La oferta de Nayib Bukele para “arreglar” Haití

Nayib Bukele quiere replicar su “guerra contras las pandillas” que ejecutó en El Salvador, en Haití, en donde se vive una grave crisis de seguridad. Mientras Bukele propone implementar el plan que diseñó para su país en 2019, el secretario de Estado de EE.UU. se reúne con los países del Caribe en busca de una solución. El equipo de Diver-Check te explica


El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que puede arreglar la grave crisis de violencia que sufre Haití si cuenta con el visto bueno de las autoridades locales y de Naciones Unidas, e insistió en que es posible “aniquilar” a las bandas haitianas, haciendo alusión a lo que denomina como la “victoria” que  consiguió en El Salvador. 

“Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y que estén cubiertos todos los gastos de la misión”, publicó Bukele en inglés en su cuenta de X, cerca de la medianoche del sábado, en reacción al mensaje de un usuario.

Sin embargo, el presidente salvadoreño no dio ningún detalle de qué haría para “arreglar” la situación de Haití, que vive una espiral de violencia desatada por las pandillas armadas, principalmente en la capital Puerto Príncipe, con hospitales bajo ataque, una crisis de escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas.

Estos grupos y una parte de la población exigieron la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, quien finalmente dimitió este lunes por la noche ante las presiones de la comunidad internacional. 

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Ariel Henry, quien se encuentra en Puerto Rico por miedo a un magnicidio, anunció la noche del lunes que permanecerá en el cargo hasta la creación de un consejo presidencial de transición y la formación de un nuevo Gobierno que tome las riendas de un país en una situación muy crítica. 

El video compartido por Bukele 

En las redes sociales circula un video en el que se muestra a miembros de una banda de supuestos caníbales en Haití comiéndose lo que parece ser una persona. La grabación fue compartida el domingo por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para referirse a la crisis del país caribeño. Sin embargo, el video ya tiene varios años.

Las imágenes de un supuesto caníbal haitiano retomado por Bukele, no pertenece a la crisis de violencia que vive actualmente Haití y circula en Internet al menos desde el año 2021, según constató Infodemia

Fue compartido en YouTube en el canal Altanto TV, acumulando más de medio millón de reproducciones. Las imágenes están siendo dadas de baja en X por todas las cuentas que replicaron la supuesta información. Actualmente, se desconoce el contexto real del video y desde su publicación, el video no fue desmentido, ni confirmado por autoridades de Haití.

La paz a través de una tregua

A pesar que Nayib Bukele no fue muy específico en su propuesta de plan para “arreglar” Haití, según expertos en seguridad, su modelo no funcionaría en el país caribeño. 

El “modelo Bukele” ha sido pactar y sacar a los líderes pandilleros de las cárceles y arrestar a los rasos de forma masiva, junto con miles de inocentes. Sin embargo, en Haití, los líderes pandilleros han sido liberados sin necesidad de negociar con el Gobierno.

A eso hay que sumar que los haitianos ya vivieron una dictadura y saben lo que sucede cuando un hombre concentra todo el poder. Un ejemplo claro han sido los Duvalier. Además, los mareros salvadoreños pudieron ser muy sanguinarios, pero estaban muy por debajo de la capacidad bélica del G-9, el G-Pèp o la banda de los 400 Mawozo en Haití. 

Por otro lado, la comunidad internacional sabe que cualquier atisbo de tregua pasa por negociar con las pandillas, que controlan la mayor parte de Puerto Príncipe. Antes dominaban los barrios más pobres, pero han extendido su poder por el resto de la ciudad. No resulta realista pensar en un escenario de relativa paz, sin alcanzar un acuerdo con estos grupos armados. 

Haití a la espera de una fuerza de apoyo multinacional

Nayib Bukele Haití
Captura de vídeo que muestra al primer ministro interino de Haití, Ariel Henry, durante el anuncio de su dimisión.

Haití está a la espera del despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia, que en octubre pasado aprobó Naciones Unidas. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se comprometió a entregar 100 millones de dólares más para financiar una esperada fuerza de seguridad de 1000 soldados de Kenia.

La contribución propuesta por EE.UU. para la fuerza de seguridad asciende ahora a 300 millones de dólares, tras el anuncio de Blinken, con otros 33 millones designados para asistencia humanitaria.

Blinken ha insistido en la necesidad de frenar esta deriva caótica con la instauración de un nuevo Gobierno que permita mantener en pie las instituciones, por débiles que sean. Ahora mismo no hay ni asambleístas, a los que se les acabó su periodo en 2023 y por falta de comicios, no han podido ser renovados. La dimisión de Ariel Henry ha sido parte del plan propuesto por la comunidad internacional. 

El presidente del grupo CARICOM y presidente de Guyana, Irfaan Ali, dijo: “Aceptamos su renuncia luego del establecimiento de un consejo presidencial de transición y el nombramiento de un primer ministro interino”.

El presidente Ali señaló que el consejo presidencial de transición tendría dos observadores y siete miembros con derecho a voto, incluyendo representantes de varias coaliciones, el sector privado y la sociedad civil y un líder religioso.

Matthias Pierre, exministro de elecciones en Haití, declaró a la BBC que ahora las pandillas están presionando para formar parte de cualquier acuerdo de poder al que se llegue, añadiendo que dicha negociación política sería imposible sin el “respaldo” de una fuerza armada internacional.

La situación de violencia en Haití

Nayib Bukele Haití
Manifestantes incendian neumáticos durante una protesta este martes en Puerto Príncipe, Haití. EFE/ Johnson Sabin

En las últimas semanas, Puerto Príncipe, ha vuelto a ser escenario de un aumento de la violencia entre las bandas que se disputan el control de la capital, después de que 4500 presos lograron escapar de la principal cárcel de la ciudad, el pasado fin de semana.

Ese fue el inicio de una nueva ola de violencia que las ineficientes y poco preparadas fuerzas de seguridad haitianas no han sido capaces de hacer frente. El asunto ha derivado en una crisis humanitaria. En este momento escasean los combustibles, el agua, la comida y los productos de primera necesidad que no han podido entrar por el puerto de la capital, que permanece cerrado. Cientos de contenedores continúan varados.

El país permanece incomunicado con el exterior después de que se hayan cerrado los principales aeropuertos. Los delincuentes han quemado comisarías, comercios y viviendas.

La revuelta la lidera Jimmy Chérizier, alias Barbecue, un expolicía que había amenazado con desatar una guerra civil —esta sí de alta intensidad— si Henry no ponía su cargo a disposición.

La ONU estima que en Haití operan 200 pandillas, grupos organizados que usan “armas de fuego sofisticadas” y se dedican al “tráfico de armas o drogas, extorsión, secuestro, asesinato, violencia sexual y desvío de camiones”. Unas 23 bandas operan en la capital y controlan el 80% del territorio del país caribeño. 

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) 362 000 personas están actualmente desplazadas en Haití, una cifra que creció un 15% desde principios de año.