurriendo a la violencia y al asesinato para mantener el control sobre el comercio de cocaína en Honduras.
Varios de los coconspiradores de Hernández ya han sido condenados y sentenciados en relación con esta investigación. Entre estos, el hermano de Hernández, Juan Antonio Hernández Alvarado, también conocido como Tony Hernández, condenado tras un juicio en octubre de 2019 y que recibió la pena de cadena perpetua.
Geovanny Fuentes Ramírez, un violento traficante de cocaína que se reunió con Hernández en múltiples ocasiones para dialogar sobre su asociación en el narcotráfico, fue condenado tras un juicio en marzo de 2021 a condena perpetua.
Más recientemente, Juan Carlos Bonilla Valladares, también conocido como “El Tigre”, exjefe de la Policía Nacional de Honduras, se declaró culpable de participar en la conspiración para importar cocaína y tiene fecha prevista para sentencia el 25 de junio.
Mauricio Hernández Pineda, exmiembro de la Policía Nacional de Honduras y primo de Hernández, quien se declaró culpable de participar en la conspiración para importar cocaína y está previsto que sea sentenciado el 2 de mayo.
En total, Hernández y sus coconspiradores llevaron a cabo el envío de más de 400 toneladas de cocaína con destino a Estados Unidos a través de Honduras durante su mandato presidencial.
Lo que le espera a Hernández
“Juan Orlando Hernández tuvo todas las oportunidades para ser un promotor del bien en su Honduras natal. En vez de ello, optó por abusar de su cargo y de su país en su propio beneficio y se asoció con algunas de las organizaciones de narcotráfico más grandes y violentas del mundo para transportar toneladas de cocaína a Estados Unidos”, explicó el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams.
“Espero sinceramente que esta condena envíe a todos los políticos corruptos que puedan considerar seguir un camino similar el siguiente mensaje: deben tomar una decisión diferente. Mi oficina no se detendrá ante nada en su propósito de investigar y enjuiciar a los responsables de enviar veneno a esta comunidad, sin importar cuál sea su estatus o el poder político que tengan”.
Hernández fue condenado por tres cargos:
- Conspirar para importar cocaína a Estados Unidos, para lo que se prevé una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de condena perpetua.
- Utilizar y llevar ametralladoras y artefactos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y tenencia de ametralladoras para facilitar dicha conspiración, lo cual conlleva una pena consecutiva obligatoria de 30 años de prisión.
- Conspirar para utilizar y llevar ametralladoras y artefactos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y tenencia de ametralladoras para facilitar dicha conspiración, lo cual conlleva una pena máxima de condena perpetua.
Se espera que la sentencia final del 26 de junio sea la pena máxima de condena perpetua. El caso es investigado por la Unidad de Investigaciones Bilaterales de la División de Operaciones Especiales de la DEA, la OCDETF (Organized Crime Drug Enforcement Task Forces, New York Strike Force), y la Oficina asignada al país en Tegucigalpa. El Departamento de Justicia agradeció al Gobierno de Honduras la extradición de Hernández a Estados Unidos.
Los abogados defensores del expresidente han dicho que apelarán a la Corte, y miembros del Partido Nacional en Honduras expresaron que Hernández no tuvo un juicio justo. En las afueras del edificio de la Corte, un grupo de hondureños cantó el himno nacional de Honduras, en una especie de celebración por la condena del expresidente.
*Con información de Contracorriente Honduras.