Por DIVERGENTES
Martes 20 de mayo, 2025
La “hora pico” en Managua es un caos que arranca a las seis de la mañana y apenas tiene un respiro a eso de las 10:30. La congestión vehícular continúa desde las 11:30 hasta las 2:00 de la tarde, dejando un espacio de apenas dos horas de “alivio”. Sin embargo, entre las 4:00 y las 7:00 de la noche, la lentitud en las pistas de la capital es evidente y cansada.
“El negocio del taxeo se ha puesto malo. Ahora con estas largas filas, uno tiene que elegir bien su gira, porque podés pasar pegado en el tráfico hasta una hora con un solo cliente. Esto es horrible”, dice Juan Ramón, un cadete de taxi, quién además asegura que sus ganancias han disminuido producto del poco tiempo que le queda en el turno para hacer “carreras”.
Por las mañanas Juan Ramón tiene que salir a las cuatro de la madrugada para aprovechar el poco tráfico en la capital. “Antes salía a las cinco y media de mi casa, pero ya no me puedo dar ese lujo”, afirma. Durante ese lapso aprovecha a sacar todos los viajes que pueda, porque sabe que entre las 6 y 9:30 de la mañana, va a tener pérdidas.
Cuando le consultamos a Juan Ramón el por qué el tráfico en la capital está colapsado, responde sin titubear: “Ahhh, es por la construcción de la Juan Pablo, todos esos cierres de vías y que Managua no tiene desahogo para tanto carro. Ahora esta es una ciudad de varias horas picos”, afirma con seguridad.
La ampliación de la Pista Juan Pablo II, renombrada por el régimen Ortega Murillo como “Héroes de la insurrección”, inició en agosto de 2023 con los trabajos en los tramos 1 y 4, es decir, en los extremos de la pista.
El tramo 1 son 2.6 kilómetros, desde el Siete Sur hasta los semáforos de la Julio Martínez, frente al barrio René Cisneros. Mientras, el tramo 4 son 2.7 kilómetros, desde los semáforos de La Robelo en la Carretera Norte, hasta los semáforos del barrio El Riguero.
Entre los meses de agosto hasta diciembre de 2023 el tráfico, según Juan Ramón y otros conductores privados consultados por DIVERGENTES, no aumentó tanto. El caos empezó cuando los trabajos en el tramo cuatro obligaron a las autoridades municipales a cerrar vías principales, sin tener vías alternas lo suficientemente anchas para soportar todo el tránsito de buses, camiones y vehículos particulares.
“A inicios de 2024 me ponía de mi casa a mi trabajo en carro, en media hora aproximadamente. A finales del año y todo este 2025 me tardo una hora. Es brutal el cambio, y lo peor es que no hay una solución para el problema más que esperar que concluyan el tramo 1 y 4. Pero luego vienen los tramos de en medio (2 y 3) y ahí se va a armar un despelote”, expuso Joaquín, un ciudadano de Managua que habló con este medio de comunicación bajo condición de anonimato.
Ese “despelote” al que se refiere Joaquín estaría previsto para está zona de Managua en la que convergen muchos buses de transporte público y donde no existen vías alternas con la capacidad para soportar los más de 150 000 vehículos al día que atraviesan la pista.
“La obra es necesaria para la capital. El proyecto es ambicioso y creo que estructuralmente va a buen paso. Sin dudas va a ser de gran alivio para la ciudad. El problema principal, que es lo que está ocasionando el caos a distintas horas del día, es la falta de planificación para destrabar las vías. Creyeron que podía ser sostenible anunciando desvíos, pero no contaron con el número de carros que a diario se mueven en Managua”, explicó un experto en urbanismo consultado para este reportaje, quien también solicitó resguardar identidad.
El experto coincidió con lo dicho por Joaquín, respecto al caos que se avecina cuando empiecen a trabajar en los tramos 2 y 3. Sin embargo, señaló que las autoridades municipales aún están a tiempo de “enmendar un poco” su falta de planificación para evitar que la congestión vehicular sea incontrolable en los próxmos meses.
“Cuando se tiene un proyecto de esta magnitud lo lógico es que la empresa constructora presente no solo la obra, sino el impacto positivo y negativo de la misma, y la solución que puede ofrecer. Por lo que puedo percibir, no hubo un plan de contingencia para sobrellevar el caos vehicular en Managua, y si lo hubo, entonces fue insuficiente o deficiente”, señaló el experto.
A Sandra no le importa madrugar para llegar a su trabajo. Toda su vida laboral la ha pasado así. Sin embargo, desde hace siete meses tiene que despertar más temprano para alistarse, y “rezar” para que el tráfico le permita llegar a su centro de trabajo en tiempo y forma. Ella habita en el barrio San Ana, ubicado al noreste de Managua.
Para llegar a su trabajo,debe tomar un bus que la deje en el Mercado Oriental y luego otro que la traslade hasta la zona del aeropuerto. Antes, salía de su casa a las siete de la mañana y lograba llegar antes de las ocho. Ahora lo hace a las seis, pero esto no le garantiza llegar a tiempo.
