Minsa aplica nuevo esquema de vacunación anti Covid-19 entre confusión y desconfianza

Lejos de aliviar, el anuncio ha generado mucha confusión y desconfianza en la población, sobre todo lo referido a las dosis de refuerzo o cuartas dosis. Especialistas consideran que las autoridades debieron realizar una revisión de la cobertura de vacunación por grupo de edades antes de haber dado este paso. DIVERGENTES te explica sobre este nuevo esquema

Un joven muestra su tarjeta de vacunación después de haber sido inoculado con la vacuna Sputnik Light contra el coronavirus en Managua. EFE | Archivo.

La vicepresidenta Rosario Murillo anunció el pasado nueve de marzo un nuevo esquema de vacunación contra la Covid-19 Nicaragua, en medio de la perenne zozobra y desconfianza que la ciudadanía siente en el sistema de salud debido a la negligencia con la que han administrado la pandemia desde el año 2020. Murillo invitó a las familias a acudir a centros de salud desde el diez de marzo, cuando arrancó oficialmente la implementación de la nueva estrategia de inmunización. Sin embargo, quedan muchas dudas que intentamos aclarar en este artículo. 

Las autoridades de salud informaron que, al iniciarse un nuevo año, también se comienza un nuevo esquema de vacunación que será de dos dosis. Las personas mayores de 18 años pueden iniciar con este nuevo esquema, quienes tengan tres meses cumplidos de haberse puesto la tercera dosis (que fue de refuerzo) pueden vacunarse. Las embarazadas, y los niños y niñas todavía no entran a este nuevo ciclo. 

Las vacunas que se están aplicando son: Sputnik, AstraZeneca y Pfizer. 

Al recibir la primera dosis de este nuevo esquema, también entregarán una nueva tarjeta de vacunación correspondiente al año 2022. 

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Esta jornada se está desarrollando casa a casa y en los diferentes centros de salud, aplicando la primera de dos dosis, las cuales serán inyectadas con un intervalo de un mes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que todavía no saben exactamente cuánto dura la protección de las vacunas contra la Covid-19, pero los datos actuales indican que la mayoría de las personas tienen una fuerte protección contra la enfermedad grave, así como contra la muerte “durante al menos seis meses”.

Por otro lado, la inmunidad puede reducirse más rápidamente en las personas de edad avanzada o que tienen afecciones médicas subyacentes, o que presentan un alto nivel de exposición al virus. “Para protegerse, vacúnese y siga practicando las demás conductas de protección contra la Covid-19”, recomienda la OMS.

Diferencia entre refuerzo y dosis adicional 

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Una “dosis de refuerzo” es aquella adicional que se administra a una población vacunada que ha completado una serie de vacunación primaria (actualmente una, dos o tres dosis de la vacuna contra la Covid-19, dependiendo de la vacuna y del grupo de población) cuando, con el tiempo, la inmunidad y la protección clínica han caído por debajo de un índice que se considera suficiente en esa población.

Una dosis adicional es diferente de una dosis de refuerzo. Se considera parte de una serie primaria ampliada destinada a las personas que no desarrollan una protección suficiente después de una o dos dosis. Su objetivo es ayudar a estas personas a alcanzar una mayor protección contra la Covid-19.

Las personas con sistemas inmunitarios debilitados no siempre desarrollan la máxima inmunidad contra la Covid-19 después de una o dos dosis, por lo que pueden necesitar una dosis adicional para protegerse. La OMS recomienda que se ofrezca una dosis complementaria a las personas que sean moderada o gravemente inmunodeprimidas.

¿Es necesaria una “cuarta” dosis?

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EFE/Jader Flores

A nivel mundial se considera que la mayoría de las personas mayores de 12 años están “al día” con sus vacunas contra la Covid-19 si recibieron tres dosis de las inyecciones de ARNm de Pfizer-BioNTech o Moderna, o dos dosis de la vacuna Janssen de Johnson & Johnson. Pero algunos expertos en salud pública dicen que podría ser necesaria otra dosis en los próximos meses.

