Noches de terror en Nicaragua: allanamientos y secuestros de opositores

Durante la cacería contra los opositores, la Policía ha asaltado y allanado la casa de 12 personas en horas de la noche o la madrugada. Las invasiones nocturnas no las contempla la Constitución y se catalogan como asaltos. “La noche se ha vuelto sinónimo de miedo y para algunos de terror”, dijo el obispo Rolando Álvarez. Al igual que Somoza, los Ortega-Murillo “utilizan el terror” para desmovilizar y desorganizar a opositores y periodistas.

La activista opositora, Tamara Dávila, fue secuestrada en altas horas de la noche. Foto cortesía.

A las tres de la madrugada del 19 de junio asaltaron la casa de Humberto Belli, un exdirectivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), organización privada que en las últimas semanas está siendo perseguida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

La hora del asalto es importante porque forma parte de un patrón en las detenciones perpetradas por la Policía Nacional en las últimas semanas, en las que se han encarcelado a 21 personas, entre ellas cinco aspirantes a la presidencia de Nicaragua. Según un informe de Urnas Abiertas, una organización que monitorea la actividad electoral, en los primeros 15 días de junio se han registrado 225 hechos de violencia política. 

Para Gonzalo Carrión, abogado y defensor de derechos humanos, la Constitución no autoriza las invasiones de casas en horas de la noche. “De común las detenciones son de las 6 de la mañana a las 6 de la tarde, con orden de allanamiento. No se pueden meter de noche así nomás. De noche todavía hay más rigor. Las invasiones nocturnas caracterizan el asalto”, dice Carrión

Carrión considera que el régimen de Daniel Ortega está instaurando “las noches de terror” que llevan el mensaje de infundir miedo a los demás opositores y el resto de los ciudadanos. “Es común escuchar a las personas en Nicaragua preguntarse: “¿quién es el próximo?”, agrega Carrión, quien recuerda que esta estrategia fue utilizada también por la dictadura somocista para aterrorizar a opositores. 

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Belli huyó por veredas hacia Costa Rica, donde abordó un avión hacia Estados Unidos. Sin embargo, las que vivieron dos “noches negras”, según él mismo escribió el 28 de junio, fueron su esposa, su hija y una trabajadora que las acompañaba. Resulta que Belli fue citado por el Ministerio Público el 17 de junio, pero él decidió no presentarse. Entonces, a las seis de la tarde de ese mismo día dos patrullas de policías se presentaron en su casa, sin orden judicial, para forzar un portón metálico corredizo a punta de golpes y palancas. Entraron y hurgaron en todos los rincones durante casi cuatro horas. Requisaron documentos, archivos, computadoras, entre otros objetos. 

No obstante, lo peor ocurrió a los dos días, el 19 de junio, en horas de la madrugada. La hija de Belli se despertó con un ladrido de una perrita de la casa. Abrió una puerta interior, y fue ahí que entraron los seis hombres con pasamontañas, uno de ellos con un rifle y los demás con cuchillos. Preguntaron por “Humberto” y dijeron que “este era un segundo operativo”.

“¿Dónde está el macho?”, dice Belli que gritaron los asaltantes, mientras rompían una parte del cielorraso de la casa para, según ellos, buscar armas. A la esposa e hija de Belli las amenazaron de muerte y les dijeron que era “una noche que nunca se les va a olvidar”. Uno de ellos intentó violar a su hija, y después de saquear toda la casa, escaparon al ver que su esposa estaba temblando de miedo. 

De las 21 personas detenidas actualmente en las cárceles en las últimas semanas, nueve han sido secuestradas en horas de la noche o de la madrugada. Las casas de cuatro personas, como Humberto Belli, Carlos Fernando Chamorro, Gerardo Baltodano Cantarero y Víctor Hugo Tinoco (también detenido en la noche), han sido allanadas mientras ellos no se encontraban. Es decir, son 12 asaltos nocturnos, que las mismas víctimas han calificado como “noches largas de terror”. 

