Pablo Gállego, exjugador de la Selección Nacional de Fútbol de Nicaragua, afirmó, durante una entrevista en el canal de YouTube “Infames”, que vio como paramilitares del régimen sandinista dispararon contra los manifestantes durante las marchas de 2018.
Gállego, exjugador de la Selección Nacional de Fútbol y exfubolista del Real Estelí, el club deportivo que dirige Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía de Managua, confesó en la entrevista que los paramilitares apuntaron a la cabeza de los protestantes, con el objetivo de dispersar un plantón.
Gállego es un jugador de fútbol que actualmente juega en el Unión Deportiva Barbastro, en España. Se nacionalizó nicaragüense en 2021. Durante las protestas de abril de 2018, jugaba como delantero con el “Tren del Norte”. Desde la ventana de su apartamento, ubicado cerca de la Alcaldía de Estelí, observó cómo los manifestantes fueron atacados por grupos armados vinculados al régimen sandinista.
“(Durante una protesta) me quedé encerrado en un café, en medio de un tiroteo en las esquinas. Cuando hicieron tregua para beber agua logramos salir. Yo nunca había sentido gas mostaza (lacrimógeno), no podía respirar, los ojos me picaban horrible”, relató el futbolista español al canal de YouTube Infames, que se dedica a realizar entrevistas a personalidades del deporte de su país.
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La entrevista que brindó Gállego fue editada por los propietarios del Canal de YouTube Infames este lunes, después de la publicación de DIVERGENTES. La parte en la que el futbolista se refiere a las protestas de 2018 no estaba disponible. No obstante, este medio de comunicación consiguió un video corto promocional en el que el jugador menciona, a manera de resumen, lo dicho en el video que dura más de una hora.
Según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el 20 de abril de 2018, en Estelí se produjeron graves incidentes entre manifestantes y agentes de la Policía Nacional que operaban junto a grupos de choque afines al Gobierno sandinista. Al menos tres personas murieron por disparos de armas de fuego, y una cuarta persona fue registrada agonizante en videos circulados en redes sociales.
“Esas muertes se produjeron producto de impactos de proyectiles de armas de fuego en cabeza y tórax. Sin embargo, no fueron las únicas personas asesinadas en el departamento de Estelí. En hechos posteriores, el GIEI logró registrar, solo en su periodo de análisis, otras siete víctimas fatales en Estelí”, señala el informe.
Observó todo desde su ventana
Gállego no especificó en la entrevista los días que observó desde su ventana a los manifestantes siendo atacados por francotiradores. Tampoco emitió una opinión sobre lo que estaba ocurriendo en el país. Simplemente afirmó que era una situación alarmante y que recibió una llamada de la embajada de España para preguntarle si quería abandonar el país.
Según el GIEI la intención de los manifestantes era realizar una marcha pacífica desde la salida sur de la ciudad de Estelí, circular por la avenida central y finalizar en la plaza del Parque Central, en el centro del pueblo. Sin embargo, a los pocos minutos de iniciada la movilización, la Policía Nacional y los grupos paramilitares hostigaron y bloquearon el paso, obligándolos a modificar el recorrido original y a dirigirse a los alrededores del parque y la alcaldía.
A eso de las cinco de la tarde, la Policía Nacional y los grupos paramilitares recibieron la orden de impedir que la movilización llegara a la zona de la alcaldía. La protesta fue repelida con disparos de balas de goma, gases lacrimógenos y también piedras. Al caer la noche, la situación se tornó aún más violenta. Según los vídeos disponibles, se efectuaron disparos sobre los manifestantes y en la zona del parque central comenzaron a registrarse las primeras personas heridas.
“A las nueve de la noche los registros audiovisuales obtenidos y analizados por el GIEI, permiten observar cómo se efectuaron disparos en contra de los manifestantes que se encontraban frente a la alcaldía. Fue a partir de ese momento que empezaron a producirse las primeras muertes de la jornada”, detalla el informe del grupo de expertos.
Esa noche fueron asesinados Francisco Valdivia Machado, César Noé Castillo Castillo y Orlando Pérez Corrales, quienes estaban en los alrededores del parque central y la alcaldía. Según el informe del GIEI recibieron casi de manera simultánea impactos de arma de fuego.
De acuerdo con los registros audiovisuales que muestran la posición de las víctimas y los relatos obtenidos, “es altamente probable que los disparos que recibieron los jóvenes provinieron desde la alcaldía”.
Gállego no fue ajeno a lo que ocurrió esa noche. Según su narración, vio morir gente debajo de su casa, que estaba ubicada al lado de la alcaldía. Todo esto el jugador lo observó desde su ventana. Desde que llegaron los manifestantes, hasta que fueron violentamente reprimidos.
Según el exjugador del Real Estelí, para dispersar la protesta, el Gobierno municipal metió a un francotirador (no especificó si en su apartamento o si en otro edificio) y realizó un par de disparos a la cabeza de los manifestantes. Al día siguiente, le tocó bajar y ver la sangre que quedó de las víctimas asesinadas la noche anterior.
“Comencé a ver las noticias de que estaban parando el tráfico en todo el país. Fue una situación alarmante. Este intento de golpe de Estado o revuelta social, es el motivo principal por el que no sigo en Nicaragua después de cumplir mi contrato”, explicó el jugador nacionalizado nicaragüense que regresaría al país algunos años después a jugar con el Managua FC, otro equipo de fútbol de Primera División.
Franco, Orlando y César…
Durante la represión de ese 20 de abril, el primero ciudadano en ser asesinado de acuerdo al reporte del GIEI fue César Noé Castillo Castillo, de 42 años, quien recibió un disparo en su tórax. César fue trasladado por compañeros de trabajo hasta el Hospital San Juan de Dios de la ciudad de Estelí. Agonizó durante un tiempo y falleció el 12 de mayo en su casa, como consecuencia de la gravedad de su herida y de la inadecuada atención médica recibida.
En simultáneo, Orlando Pérez Corrales, de 24 años, recibió un disparo que impactó en su tórax y le provocó la muerte inmediata. Según el GIEI, luego del impacto, compañeros del joven recuperaron su cuerpo y lo trasladaron al Hospital San Juan de Dios de Estelí. Sin embargo, llegó muerto y fue trasladado a la morgue.
El tercero fue Franco Alexander Valdivia Machado, de 24 años, quien recibió un disparo que impactó en su cráneo. De acuerdo al informe del GIEI, inmediatamente después, personas que integraban el grupo que se enfrentó a los manifestantes –posibles perpetradores del asesinato– arrastraron el cuerpo del joven del lugar y lo dejaron sin vida en el Hospital San Juan de Dios de Estelí.
“Estas escenas, verdaderamente desgarradoras, se encuentran registradas audiovisualmente. El trato inhumano dispensado al cuerpo del joven constituyó a su vez una distorsión de la escena del crimen”, señaló el grupo de expertos.