“No se mata la verdad matando periodistas” se lee en múltiples carteles que cargaban periodistas, activistas y ciudadanos en general mientras participaban en las manifestaciones realizadas en unas 40 ciudades en México, tras el asesinato de tres periodistas en menos de un mes.
En las primeras semanas de 2022 fueron asesinados José Luis Gamboa de Veracruz, Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, ambos de Tijuana, y cuyo asesinato resultó la consumación de un temor expresado por la misma periodista al presidente Andrés Manuel López Obrador durante una conferencia de prensa en 2019.
La situación ha encendido la alerta entre el gremio periodístico, uno de los principales blancos del crimen organizado que ve en la profesión un enemigo al que eliminar, cuando resulta demasiado incómodo, en un país gobernado por la impunidad, la violencia y las desapariciones forzadas.
Los datos de organizaciones como Artículo 19 o Reporteros Sin Fronteras (RPF) dan cuenta de la gravedad de la situación del periodismo en México. La primera reporta que se han dado 148 asesinatos a periodistas desde el año 2000, mientras RSF señala que México ocupa el lugar 143 de 180 en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa.
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Desde la alianza Otras Miradas, conformada por 14 medios de comunicación México y Centroamérica, entre ellos DIVERGENTES, expresamos nuestro profundo rechazo y preocupación ante los hechos ocurridos en México, y nos sumamos al llamado de justicia y cese de la impunidad en los casos de agresiones a la prensa independiente, que imperan en México y en otros países de la región.
Vemos con preocupación el ejercicio del periodismo local y el periodismo de investigación en contextos de impunidad como los que se viven en México y Centroamérica. El periodismo local es ejercido por profesionales que trabajan en condiciones precarias y expuestos a múltiples riesgos sin contar con seguridad laboral o protección de ningún tipo. Y el periodismo que investiga la corrupción, el narcotráfico o los abusos del poder convierte a periodistas y comunicadores en las principales víctimas de criminalización, hostigamiento y asesinato. Por eso recalcamos que el periodismo está en riesgo y las democracias también.
Nos sumamos desde Otras Miradas y DIVERGENTES al grito de “No se mata la verdad matando periodistas”, y demandamos justicia para los y las profesionales que han sido asesinados en el ejercicio de la profesión, y para aquellos que son víctimas de acoso de cualquier tipo por ejercer su trabajo.
Para conocer más sobre la situación del periodismo en México, recomendamos los siguientes artículos publicados por Desinformémonos y Chiapas Paralelo, aliados de Otras Miradas: