Lo dicho:
“En los 90, llegando el gobierno neoliberal quisieron arrebatarle, robarle la cooperativa a los transportistas”.
Clasificación:
Verificamos:
El supuesto intento de robo a los transportistas en los años 90 es engañoso. Si bien es cierto que durante la Revolución Sandinista se crearon “cooperativas”, estas en realidad eran grandes empresas estatales como ENABUS (transporte urbano) y ENABIN (transporte interurbano). Esto provocó que abandonaran a su suerte al tradicional pequeño y mediano propietario.
De hecho, el auge de las cooperativas de transporte no se dio durante la Revolución Sandinista en la década de los ochenta, sino que comenzó en 1990: en específico cuando el Frente Sandinista Nacional (FSLN) perdió el gobierno y decenas de miles antiguos funcionarios, exsoldados del Ejército y del Ministerio del Interior, perdieron sus empleos. Con el poco dinero que recibieron como indemnizaciones laborales, compraron camionetas y buses usados para trabajar como transportistas. Después de 1990, los organismos sandinistas se debilitaron, pero las cooperativas de transporte crecieron en número y en fuerza social combativa.
En el período (1990-2006), ante la debilidad de los sindicatos y de los organismos, las cooperativas de transportes fueron la fuerza de choque del opositor FSLN para crear y mantener un nuevo status quo del poder.
Teniendo como contexto una enorme inestabilidad social, en septiembre de 1993 se produjo el primer gran paro nacional del sector transporte contra el pago del Impuesto a la Tenencia de Activo Vehicular Terrestre, conocido como ITV. El gobierno tuvo que retroceder en la aplicación del ITV. Para contener la ofensiva de las cooperativas de transporte, el gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro fomentó la creación de organizaciones democráticas del sector transporte, como CANITRANS en el sector interurbano y FETRACANIC en el sector de carga.
Sin embargo, el paro nacional del transporte de 1993, fue utilizado por el FSLN para reactivar el diálogo tripartito entre el Gobierno, la Unión Nacional Opositora (UNO) y el FSLN, bajo la vigilancia de la Organización de Estados Americanos (OEA). En estas negociaciones se acordó el respeto al período presidencial de Violeta Barrios de Chamorro y que el general Humberto Ortega pasara a retiro hasta después de la aprobación del nuevo Código Militar.
A partir de 1999, con el pacto Ortega-Alemán, el FSLN dejó de utilizar al sector transporte como fuerza de choque contra los gobiernos de turno. Uno de los ejes de la campaña electoral de Daniel Ortega en el año 2006 fue que el FSLN garantizaría que, con la ayuda venezolana, Nicaragua no sufriría los embates del alza del petróleo. Sin embargo, en mayo de 2008 Ortega enfrentó el primer paro de los transportistas que duró más de 11 días.