La repetida mentira del orteguismo sobre la reforestación en Nicaragua

Los diputados orteguistas de la Asamblea Nacional insisten en que Nicaragua es un país más reforestado. Sin embargo, datos de distintos organismos reflejan una realidad distinta a lo planteado por el régimen Ortega-Murillo


Lo dicho:

“Gracias a la ‘Campaña Verde que te quiero Verde’, Nicaragua es un país más reforestado”.

Clasificación:

Falso - La información no es verdadera

Verificamos:

El supuesto dato de que Nicaragua es un país más verde es falso. Nicaragua alberga la segunda selva tropical más grande del hemisferio occidental, después del Amazonas. La reserva de la biosfera Bosawás es considerada el bioma más rico del planeta, según la UNESCO. 

Sin embargo, Nicaragua es uno de los países con la mayor tasa de deforestación del mundo, con una pérdida de una quinta parte de su cubierta forestal desde la década de los 2000, reportó en junio de 2020 el sitio de noticias medioambientales Mongabay, con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La deforestación en el país es atribuida a los asentamientos ilegales en zonas boscosas, la tala indiscriminada, la explotación minera y la ganadería invasiva; pero, reportes recientes indican que el daño ambiental se ha dado con el consentimiento del régimen Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En un informe de noviembre de 2021, el Proyecto de Información sobre la Delincuencia Organizada y la Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés), una organización internacional de investigación periodística, vincula el aumento de la deforestación en Nicaragua con el régimen de Ortega-Murillo y su creciente control del poder en el país. 

Datos analizados por Our World in Data, iniciativa científica dirigida por académicos de la Universidad de Oxford, indican que los bosques de Nicaragua desaparecieron a un ritmo anual medio de más del 2.5% entre 2015 y 2020, cuando, según el OCCRP, el régimen de Ortega-Murillo tomó el control directo del Instituto Nacional Forestal (INAFOR) de Nicaragua.

Las investigaciones del OCCRP surgen de una filtración masiva de documentos del INAFOR, que muestra cómo las presuntas prácticas corruptas del régimen fomentan el desastre medioambiental. 

Este desastre ha sido alimentado por la corrupción dentro del INAFOR y facilitado por los Ortega-Murillo. Los datos de INAFOR muestran que Rosario Murillo y otros funcionarios públicos intervinieron directamente en el trabajo de la agencia, utilizándola para repartir favores a empresas vinculadas políticamente.

En su reporte de 2020 Nicaragua: Una revolución fallida, el grupo de estudios estadounidense Oakland Institute revela que el régimen de Ortega-Murillo ha ofrecido a potenciales inversionistas más de siete millones de hectáreas (equivalente al 60% del territorio nacional) para concesiones mineras, y casi cuatro millones de hectáreas (el 30% del territorio) para proyectos forestales.

El régimen ha estado “ignorando descaradamente la crisis climática y la deforestación masiva en el país”, puntualiza Oakland Institute en su reporte. Sin embargo, el régimen afirma que a septiembre de 2023 se había realizado la siembra de 3 636 434 plantas con lo cual se ha contado con el protagonismo de las comunidades organizadas en todo el país y de los jóvenes del Movimiento Ambientalista Guardabarranco. 

“Además se ha logrado la restauración de 321 000 hectáreas con las campañas de reforestación y restauración agroforestal. Para este año 2024, la meta es establecer 6 200 viveros con la producción de 29.4 millones de plantas”.