El Ministerio de Salud (Minsa) registra 22 369 casos de neumonía en todo el país hasta el 8 de julio de 2024, según un recuento realizado por DIVERGENTES. Si los datos sostienen este comportamiento, podrían alcanzar más de 38 mil casos los que se reporten al final de año, continuando una tendencia anual de aumento en las afectaciones a la población nicaragüense.
Esta enfermedad ocupa el primer puesto en egresos hospitalarios en Nicaragua, y en 2023 se ubicó como la doceava causa de fallecimientos; lo cual es una excepción, ya que regularmente ocupa los primeros lugares.
En general, las cifras de hospitalizaciones y decesos causados por neumonía siempre han sido altas, incluso en el período anterior a la pandemia de covid-19 entre 2020 y 2021. Sin embargo, en los últimos años, este padecimiento ha tenido un crecimiento alarmante, que apunta a superar los registros de antes de la crisis sanitaria mundial.
Los reportes de contagios publicados por el Minsa en 2024 han sido inconstantes. El último Boletín Epidemiológico, indicó que había 17 347 casos hasta la segunda semana de abril, un preocupante dato de más de 4 mil casos mensuales, sólo en el primer cuatrimestre del año.
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Sin embargo, desde entonces el Minsa sólo ha publicado esporádicamente algunos datos que no reflejan la cantidad de casos totales, así que los 22 369 casos identificados por DIVERGENTES podrían ser mayores.
Muertes disminuyeron, pero casos siguen en aumento
Las cifras de contagios y muertes han sido manipuladas por el Minsa, como consecuencia de las políticas represivas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los datos no han sido consistentes desde hace años, manteniendo la política de Estado que inició con la pandemia por covid-19, la que fue negada por el régimen, que además intentó ocultar las muertes por esa enfermedad con muertes por neumonía.
El neumólogo consultado por DIVERGENTES que solicitó el anonimato, señala que aunque los números de casos de neumonía siempre han sido altos, paradójicamente las hospitalizaciones por esta enfermedad disminuyeron en el 2020, año en que inició la pandemia, pero el número de muertes por esta causa se disparó. “Epidemiológicamente es contradictorio”, explica.
“Después de la pandemia, los casos de hospitalización por neumonía tienen luego un repunte a partir de 2022 y suben aún más en 2023, regresando a números prepandémicos, pero baja su letalidad, debido a que las personas ya están vacunadas contra el coronavirus y la influenza”, continúa.
Vacunas son más necesarias
Los factores del aumento de los casos de neumonía son multifactoriales, señala. Principalmente están relacionados al aumento de personas susceptibles a la enfermedad, como son niños y niñas, personas mayores de 65 años y con enfermedades crónicas debilitantes como la diabetes, la obesidad, padecimientos cardiovasculares y pulmonares.
Miranda también indica que otro factor es la circulación de virus respiratorios, que es más fuerte cada año con la entrada del invierno, principalmente en mayo y octubre, que es cuando más se producen los contagios, principalmente de influenza, el covid-19 y el virus sincitial respiratorio.
Por otro lado, las tasas de vacunación de las poblaciones vulnerables contra estos virus, es otro elemento que juega un papel importante en el número de contagios que pueden prevenirse.
En este año, el Minsa aplicó 851 120 dosis contra la influenza a inicios de este año, es decir, 72 711 vacunas menos que las aplicadas en 2023. Lejos de aumentar las dosis, fueron disminuidas.
Otras vacunas que se aplican para evitar el contagio de neumonía es la neumococo para menores, con la cual 384 137 niños y niñas fueron inmunizados, y la neumococo de adultos, de la que 49 945 adultos mayores fueron inoculados.
De acuerdo con personal médico consultado por DIVERGENTES que solicitó el anonimato, una de las mayores urgencias de salud que tiene el país es aumentar el número de vacunas para inocular a más personas; y realizar campañas de concientización para que la gente acepte la inmunización, ya que muchas personas se niegan a aplicarse las vacunas voluntariamente.
Además, la cantidad de dosis son insuficientes para la población que se encuentra vulnerable, que además de los infantes y los adultos mayores, incluye a personas con enfermedades crónicas, embarazadas y personal de salud en atención directa de pacientes.
“Sí se ve que hay un grave aumento de los casos de neumonía, habría que aumentar el número de dosis y ampliar el rango de la población que debe ser protegida. Es decir, actuar para contener el problema, no actuar como se hace todos los años”, señalan los consultados.