“Yo siempre he lidiado con el tráfico. Y por eso salgo temprano, para llegar a tiempo. Pero con la construcción del desnivel de la Carretera Norte (fase 4 del proyecto de la Pista Héroes de la Insurrección), salir temprano no me garantiza puntualidad”, cuenta la joven oficinista.
El experto en urbanismo explicó que esta situación ocurre porque la alcaldía capitalina y la empresa que ejecuta el proyecto no visualizaron rutas alternas para aligerar el tráfico tanto en los barrios costeros, como en los orientales de Managua. Las pistas que los conductores ocupan son las mismas calles angostas que han tenido desde hace muchos años y estas colapsan cuando los vehículos se desvían.
“Durante la construcción del desnivel de la Norte, nunca hubo un cierre total de la pista. Al contrario, siempre se trabajó con los vehículos transitando de este a oeste, lo que supone un riesgo. Las rutas alternas que se ‘abrieron’ ya estaban ahí, pero formaban parte de las calles de esos barrios de Managua. Son calles estrechas que ahora están en mal estado porque no soportan el peso de tantos vehículos. No hubo un plan de contingencia y esto es lo que continúa afectando el tráfico”, señaló el experto.
La fuente que habló con DIVERGENTES bajo anonimato explicó que lo que ocurrido en este sector de la ciudad fue un poco distinto en la zona sur, es decir, en el sitio cercano a la fase 1 del proyecto. Contrario a lo que no hicieron en la Panamericana norte, en este lugar si se abrieron rutas alternas y alivió un poco el tránsito de vehículos.
Por ejemplo, se abrieron pasos nuevos en la zona de las oficinas de la Alcaldía de Managua, IND, y los zonas contiguas al Barrio Altagracia y René Cisneros. Aunque la apertura y remozamiento de estas nuevas pistas no destrabó totalmente el tráfico, ha permitido que el caos vehícular sea distinto al que ocurre en la otra fase del proyecto.
Aunque el tráfico en esa zona de Managua es “aceptable”, del lado de la pista suburbana el caos es más que evidente. Gonzalo*, un conductor de Indriver que viaja desde Ciudad Sandino hasta Managua a trabajar con esta aplicación de transporte privado, expresó que las largas filas en esta zona de la capital han aumentado en los últimos meses y las autoridades no se han interesado en explorar vías alternas.
“Los policías de tránsito están superados con este tráfico. Ahora cerraron por San Judas y acortaron la pista de ese lado, y toda la gente que viaja de Ciudad Sandino a la capital es bastante. Ahí el tráfico comienza desde las seis de la mañana y termina a las diez más o menos. Después se mantiene su tráfico pero vuelve a ser igual en la tarde. Es desgastante”, relató el novel conductor.
DIVERGENTES solicitó el apoyo de ciudadanos de Managua, tanto taxistas como usuarios del transporte público y conductores particulares, para graficar cómo es el tráfico en las principales vías de Managua. Les entrevistó para entender cómo les afecta y de qué forma puede solucionar el problema. La mayoría coincidió en su respuesta: es imposible circular con tranquilidad en Managua en las horas antes mencionadas.
Todos señalaron que la mejor hora para circular es por las noche, de las ocho en adelante.
Igualmente temen que una eventual llegada tempranera del invierno dañe los tramos que se han avanzado en esta megaobra. Algo que ya ocurrió a finales del año pasado, en temporada de verano, cuando llovió y las corrientes provocaron derrumbes de casas en barrios aledaños al proyecto. Los vecinos, en esa ocasión, culparon a la construcción, porque “nunca antes habían sufrido una inundación de este nivel”.
El experto en urbanismo señaló que la llegada del invierno es otro peligro para una construcción que evidentemente carece de planes de mitigación contra este fenómeno natural. “Si en el pasado ya provocó inundaciones, puede ser igual o peor con lluvias constantes y en una zona tan vulnerable como los barrios orientales y costeros de Managua”, indicó.
Según la información oficial, el primer tramo del proyecto estará listo en el mes de junio y no en julio, como se había proyectado a inicios de este año. Reyna Rueda Alcaldesa de Managua, detalló que tienen un avance del 71 por ciento, del primer tramo de ampliación y modernización de la pista, que ya finalizaron el drenaje, y solo se está trabajando en una de las vías.
Sobre el cuarto tramo, ubicado en Carretera Norte, Rueda señaló que “ya se va a poder abrir lo que es el puente y utilizarlo como sistema de desvío para seguir trabajando en el cauce Oriental. Para resumir, en este año 2025 vamos a entregar lo que es el primer tramo del 7 Sur y el avance significativo del tramo número cuatro”.
La afirmación de la alcaldesa, sin embargo, deja en el aire el cómo se va a trabajar en el cauce Oriental en plena estación de lluvia en el país. El experto en urbanismo espera que esta vez sí existan planes de mitigación para que el impacto de las corrientes sea mínimo y no dañen el proyecto y las casas de los barrios que cruzan la megaobra.