“Ortega y Murillo no quieren diálogo ni dar una milésima del poder que tienen”

En una entrevista con DIVERGENTES, monseñor José Antonio Canales, obispo de Honduras, hace una valoración de cómo el régimen Ortega-Murillo ha avanzado la represión contra la Iglesia Católica de Nicaragua y las repercusiones que esta conlleva en la comunidad religiosa. La dictadura mantiene secuestrados a varios sacerdotes y otros se han visto obligados al exilio


11 de septiembre 2022

Monseñor José Antonio Canales, obispo de la Diócesis de Danlí, Honduras. Foto tomada de internet.

A partir de 2018 el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo recrudeció su represión contra la Iglesia Católica de Nicaragua y le puso una cruz pesada sobre su espalda: asedio, persecución, suspensión de celebraciones, falsas acusaciones contra líderes religiosos, secuestros injustificados y finalmente el exilio forzado de sacerdotes. Situaciones extremas como estas nunca se habían visto en América Latina, aseguró monseñor José Antonio Canales.

El jerarca católico, de 60 años de edad, es obispo de la Diócesis de Danlí, en el vecino país Honduras. Mantiene estrecha amistad con el cardenal Leopoldo Brenes y en sus redes sociales se le puede ver activamente criticando las acciones represivas del régimen de Nicaragua contra la Iglesia.

El prelado plantea que, aunque históricamente la región ha padecido otras dictaduras, ninguna se abalanzó tan agresivamente contra la Iglesia como lo ha hecho el régimen sandinista, al que la comunidad internacional responsabiliza de cometer crímenes de lesa humanidad contra los nicaragüenses, quienes fueron brutalmente reprimidos durante las protestas de 2018.

El obispo hace una radiografía de cómo el régimen sandinista ha avanzado en la persecución religiosa, cuál es la posición del papa Francisco en esta situación, y comparte su opinión sobre la posibilidad de un diálogo para superar la crisis que vive Nicaragua y detener la represión contra sacerdotes.

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Esto fue lo que nos dijo monseñor José Antonio Canales en esta entrevista con DIVERGENTES.

¿Cómo valora la situación que actualmente está viviendo la Iglesia Católica de Nicaragua, con varios de sus sacerdotes detenidos ilegalmente y otros obligados al exilio?

Estamos todos impactados, no salimos del asombro y creo que es un sentimiento a nivel general, porque en un mundo interconectado no deja de sorprender que existe un país que va sobre unos líderes religiosos. Hay sacerdotes que ni siquiera pueden salir al exilio por fronteras, tienen que hacerlo por puntos ciegos porque después de tres o cuatro horas de interrogatorios no los dejan salir.

¿Qué significado tiene para la Iglesia Católica que un grupo de sacerdotes y religiosos estén saliendo simultáneamente de Nicaragua a causa de la persecución política?

Es una experiencia nueva para nosotros… Ya hemos tenido muchos dictadores en América Latina, pero ninguno ha sido, que se recuerde, tan agresivo con la Iglesia como estos señores que ilegalmente gobiernan Nicaragua. No ha habido niveles de persecución tan fuertes como los que se están teniendo ahora en Nicaragua. Incluso, en El Salvador, donde mataron a monseñor San Óscar Romero, en realidad había respeto hacia él hasta el día que unas personas ordenaron matarlo.

¿Con qué países se puede comparar esta persecución religiosa?

Es una pregunta muy difícil de contestar, difícil de verdad, porque son situaciones nuevas que no recuerdo que hayamos tenido. Es posible que se dé en algún país africano donde se persigue a los cristianos por grupos musulmanes, tal vez por allá esa situación ya se ha dado. La verdad no estamos acostumbrados a que sucedan estas cosas en la región.

¿Cómo quedan las iglesias y qué deben de hacer las autoridades religiosas tras el secuestro y exilio de varios de sus líderes?

