Lo dicho:
“En Nicaragua existe plena libertad de culto, cada ciudadano es libre en el ejercicio de su fe, sin discriminación…”.
Clasificación:
Verificamos:
La supuesta libertad de culto en Nicaragua que aseguran distintas congregaciones evangélicas es un dato falso. Nicaragua se ha enfrentado a un asedio a la libertad religiosa, desde el inicio de la crisis sociopolítica en abril 2018.
En el último informe de la investigadora Martha Patricia Molina, Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?, señala que en el periodo que comprende desde abril 2018 hasta agosto de 2023, se registran 667 agresiones en contra de la Iglesia católica nicaragüense.
En la última entrega, la investigadora también sistematizó los ataques perpetrados en contra de la Iglesia Cristiana Evangélica, encontrando que hasta agosto de 2023, se registraron 70 agresiones.
Un ejemplo de la represión es lo publicado el 19 de agosto de 2019, cuando se reportó que más de 17 pastores evangélicos nicaragüenses se marcharon al exilio debido a las amenazas, el asedio y la represión del gobierno, según informó Darick Ramírez, presidente de la Misión Creando Esperanza.
La mayoría huyeron de distintas ciudades de los departamentos de Carazo y Nueva Segovia y se establecieron temporalmente en Costa Rica, Honduras y México. Ramírez dijo que los pastores comenzaron a ser perseguidos por elementos del gobierno, sólo por “respaldar, orar y llevar alimentos” a los participantes en las protestas de 2018.
En la presentación de los resultados preliminares del informe “Cierre del espacio cívico en Nicaragua”, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más afirmó que hasta el 11 de agosto de 2023 el régimen de Daniel Ortega ha cancelado 3483 organizaciones no gubernamentales. De estas, 240 cancelaciones pertenecen a las organizaciones evangélicas, pese a que algunos de los principales líderes evangélicos son abiertamente allegados a la dictadura.
Entre los ataques a ambas iglesias se encuentran los asedios, impedimentos a templos/edificios de religiosos/as, los cierres arbitrarios, represiones a religiosos y las prohibiciones de las actividades religiosas. La diferencia entre la Iglesia católica y la evangélica, es que en el primer grupo ha sufrido las profanaciones y los mensajes de odio.