Manuel Orozco, investigador del Diálogo Interamericano:

“A quienes se les venza el parole, y se queden indocumentados, van a ser los más vulnerables si la política de deportación de Trump se implementa”

El especialista en temas migratorios asegura que es muy posible que el parole sea descontinuado para Nicaragua por la nueva administración de Donald Trump. En esta entrevista con DIVERGENTES, analiza a fondo el resultado de una elección más exitosa de lo esperado para el magnate, quien obtuvo casi todo el poder político de Washington


7 de noviembre 2024

Migrantes observan el proceso electoral de Estados Unidos. Se espera que Trump cumpla su plan de campaña de deportaciones masivas. DIVERGENTES | EFE.

Donald Trump consiguió de manera contundente regresar a la Casa Blanca: no sólo ganó el Colegio Electoral con un margen cómodo este 5 de noviembre, sino que se llevó el voto popular, y su partido, los republicanos, consiguieron la mayoría en el Senado y la Cámara Baja de Estados Unidos. 

Hay algunos factores claves que influyeron en esta victoria categórica que le otorga casi todo el poder político al magnate, que será por primera vez –en más de un siglo– expresidente que vuelve a serlo después de perder unas elecciones… y, por si fuera poco, también la primera ocasión en que un criminal convicto llega a la Presidencia del país.

Esos factores son principalmente el desgaste de la campaña electoral demócrata, mellada desde la renuncia del presidente Joe Biden a la carrera presidencial, la economía y el tema migratorio que Trump azuzó sin tapujos, entre otros, de política exterior como las crisis en Israel y Ucrania. A pesar de una retórica antiinmigrante, el presidente reelecto consiguió un aumento del apoyo del voto latino –principalmente de los hombres–, sin importar la promesa de una “deportación masiva”. 

No obstante, a pesar del apoyo hispano, la promesa electoral de Trump de deportar a diestra y siniestra es todavía nebulosa, pero no deja de ser una amenaza muy seria para los latinos. Un grupo en el que se encuentran más de 500 000 nicaragüenses que, desde 2021, han huído de la dictadura Ortega-Murillo y la crisis sociopolítica en el país.

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La mayoría están amparados por el parole humanitario, un programa que Trump dijo que cancelará al asumir por segunda ocasión el despacho oval. ¿Cuáles son los riesgos para los nicas con parole que no logren conseguir otro estatus en Estados Unidos? El investigador del Diálogo Interamericano en temas migratorios, Manuel Orozco, lo explica en esta amplia entrevista con DIVERGENTES. 

“A quienes se les venza el parole, y se queden indocumentados, van a ser los más vulnerables si la política de deportación de Trump se implementa (…) Es decir, son personas cuyas direcciones, lugares de ubicación están bien identificados”, advierte Orozco. Y estima que hay altas posibilidades de ser implementada. 

Pero además, al ser uno de los nicaragüenses que mejor conoce el devenir político y estratégico de Washington, nos brinda su visión sobre este triunfo rimbombante de Trump que sume al partido Demócrata en una debacle muy seria. ¿Cómo gobernará la nueva administración Trump? ¿Qué lealtades tiene que pagar a quienes lo apoyaron en esta exitosa senda de regreso a la Presidencia más importante del mundo? Empecemos por los errores demócratas y lo que no logró la vicepresidenta Kamala Harris.

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Manuel Orozco, politólogo de Diálogo Interamericano. Cortesía

Las encuestas predecían una elección bastante reñida entre Trump y Harris. Pero eso no fue lo que vimos este cinco de noviembre: fue un triunfo categórico de él y los republicanos, incluso en los estados considerados “Blue Wall”. ¿Qué hicieron mal los demócratas, Kamala Harris, ante un electorado que claramente no los favoreció?

Hay dos consideraciones que tomar en cuenta. La primera es que hasta julio de este año Donald Trump llevaba ventaja sobre los demócratas y Biden, según las encuestas. Era una ventaja de por lo menos 4%. Cuando Biden se retira y entra Harris, ella trata de nivelar el campo electoral y logra mantener una diferencia prácticamente neta, de cero. Sin embargo, hubo factores en los que realmente ella no logró convencer al electorado estadounidense. 

