La pandemia de la COVID-19 dejó al descubierto la vulnerabilidad del sistema de salud nicaragüense aunque Daniel Ortega afirme lo contrario. En julio del 2020 el comandante aseguró que la construcción de 19 hospitales en sus 13 años de gobierno, “fortaleció” la red hospitalaria y facilitó la atención del sistema público a los ciudadanos durante la pandemia.
El equipo de Fact- Checking de DIVERGENTES clasificó esta afirmación como engañosa. No precisamente por el colapso del sistema de salud (en países con mayor desarrollo que el nuestro ocurrió lo mismo), sino porque la red hospitalaria no está del todo completa. En algunos casos se construyó sobre viejas instalaciones y en otros las obras han tenido retrasos.
Para entender por qué la calificación de su discurso es necesario explicar algunos puntos:
En la lista publicada por los medios oficialistas agregan como “nuevo” el Hospital Solidaridad, en Managua. Sin embargo, esta infraestructura reemplazó a una instalación del INSS llamada Policlínica Oriental, que luego en el 2007 se fusionó con algunos asegurados del Hospital Alemán y se nombró Hospital Metrópoli Xolotlán, cuyo nombre se mantiene en los documentos legales. En el 2011 se construyeron los edificios de Emergencias y Hospitalización y se nombró oficialmente Hospital Solidaridad.
Recibe nuestro boletín semanal
A pesar de las remodelaciones y los anexos como la segunda área de Consulta Externa, el Hospital Solidaridad no debería incluirse en la lista de los 19 centros que abandera el gobierno. Las estructuras iniciales estaban desde hace muchos años atrás. Tampoco deberían incluirlo como un hospital de referencia nacional, porque solo atienden a los asegurados.
Es importante destacar que durante el período 2012-2017, según la información de los informes de liquidación del Presupuesto General de la República, se reportó una “baja ejecución” del gasto capital alegando “retrasos en los desembolsos por parte de los donantes”.
Los hospitales primarios de San Juan de Río Coco, en Madriz, y el de Tipitapa, en Managua, se encuentran mencionados en el Informe de liquidación del Presupuesto General de la República del año 2009, refiriéndose solamente como “Construcción Hospital Primario San Juan del Río Coco, El Sauce y Tipitapa” previamente afirmando que “se invirtió en la construcción de hospitales primarios por el orden de C$112.6 millones”.
El equipo de DIVERGENTES no pudo verificar información sobre el hospital primario Blanca Aráuz Pineda. El CMP Jinotega, que se encuentra en la lista de los hospitales construidos por el gobierno de Daniel Ortega, es un centro médico previsional que fue inaugurado en el año 2017. Sin embargo, no se encontró ninguna información de otro tipo.
No se obtuvo ninguna respuesta de parte de la oficina de acceso a la información pública y divulgación del Ministerio de Salud (MINSA).
A pesar que la mayoría de hospitales que mencionan como nuevas construcciones, una parte de ellos han sido reemplazados mediante remodelaciones y extensiones de servicios hospitalarios ya existentes como es el caso del Hospital Dr. Fernando Vélez Páiz cuya infraestructura física fue ampliada, y los servicios médicos y quirúrgicos fueron incorporados, aunque no se encuentra en el lugar original. El área de la nueva infraestructura corresponde al mismo distrito. Sin embargo, la cobertura y la calidad del servicio no ha mejorado para atender a una población cada vez más creciente.
Hospitales en construcción
“Y están en construcción, no se paró la construcción, no se ha parado, ni se paró en abril 18 ni se ha parado ahora la construcción de siete nuevos hospitales… Y ya se cuenta con los fondos tanto de cooperación externa como de recursos propios, recursos del esfuerzo de los nicaragüenses y se encuentran en proceso de licitación siete hospitales más”. “Es decir, seguimos construyendo para la salud”, afirmó el mandatario ese 19 de julio de 2020 entre aplausos de los presentes.
Afirmación que la misma Rosario Murillo contradijo el 2 de marzo del 2021 durante la transmisión de sus declaraciones al mediodía en uno de sus canales oficialistas, cuando informaba sobre la inauguración de un puesto de salud. “¡Otro más! Esa es la lucha contra la pobreza. Esa es Nicaragua que va paso a paso venciendo. Por supuesto que nos retrasaron, por supuesto que nos destruyeron, por supuesto que ensangrentaron la patria… ¡Por supuesto! Pero bueno, ¡vamos avanzando!”, dijo la vice mandataria.
Rosario Murillo culpa a las protestas del 2018 por los retrasos que han tenido, pero lo que señala no se atribuye a la crisis sociopolítica. En años anteriores ha habido retrasos y ha sido por otros factores como la subejecución de los proyectos.
De los ocho hospitales hay tres en particular que presentan un retraso notable. El hospital primario San José de Matiguás, en Matagalpa, inició su construcción el 11 de octubre del 2018 y estaba previsto que su construcción durara 13 meses, pero hasta la fecha no hay ningún avance significativo de esta obra. La información actualizada en la página del Sistema Nacional de Inversiones Públicas (SNIP) establece como fecha de finalización de la obra el 31 de diciembre del 2022. Las fuentes de financiamiento son un préstamo del BID por la suma de 130.64 millones de córdobas y 13 millones de córdobas de recursos del Tesoro/alivio interino BID.
El hospital escuela Óscar Danilo Rosales Argüello, ubicado en León y catalogado como el “hospital más grande de Nicaragua”, fue anunciado para iniciar su construcción en el año 2014. No obstante, la primera piedra fue colocada el 21 de junio del 2019. El 10 de diciembre del 2020, la sancionada exministra de salud, Sonia Castro, anunció que el hospital llevaba un 44% de avance y afirmó que la construcción estará concluida hasta el año 2022.
Este proyecto fue aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde octubre 2014, bajo el número de proyecto NI-L1082 y con un préstamo de 85 millones de dólares.
El hospital departamental de Chinandega inició su construcción en febrero del 2018, dos meses antes del estallido social, y hasta la fecha se registran tres paros|huelgas por parte de los trabajadores para hacer cumplir el convenio colectivo, entre ellos, el cumplimiento de los plazos de pago.
Para julio del 2019, la obra llevaba apenas un avance del 7% y para diciembre del 2020, alcanzó un 63% y está previsto que se inaugure durante julio a septiembre del 2021.
El hospital tiene un costo de 99.8 millones de dólares, de los cuales 81 millones fueron aprobados como préstamo por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). En la página actualizada del Sistema Nacional de Inversiones Públicas (SNIP), desglosan las fuentes de financiamiento de la siguiente manera: préstamo BCIE por 1,158.77 millones de córdobas, préstamo Gobierno de Kuwait por 932.33 millones de córdobas y una donación del BCIE por 572.7 millones de córdobas.
Sin embargo, en enero del 2021 publicaron en el diario oficial La Gaceta bajo el acuerdo presidencial N° 16-2021, una solicitud de préstamo a través del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe (KFAED) para “la construcción y equipamiento del hospital departamental de Chinandega”.
El día 16 de marzo del 2021, se aprobó con carácter de urgencia por la Presidencia de la República, la iniciativa de ley para asignar fondos a la construcción del hospital departamental de Chinandega bajo el nombre de Decreto de Aprobación del Acuerdo de Préstamo Complementario para la Construcción y Equipamiento del Proyecto del Hospital Departamental de Chinandega y Modificación al Convenio de Préstamo No 899, suscrito el 28 de enero de 2021 entre la República de Nicaragua y el Fondo Kuwaití.
El monto adicional es de 33 millones 400 mil dólares. La gran pregunta es: si ya tenían todos los fondos, ¿para qué realizaron este préstamo?
Los otros hospitales en construcción son:
- Hospital departamental Luis Alfonso Moncada, Nueva Segovia, Ocotal.
- Hospital regional Nuevo Amanecer, Bilwi.
- Hospital primario Francisco Meza Rojas, Mina El Limón.
- Hospital primario Los Chiles, Río San Juan.
- Hospital primario Quilalí, Nueva Segovia.
Estos y demás hospitales serán entregados justo en pleno año electoral.