La otra promesa de Ortega: ¿99% de cobertura nacional de energía eléctrica?

Daniel Ortega aseguró en enero de este año que en 2021 tendrán un 99% de cobertura eléctrica nacional. Esta afirmación ha sido una de las promesas más importantes a lo largo de todo su gobierno. El discurso del comandante fue sometido por el equipo de Fact-Checking de DIVERGENTES a un análisis para determinar qué tan cierto es.


El 11 de enero del 2021 el comandante Daniel Ortega, entre lectura de fragmentos de poemas y textos “antiimperialistas” de Rubén Darío, aseguró que su gobierno se estaba “acercando al 100% de la cobertura nacional” en energía eléctrica, y que a finales de este año se debería lograr dicha meta. 

Pero, ¿qué tan cercano está el régimen de Daniel Ortega de conseguir el 100% de cobertura eléctrica en Nicaragua? El equipo de Fact-Checking lo clasifica como poco confiable. Como todo en el país, el hermetismo y la falta de acceso de información, sumada a la desconfianza existente hacia el gobierno, crea ciertas dudas en cuanto al avance en el acceso a la electricidad. 

En una entrevista realizada en el programa Informe Pastrán el día 16 de febrero del 2021, el ministro de Energía y Minas, Salvador Mansell, dijo que en enero 2021 lograron alcanzar el 98.55% de la cobertura eléctrica y que la meta para este año es llegar al 99%. 

A pesar del incremento de la inversión del país en energía renovable, datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y del Banco Mundial (BM) no se encuentran actualizados y los últimos son del año 2017 y 2018 respectivamente. Además de eso, al realizar una comparación de los porcentajes de cada entidad, no hay una similitud con las afirmaciones de Mansell y Ortega.

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Aunque el régimen exponga que la meta del 99% está cerca, lo cierto es que la falta de publicación de datos no respaldan sus aseveraciones. Nicaragua participa en el BIEE (Base de Indicadores de Eficiencia Energética en América Latina y el Caribe) desde el año 2014 con el objetivo de construir una base de datos para identificar el desempeño del sector energético. Sin embargo, el primer y único informe existente pertenece al año 2015, llamado Primer Informe Nacional de Monitoreo de Eficiencia Energética. 

En el año 2020, la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) publicó el informe Panorama Energético de América Latina y el Caribe. En el documento señalaron que recibieron los datos a través de funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (MEM). En dicho informe se refleja en la gráfica de tasa de electrificación un porcentaje cercano al 99%.

Sin embargo, la misma OLADE define como tasa de electrificación al porcentaje de habitantes que cuentan con servicio eléctrico frente al número total, el cual se obtiene dividiendo el total de habitantes servidos por la población total del país, expresando el valor en porcentaje.

Los expertos en el tema coinciden en que la ampliación en el circuito eléctrico que menciona el Gobierno no es completa como lo aseguran en sus notas de prensa. Primero porque no es lo mismo el porcentaje de cobertura y el número de habitantes que poseen el servicio de energía eléctrica. 

Tampoco es lo mismo invertir para ampliar el circuito de energía eléctrica y que luego no exista el acceso interconectado, que es muy costoso, para desarrollarlo en zonas aisladas. Los expertos consideran que estos datos no son presentados por el régimen porque es probable que si los muestran, su afirmación de cobertura nacional flaquee porque el número de habitantes con servicio sea muy bajo.

Para respaldar la narrativa de cobertura eléctrica nacional los expertos advierten que el Gobierno incluye proyectos baratos que al final no tienen mayor impacto en la ciudadanía. Un ejemplo es la inauguración de 12 proyectos de electrificación por medio de paneles solares en el municipio de Río San Juan en febrero de este año, cuya inversión asciende a C$43,354,535.76 según la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel). 

Este tipo de proyectos se impulsan porque son mucho más baratos que la aplicación del acceso interconectado en las pequeñas comunidades. No son viables porque tienen poca potencia. Tanto el panel, la batería y el inversor a la larga hace que se encarezca la instalación de estos sistemas. Y luego de la instalación, no hay un seguimiento, quien dé mantenimiento y cuido al sistema, y en el caso de las baterías su duración es de seis años máximo. 

Y a pesar de la importancia de las energías renovables, cuando se hace un análisis de la matriz energética, encontramos que hay energías limpias que no son estables.  

En Nicaragua, el mayor generador de energía eléctrica era Alba Generación, el consorcio tiene una capacidad instalada de 293 megavatios que actualmente se encuentra inhabilitada debido a las sanciones. A eso hay que agregar que desde 2008, no hay plantas eléctricas nuevas y la única que representa la potencia firme es la planta hidroeléctrica Larreynaga, cuya capacidad instalada es de 17 Megavatios y fue un proyecto de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL).