Los tres anillos de seguridad y el comisionado Rocha: así funciona la escolta personal de los Ortega-Murillo

La escolta de los caudillos sandinistas está a cargo de un destacamento que nominalmente depende de la Policía Nacional pero que en términos reales responde exclusivamente a la presidencia. La unidad policial, que recibió este año 218 millones 229 mil 378 córdobas de presupuesto, está dirigida por Horacio Rocha, comisionado general en retiro y quien fue nombrado en diciembre de 2022 como ministro asesor para asuntos de seguridad. Una fuente vinculada a la institución detalló que los dictadores han confiado su seguridad en la Policía y no en el Ejército por un tema de tradición, especialización y capacitación que ha tenido “su guardia” desde los ochenta

Daniel Ortega durante una actividad partidaria en Managua. A su espalda el jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés, y el comisionado general en retiro, Adolfo Marenco | EFE

La seguridad de Daniel Ortega y Rosario Murillo está en manos de un destacamento policial. Es un grupo élite que está conformado por francotiradores, zapadores, radioeléctricos, entre otras especialidades, que nominalmente dependen de la Policía Nacional, pero que en términos reales responde a la presidencia, específicamente a un hombre leal y con amplia experiencia en seguridad personal: Horacio Rocha, comisionado general en retiro y ministro asesor para asuntos de seguridad del Gobierno sandinista.

Una fuente vinculada a la Policía Nacional, que habló con DIVERGENTES bajo condición de anonimato, explicó que este grupo comandado por Rocha es el que define la cantidad de efectivos policiales necesarios para integrar cada uno de los tres anillos de seguridad que necesitan los dictadores en su casa, la periferia, y en actividades que se realicen lejos de su vivienda ubicada en El Carmen.

La misma fuente detalló que quienes integran los tres anillos son definidos por varios criterios. El primero, que es el que cuida a los Ortega-Murillo en su casa o cuando salen del perímetro, está conformado por agentes de distintas especialidades que a lo largo de los años han demostrado ser leales a la institución y a la “figura del comandante y la compañera”. 

“El segundo anillo cubre las vías por dónde se va a mover el dictador, si acaso sale, durante alguna actividad, o la periferia de su casa en El Carmen”, afirmó la fuente policial, quien indicó que en este grupo es fundamental la lealtad probada a la institución.

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El tercer anillo de seguridad policial es el que está encargado de la seguridad en las actividades, precisamente en movilizaciones que realiza el dictador cuando sale por ejemplo al Olof Palme o a la Plaza de la Revolución.

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El comisionado general en retiro Horacio Rocha fue el primer jefe de seguridad personal de Tomás Borge en los años ochenta y luego se posicionó como el jefe de seguridad personal de Daniel Ortega | Archivo web.

Para articular sus anillos de seguridad y ejecutar una planeación para su escolta, el régimen ha destinado del presupuesto general de la república un monto anual de 218 millones 229 mil 378 córdobas en 2023 (6 millones de dólares). Esto se traduce, según información oficial, en la presencia de 1, 262 oficiales y la ejecución de planes de revisión técnica para detectar explosivos en objetivos de seguridad, aseguramiento y protección al presidente y vicepresidente, así como a miembros de los poderes del Estado, diplomáticos y personas de otros países que visitan el país. 

“El detalle de cuántos oficiales realmente usa Ortega para todos sus anillos de seguridad no es público. Sin embargo, es su escolta, divididos en los tres grupos, que ocupa la mayoría del programa de protección personal”, explicó a DIVERGENTES un experto en seguridad consultado para este artículo que cuenta con amplio conocimiento sobre el funcionamiento de la Policía Nacional.

Además de los tres anillos antes descritos, la fuente policial detalló que Ortega blinda su seguridad con otros grupos policiales que aunque no forman parte del destacamento “privado”, responden a las órdenes de Rocha a pesar de estar afincados en otras unidades.

Estos están conformados por agentes que brindan protección en la vía (oficiales de tránsito y de camino), policías que llegan antes y se van al final de los actos públicos y que se encargan de garantizar el orden en la zona, y los que cuidan objetivos como edificios, puestos de ventas o casas particulares.

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Daniel Ortega siempre llega a sus comparecencias públicas acompañado de un amplio despliegue policial que se encarga de su seguridad durante el tiempo que está lejos de su casa. Agentes de todas las especialidades resguardan al mandatario sandinista | EFE

“Todos trabajan en función de la protección de ambos dictadores pero estos últimos ‘no contaminan’ los tres anillos cercanos a los mandatarios. La coordinación con esos grupos se hace a través del jefe de Distrito, si es en Managua, o de sector, para evitar precisamente cualquier infiltración”, detalló el experto en seguridad.

La fuente vinculada a la Policía Nacional agregó que Rocha y su grupo también están al tanto de quién se sienta cerca de Ortega y Murillo en los actos, los acompañantes de la tarima y el número de asistentes que estarán en el evento. En actividades como estas todos los agentes están enfocados a actividades específicas.

