La repetida manipulación de Ortega sobre William Walker

Daniel Ortega ofreció dos veces seguidas esta semana discursos antiimperialistas y confrontantes. El mandatario habló nuevamente sobre William Walker y volvió a retorcer los datos históricos para su conveniencia política. El equipo de Diver-Check te cuenta


Lo dicho:

“Entonces, bueno, esto se convirtió en una ruta que les daba mucha seguridad a los ciudadanos norteamericanos, hombres y mujeres que cruzaron nuestro territorio y fue, precisamente, ya en el mes de febrero que este territorio chiquito, una población ínfima, pero con hombres y mujeres con coraje, como lo ha tenido siempre nuestro pueblo, de un valor, de una dignidad; le propinó la primera derrota a los invasores yanquis, a los expansionistas yanquis, que habían sido llamados por uno de los partidos, para que los apoyaran en la disputa por la ruta y que se les pudiese adjudicar a otra empresa que estaba coludida con ese partido”. Lunes 11 de septiembre de 2023.

“Esta es una fecha emblemática para toda Centroamérica, porque para estos días hace 167 años ya se estaban dando los combates contra los invasores yanquis encabezados por William Walker, y donde Nicaragua, uniendo esfuerzos también con otros Pueblos Centroamericanos, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, estando todos convencidos que si el yanqui se apoderaba de Nicaragua, donde ya para estos días hace 167 años el yanqui ya era presidente de Nicaragua, William Walker, imagínense, Presidente de Nicaragua, acompañado del embajador yanqui”. Martes 12 de septiembre de 2023. 

Clasificación:

Engañoso - Los datos no son suficientes para afirmar la información.

Verificamos:

El relato hecho por Daniel Ortega es engañoso. William Walker fue abandonado por el entonces embajador de Estados Unidos luego de proclamarse como presidente de Nicaragua. Esta no sería la primera vez que Ortega cambia datos históricos para crear una narrativa que sirva para su conveniencia. Además, los grupos de filibusteros no estaban apoyados por ningún partido político. 

William Walker llegó a Nicaragua en 1855, junto a un grupo de reclutas conocidos como “Los Inmortales”. El país se encontraba inmerso en una guerra civil, y éste luchó al lado del bando democrático, que pretendía derrocar al presidente legitimista Fruto Chamorro Pérez. Sin embargo, a medida que avanzaba en sus campañas militares, logró asumir el poder mediante unas elecciones amañadas, en las cuales resultó elegido presidente de la nación.

Como consecuencia, el 8 de diciembre de 1855, el Gobierno de Estados Unidos prohibió la salida de expediciones hacia Nicaragua. Debido a esto, oficiales fueron despachados para impedir la violación a las leyes. Walker, por su parte, trataba de mantener conversaciones con el gobierno a través de su representante Parker H. French, pero el comisionado fue ignorado por el Secretario de Estado William L. Marcy. Asimismo, a pesar de que el representante diplomático estadounidense en Nicaragua John H. Wheeler, amigo y seguidor del filibustero, había reconocido el gobierno de Walker el 10 de noviembre, fue desautorizado por el gobierno de su país en cumplimiento de las disposiciones del tratado Clayton-Bulwer. 

El Tratado Clayton-Bulwer fue un tratado firmado el 19 de abril de 1850 entre los Estados Unidos y el Reino Unido, para neutralizar sus influencias e impedir que dichos países pudieran colonizar o controlar algún país de Centroamérica.

Eventualmente, Walker llegó a la Presidencia de la República, y Wheeler reconoció rápidamente al nuevo régimen. Ya sea que esta acción represente o no una desobediencia intencional a sus instrucciones de Washington, Wheeler fue retirado por el Secretario de Estado William L. Marcy en 1856 y renunció en marzo de 1857. Extrañamente, en la “Lista de Oficiales Diplomáticos de EE. UU., 1789-1939” en el Centro Federal de Registros, East Point, Georgia, indica que Wheeler fue reelegido el 23 de diciembre de 1857, pero, de ser así, aparentemente se negó a servir.

Por otro lado, los “filibusteros” aparecieron entre los años 1840 a 1860, generalmente influenciados por la doctrina del Destino Manifiesto. Esta ideología respaldaba que el país se expandiera sobre los territorios no conquistados de Norteamérica y, en general, sobre el Hemisferio Occidental.​ De acuerdo con este ideario, no bastaba la ocupación de territorios extranjeros como Texas o California, también era justificable conquistar países como Canadá, México, Cuba o los de Centroamérica.

Es por ello, que los filibusteros organizaron “cuerpos militares privados”, que provocaban guerras no autorizadas y emprendían campañas contra territorios normalmente en estado de paz con Estados Unidos. Uno de ellos fue Gaston de Raousset-Boulbon quien el año 1852 se trasladó a Sonora mediante una compañía minera en búsqueda de plata, la cual era conformada en su mayor parte por un grupo de socios de origen francés, pues las leyes mexicanas prohibían a estadounidenses colonizar la zona. Sin embargo, la empresa fue relegada y los “filibusteros” intentaron una campaña militar para tomar Hermosillo que acabó en fracaso.​ 

Raousset-Boulbon intentó otra expedición en 1854 y terminó sus días fusilado por el ejército federal mexicano. Otro aventurero que tuvo el mismo final fue Henry A. Crabb quien murió fusilado en Caborca el 6 de abril de 1857. A pesar de todo, el mismo William Walker justificaría estas operaciones:

“Lo que por ignorancia llaman filibusterismo no es el producto de una pasión o de un deseo desmedido; es el fruto de los instintos seguros e infalibles que obran de acuerdo con leyes tan antiguas como la creación”. ​