Ante estos nuevos acontecimientos la feligresía está aprendiendo a salir adelante con su fe, en este caso sin un pastor, como es el caso de Matagalpa y Estelí, pero estoy seguro que la gente está aprendiendo a salir adelante, porque como decía yo en un mensaje que mandé a la Diócesis de Estelí, el evangelio no se puede detener.

Creo que la Iglesia en Nicaragua, el papa Francisco, están observando la situación, viendo de qué manera se atiende a estos territorios que han quedado sin su pastor diocesano. En el caso del obispo de Matagalpa, seguramente se va a apresurar la designación de un nuevo obispo de Estelí, pero yo creo que el título de monseñor Rolando Álvarez como obispo de Matagalpa tiene que mantenerse, porque sino sería como claudicar ante estas personas que tanto daño han hecho.

Con respecto a las parroquias, están en el mismo paquete, esperar de qué manera se solucionan estos casos nuevos, pero la gente tiene que seguir adelante, la Iglesia de Nicaragua no se puede detener, ni en Estelí ni en Matagalpa ni en ninguna otra diócesis, hay que continuar como sea.

“Ortega y Murillo no quieren diálogo ni dar una milésima del poder que tienen”
Monseñor Rolando Álvarez continúa bajo casa por cárcel. Foto: Carlos Herrera | Divergentes.
¿Cree que el diálogo podría ser la vía para encontrar una solución pacífica a la situación que vive la Iglesia y la misma sociedad nicaragüense?

Está muy difícil la situación para una vía pacífica. Cuando se comenzó el diálogo (en 2018), estas personas que gobiernan ilegítimamente Nicaragua vieron que ese no era un camino que tenían en perspectiva porque se les pidió que abandonaran el poder y lo que hicieron fue todo lo contrario. Ortega y Murillo no quieren diálogo ni dar una milésima del poder que tienen y una negociación trata de eso, que las partes sacrifiquen sus posturas y en este momento no creo que este gobierno quiera dar nada del poder que tiene. Perdone si soy poco optimista, pero realmente en este momento no veo ninguna perspectiva de diálogo.

¿Cómo valora las declaraciones del papa Francisco el 21 de agosto pasado, en las que expresó su preocupación y dolor por la situación que vive Nicaragua y pidió “un diálogo abierto y sincero”?

Estoy seguro que el papa sabe de la intransigencia de estas personas que mal gobiernan Nicaragua, pero claro, desde su postura, aunque nosotros aquí cerca veamos un camino muy nublado en cuanto a que esta gente quiera dialogar. La postura del papa es que no pierde la esperanza de que sí se puede entrar en un diálogo y que estas personas puedan recapacitar del daño terrible que le están ocasionando a Nicaragua. Yo admiro su postura, pero repito, desde mi punto de vista, no veo a esta gente como para querer dialogar.

Su mensaje al pueblo de Nicaragua

Al pueblo de Nicaragua decirles que muchos estamos cercanos con ellos, nos imaginamos la pesadilla que están viviendo, no es la Iglesia Católica o un grupo de nicaragüenses que está sufriendo… Mantener la esperanza, el optimismo que no puede el mal triunfar sobre el bien, el triunfo para nosotros los cristianos está en Cristo, pero tenemos que pasar por ciertas etapas para entender los designios de Dios y las lecciones que nos puede dar a cada uno.

Datos del obispo

“Ortega y Murillo no quieren diálogo ni dar una milésima del poder que tienen”
Monseñor José Antonio Canales junto al papa Francisco. Foto tomada de internet.

El obispo José Antonio Canales nació el 19 de marzo de 1962. Tiene una licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Privada San Pedro Sula. Posteriormente se licenció en Teología Moral en la Pontificia Universidad de México.

Fue ordenado sacerdote el 12 de octubre de 1996 y en enero de 2017 el papa Francisco lo nombró como primer obispo de la Diócesis de Danlí.