“Si Daniel fuera para Matagalpa, la seguridad personal se va desde antes y coordina con el jefe departamental para desarrollar un plan estratégico para su protección. Y si el Ejército quiere formar parte del plan, se subordinan a tareas encomendadas por Rocha, jamás por encima”, afirmó.

El origen de la Seguridad Personal

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Un grupo de oficiales de la policía custodia la camioneta en la que el dictador Daniel Ortega se traslada por la capital | EFE

La decisión de confiar la seguridad personal a este grupo élite policial tiene que ver con un tema de “tradición”, lealtad y especialización, explicó la fuente vinculada a la Policía Nacional. “Desde los ochentas este grupo se ha capacitado y los resultados han sido exitosos. Ambos se sienten satisfechos con la forma en que los cuidan”, explicó el experto en seguridad.

El surgimiento de este grupo fue en 1979, cuando Daniel Ortega asumió el poder por primera vez, y se creó la Dirección de Seguridad Personal, una unidad subordinada al Ministerio del Interior, entrenada y destinada para la custodia de personalidades. La Dirección trabajaba en conjunto con la Seguridad del Estado y la Policía para recibir el apoyo en su función de custodia de las personalidades, sin embargo, siempre estuvo al margen. 

La protección en aquel momento estaba indicada para los nueve miembros de la Dirección Nacional del Frente Sandinista, los cinco integrantes de la junta de Gobierno, los presidentes de los poderes del Estado y funcionarios de primer nivel.

“Aquí vino Fidel Castro y no se quejó. También vino el papa y se encontró a gusto con la protección que tuvo. Venían cantantes y otras figuras presidenciales y el trabajo que hizo la Dirección de Seguridad Personal fue bien ejecutado”, dijo el experto en seguridad.

En 1990, después de la derrota del Frente Sandinista en las urnas, la Dirección de Seguridad Personal se fusionó con la Policía y tuvo su propio espacio, similar al de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ). El grupo, obviamente, se fue reduciendo según se iban definiendo las personalidades a resguardar, pero nunca se dejó de preparar. Al contrario, estaban en constante actualización.

Durante los gobiernos liberales, la Policía Nacional continuó con su profesionalización y los demás presidentes confiaron en la seguridad personal heredada por el sandinismo, aunque en ese momento como parte de la institución, para su protección durante sus mandatos.

Ortega, alejado del poder, continuó con protección policial aunque mínima comparado con la que tenían en su momento Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños. “Nunca perdió contacto con los integrantes de la seguridad personal de los ochenta. Por otro lado, los cuadros de la Policía que fueron leales a él durante su mandato, siguieron dentro de la institución”, relató el experto.

El regreso de los leales

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Jorge Cairo Guevara (izq), actual director de la academia de policía “Walter Mendoza Martínez”, fue escolta de Daniel Ortega en los ochentas. Trabaja de la mano con Horacio Rocha en el grupo asesor que se encarga de la seguridad del líder sandinista | Redes Sociales.

Según el experto en seguridad con amplio conocimiento sobre el funcionamiento de la Policía Nacional, cuando Ortega regresó al poder en 2007 estaba claro de que su seguridad la iba a confiar a la Policía por la preparación que adquirió durante los años que no estuvo en el poder. Sin embargo, siempre tuvo presente que se rodearía de hombres de su confianza para coordinar sus pasos.

“La preparación, la lealtad, ambas cosas fueron importantes. Él entendió que no podía desmontar un aparato que funcionaba bien. Además siempre tuvo claro que la institución respondía a él y que se habían preparado bajo la sombrilla de la institucionalidad de la Policía”, afirmó el experto.

Uno de los primeros que Ortega “desempolvó”, fue Manuel Alí Vallecillo, primer jefe de seguridad personal en los ochenta y excompañero de celda del mandatario sandinista. El dictador lo nombró en 2010 como asesor de seguridad de la presidencia. A Vallecillo se le señala como el creador de los “camisas azules”, un grupo que surgió en 2007 y que únicamente se le observaba en actividades públicas masivas donde participaba el dictador sandinista resguardándolo.

Otro de los cuadros policiales que Ortega premió por su lealtad y lo consideró importante para formar parte de su grupo de seguridad fue Marcos Alberto Acuña, actual jefe de seguridad personal, quien según una publicación de La Prensa en 2010, logró en tres años ascender de subcomisionado a comisionado mayor. En aquel momento se desempeñó como jefe de escoltas del dictador.

El comisionado general Jorge Cairo Guevara, director de la academia de policía “Walter Mendoza Martínez”, también formó parte de ese grupo asesor que aunque tenía otras funciones en la institución, siempre estaba pendiente de la seguridad de Ortega.