“Cuánto miedo en las noches, por las noches, cuando la oscuridad cae, cuando el atardecer viene, familias, personas, trabajadores, matrimonios, hijos, con miedo”, dijo el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, y agregó: “ya la noche se ha vuelto sinónimo de miedo y para algunos de terror. Llantos y alaridos”. 

Según Carrión, el objetivo de estos asaltos nocturnos es provocar pánico para que las personas huyan de sus casas: desplazamiento interno y exilio. “Provocar terror lo han hecho desde que comenzaron a sofocar las protestas hace tres años, cuando las manifestaciones eran atacadas a balazos”, agregó Carrión.

Para el defensor de derechos humanos, el régimen de Ortega “utiliza el terror” en estos días para desmovilizar y desorganizar a los opositores. “Es la puesta en práctica de lo que la Policía les ha dicho a los detenidos: “estamos en guerra”. Esto quiere decir que a todos los que opinan distinto son considerados enemigos, y a los enemigos en la guerra se les extermina”, dijo Carrión, quien agrega que la “política de exterminio” no solo se trata de asesinar, sino de “privar de la libertad”. 

946 hechos de violencia política 

Noches de terror en Nicaragua: allanamientos y secuestros de opositores
Las tropas especiales de la policía son el brazo ejecutor de la persecución política de la dictadura Ortega-Murillo. Miguel Andrés | Divergentes.

El 16 de junio, tres días después que arrestaran a Víctor Hugo Tinoco, asaltaron su casa, en la que se encontraban siete mujeres, entre hijas, su esposa y una trabajadora. Al igual que con Belli, lo primero que se escuchó fue que forcejearon el portón. Les arrebataron el celular a todas, revisaron la casa y se robaron el pasaporte de Víctor Hugo, el teléfono, una laptop y una tablet. “Fueron tres horas de horror”, dice Cristian Tinoco, hija del detenido y quien estaba presente en el asalto.

El último informe de Urnas Abiertas publicado el 30 de junio señala que los datos sistematizados hasta el 15 de junio muestran que se dio continuidad “a los hechos de persecución judicial iniciados en mayo, combinados con violaciones al debido proceso y otros tratos crueles y degradantes contra las personas detenidas arbitrariamente y judicializadas”. 

Urnas Abiertas ha registrado que entre el 1 de octubre de 2020 y el 15 de junio de 2021 se han cometido 946 hechos de violencia política en el contexto electoral.

Lo que ha quedado después de estos asaltos son secuelas en los familiares de los detenidos. Belli dice que su esposa y su hija lloran sin razón y el más leve ruido en las noches las sobresaltan. En el caso de Cristian Tinoco, hija de Víctor Hugo Tinoco, se levanta de madrugada con dolores fuertes en el abdomen. Ella, una médico que padece cáncer terminal, dice estar “viviendo un infierno”.

12 detenidos o asaltados en la noche

Noches de terror en Nicaragua: allanamientos y secuestros de opositores
  1. José Adán Aguerri,  el 8 de junio en la noche.
  2. Violeta Granera, el 8 de junio en la noche.
  3. Támara Dávila, el 12 de junio en la noche.
  4. Víctor Hugo Tinoco, el 13 de junio en la noche. Su casa fue allanada el 16 de junio. 
  5. Luis Rivas Anduray, el 15 de junio en la noche.
  6. Miguel Mora, el 20 de junio en la noche.
  7. María Fernanda Flores, bajo arresto domiciliario desde el 21 de junio por la noche.
  8. Miguel Mendoza, el 21 de junio en la noche.
  9. Pedro Joaquín Chamorro, el 25 de junio en la noche.
  10. Humberto Belli, el 19 de junio su casa fue asaltada a las tres de la madrugada.
  11. Carlos Fernando Chamorro, el 21 de junio su casa fue allanada en la noche.
  12. Gerardo Baltodano Cantarero, el 17 de junio su casa fue allanada en la noche.


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