Un ejemplo es el caso de Pfizer y BioNTech que el 15 de marzo solicitaron autorización a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para una cuarta dosis de su vacuna en personas de 65 años o más. En los últimos días, Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, dijo que cree que algún día todos necesitarán una cuarta dosis para ayudar a prevenir infecciones (una medida que tendría beneficios monetarios para los resultados de la empresa).

Para autorizar una cuarta inyección, la FDA considerará los datos emergentes que todavía no muestran una imagen definitiva sobre si es necesaria una dosis adicional para la mayoría de las personas. 

Por un lado, hay signos preocupantes de que la inmunidad proporcionada por las vacunas está comenzando a disminuir, lo que podría hacer que las personas sean más vulnerables a los efectos más graves de la Covid-19. Datos recientes publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. muestran que la protección contra la hospitalización por Covid-19 disminuyó incluso después de una dosis de refuerzo de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna. 

“No sabemos cuando llegue a los seis, siete u ocho meses después de la tercera dosis si ese 78 % se reducirá al 60 %, 50 % o 40 %”, afirmó el doctor Anthony Fauci, el principal asesor médico de la Casa Blanca sobre Covid-19 y director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. “Por esa razón, escuchará una consideración seria para dar un cuarto refuerzo a los ancianos y aquellos con ciertas condiciones de salud subyacentes. Lo que podríamos estar viendo en un futuro razonable es que las personas, simplemente en función de la edad y quizá de algunas condiciones de salud subyacentes aún por determinar, recibirán un refuerzo inmediato”.

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EFE.

Por otro lado, otro estudio publicado en el New England Journal of Medicine entre trabajadores de la salud más jóvenes en Israel mostró que agregar una cuarta dosis para las personas vacunadas y reforzadas con la vacuna de Pfizer-BioNTech solo puede tener “beneficios marginales”, según los investigadores. Si bien la dosis adicional elevó ligeramente los niveles de anticuerpos que pueden neutralizar el virus, incluido ómicron, esos niveles fueron relativamente similares a las cantidades máximas de anticuerpos que las personas generaron después del primer refuerzo o la tercera dosis. El estudio no se centró en personas mayores o con sistemas inmunológicos comprometidos.

Los CDC de EE.UU. ya recomiendan una cuarta dosis de vacuna de ARNm para personas con sistemas inmunitarios debilitados, incluidos los pacientes de trasplante y los que reciben quimioterapia contra el cáncer, y otros países tienen pautas similares. Los funcionarios de salud israelíes han ido un paso más allá; el 22 de enero, a medida que aumentaban los casos y las hospitalizaciones, el país autorizó una cuarta dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech para trabajadores de la salud y personas mayores de 60 años. 

La decisión se basó en datos iniciales del Ministerio de Salud de Israel e investigadores de varias universidades de ese mismo país que mostraron que entre casi un millón de personas vacunadas mayores de 60 años, una cuarta dosis de la vacuna ofrecía hasta el doble de protección contra la infección y hasta tres veces la protección contra enfermedades graves, en comparación con los que recibieron tres dosis.

Desde entonces, otros países también han introducido cuartas dosis, como Dinamarca, Suecia, Chile, El Salvador y Reino Unido.

“Las vacunas no fueron diseñadas para evitar que las personas se infecten con el virus, sino para protegerlas de enfermarse gravemente con Covid-19 y para evitar que necesiten hospitalización y cuidados intensivos. Recordar ese objetivo”, dijo el doctor Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas y profesor de pediatría en el Hospital de Niños de Filadelfia, a la Revista Time. “Es útil pensar si una cuarta dosis es necesaria para la mayoría de las personas”.

En el caso de Nicaragua, los especialistas consideran que las autoridades debieron realizar una revisión de la cobertura de vacunación por grupo de edades antes de haber dado este paso de un nuevo esquema. Nicaragua posee un 62.85 % de la población completamente vacunada hasta el día de hoy, lo que equivale a unas 4 millones 113 mil 547 personas.