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Manuel Alí Vallecillo, primer jefe de seguridad personal en los ochenta y excompañero de celda Daniel Ortega. En 2010 el dictador lo nombró asesor de seguridad de la presidencia | Tomada de El 19 Digital

Guevara, según una publicación de Confidencial, es un hombre de confianza de Ortega y se desempeñó en los ochentas y noventas como escolta del dictador sandinista. A diferencia de Vallecillo, el actual jefe de la academia policial sí hizo carrera en la institución y estuvo considerado para suceder a la jefa policial Aminta Granera antes de su retiro en 2018.

Sin embargo, la figura más importante para su esquema de seguridad fue Néstor Moncada Lau, exoficial de la seguridad del Estado del Ministerio del Interior durante los años ochenta. Un personaje de la total confianza de los Ortega-Murillo que, aunque no tuvo carrera policial, fue importante a lo largo de cuarenta años para el régimen sandinista.

Hasta 2018 mantuvo un bajísimo perfil. Fue la sanción del Gobierno de Estados Unidos, justo después de la Rebelión de Abril, que lo sacó a la luz cuando fue señalado de realizar pagos para contrarrestar manifestantes en nombre de Ortega y Murillo y, a través de sus diversas funciones de inteligencia, sobornar y chantajear a personas para obtener su apoyo o evitar que se opusieran al gobierno.

“A pesar de la sanción Lau quedó como el principal responsable de la seguridad de los dictadores. Tuvo otras misiones pero siempre estaba al tanto de los movimientos. No escatimó en cantidad de efectivos y junto con los asesores decidieron que a ambos dictadores les quedara toda la seguridad personal”, explicó uno de los expertos en seguridad.

¿Una fisura en la seguridad?

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Hasta finales de 2022 el encargado de la seguridad de Daniel Ortega era Néstor Moncada Lau (camisa a rayas), sin embargo, fuentes policiales explicaron que ahora todo el control lo tiene Horacio Rocha | Recuperación web

Después de 2018, la seguridad personal de los Ortega-Murillo continuó siendo crucial para la sostenibilidad del régimen. El experimentado Moncada Lau, exfuncionario de la Seguridad del Estado del Ministerio del Interior, era considerado la piedra angular para sostener los planes. Si él no daba una orden nadie podía moverse.

Sin embargo, a finales del 2022 esa función le fue retirada y encargada a Horacio Rocha sin que hasta ahora se sepa con certeza el por qué de la decisión de los mandatarios sandinistas.

Rocha fue subdirector de la Policía Nacional y fue enviado a retiro en el 2014. Aunque al siguiente año Ortega lo nombró cónsul general de Nicaragua en Corea, donde su cónyuge, Ana Isabel Argüello, fue enviada como embajadora, fue retirado del servicio diplomático en 2016.

La activación de Rocha, según el experto en seguridad con amplio conocimiento sobre el funcionamiento de la Policía Nacional, no fue casual sino necesaria. Según el especialista, “algo ocurrió” para que los dictadores hayan tomado la decisión de “jalar” a Rocha del retiro, encargarle esta nueva misión, y que este tomara otras medidas para asegurar aún más sus desplazamientos en la capital.

Un ejemplo claro, según esta fuente, fue la decisión de organizar la celebración del 44 aniversario de la Revolución Sandinista a escasos 350 metros de El Carmen, en la Plaza Parque Dignidad Nacional, y no en la Plaza de la Revolución, ubicada a 2 kilómetros de su residencia.

“Un principio básico en seguridad es que ninguna medida es extrema, y ellos toman todas las medidas necesarias para cuidarse. Entre más mitiguen el riesgo mejor para ellos”, explicó el experto en seguridad, quien señaló que Rocha evidentemente es la persona más fiable para desarrollar los planes escoltas.

La fuente policial indicó que todos los planes están a cargo de Rocha por su preparación en Cuba, la antigua Unión Soviética, y la experiencia que desarrolló durante los años ochenta y los gobiernos posteriores al triunfo de Violeta Chamorro.

“Horacio Rocha fue el primer jefe de seguridad personal de Tomás Borge. Después fue jefe de seguridad personal de Daniel Ortega. También fue segundo y primer jefe de la especialidad de Seguridad Personal, y subdirector de la Policía. Es la persona idónea para el cargo, su preparación, psicología, experiencia está básicamente alrededor de esta área”, indicó la fuente.

“No se mueve ni una hoja sin que él lo apruebe”, explicó la fuente vinculada a la Policía Nacional. “No solo desde el punto de vista técnico, también sobre quién se acerca, cuándo, dónde y por qué, a la pareja que gobierna el país”, señaló.

La fuente vinculada a la institución policial explicó que el regreso de Rocha tiene que ver con fortalecer la seguridad de los dictadores y la supuesta caída de Moncada Lau dentro del régimen sandinista.

Para la realización de este artículo periodístico DIVERGENTES consultó fuentes vinculadas a la Policía Nacional, expertos en seguridad, y analistas que aportaron datos históricos pero que decidieron no ser nombrados en el texto por seguridad.


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