Uno de ellos era el aspecto económico, fundamentalmente. ¿Qué iba a diferenciar su Gobierno frente al de Biden en ese sector? Ella estaba en una disyuntiva muy complicada, porque no podía defender la administración Biden, pero tampoco la podía criticar. Entonces no podía distanciarse. El segundo tema era el relacionado con la migración. Tenía una propuesta de contener la migración, pero no pudo ofrecer una respuesta mayor a la que ya había dado, que era básicamente que la migración era una responsabilidad que los republicanos no querían adoptar o asumir en el Congreso. Y en tercer lugar, era la política exterior hacia Israel y cómo contener la violencia. Esos dos factores realmente incidieron en la victoria de Donald Trump.

La elección realmente era un asunto existencial para los republicanos. Para ellos la elección de Donald Trump no se trataba de él mismo, sino de lo que él representa, que es una combinación de intereses políticos conservadores que se sienten amenazados en los últimos años por los grandes cambios sociales que están ocurriendo en el mundo. Por ejemplo, los derechos reproductivos de la mujer que, para un gran sector de la población, es un tema bastante privado y conservador. Eso tuvo efecto. En segundo lugar, había una especie de posicionamiento sobre lo poco logrado por parte de Biden, y eso se tradujo fundamentalmente en una victoria más decisiva. 

El resultado no se aleja mucho de lo que las encuestas estaban diciendo. Sin embargo, representa un golpe para toda la población. El segundo mandato de Trump, fundamentalmente, creo que va a ser como el de casi todos los otros mandatarios cuando ganan elecciones: y es tratar de dejar un legado histórico. Por ejemplo, en el caso de Obama, su legado fue básicamente dejar una historia sobre el cambio en la política energética. 

En este caso, creo que Trump quiere ser recordado por algo referente a políticas relacionadas con inteligencia artificial o incluso con el espacio exterior… El tema del espacio es vital. De hecho, la participación de Elon Musk reflejó un interés pragmático, político y también estratégico de abordar un área que para Musk es importante, que es la exploración espacial. Eso puede que refleje una renovación de la estrategia militar de defensa estratégica y nuclear, como era la que había propuesto Reagan en su momento. 

Pero a nivel de sus luchas internas, con las acusaciones y juicios que tiene, ¿vos crees que Trump use el poder que tiene ahora –que es casi un capital político considerable después de la elección– para desarticular a quienes lo están presionando en los tribunales?

Esto va a quedar en un hueco legal. No va a pasar a temas más allá de multas y él lo que va a usar es su capital político para pagar la cuenta de quienes lo apoyaron. Y hay tres grandes grupos que apoyaron a Trump: primero los ultraconservadores que están al lado del proyecto 2025, segundo los republicanos partidistas propiamente dichos; es decir los políticos del partido Republicano que asumieron el riesgo de apoyar a una persona que no necesariamente refleja todos los intereses del partido. Y en tercer lugar, los republicanos más pragmatistas. Ese es básicamente el juego político que van a tener.

El apoyo hispano a Trump

“A quienes se les venza el parole, y se queden indocumentados, van a ser los más vulnerables si la política de deportación de Trump se implementa”
Otro de los grandes ejes temáticos de su campaña electoral fue contra los migrantes. ¿Cómo explicas que Trump, en cierta medida, le deba su triunfo a los latinos, con los últimos datos mostrando que el 54% de los hombres hispanos le votaron a él?

Todavía la estadística no es completa. Creo que es un porcentaje relativamente bajo. En la elección anterior, el 60% de los latinos votaron a los demócratas. Es decir, que este año, de los 35 millones del electorado latino que pensaba votar, ya se hablaba de la probabilidad de que menos del 60% iba a votar. Entonces, sí hay una disminución, pero se pronuncia más entre los hombres y las mujeres, pero no se diferencia de los otros grupos, sean blancos, afroamericanos que votaron más hombres que mujeres por Trump.

Trump azuzó mucho la idea de la deportación masiva en la campaña electoral. Parece que esto no surtió mucho efecto, porque mal que bien, aunque sea reciente la estadística como decís, los latinos lo apoyaron… ¿Trump puede cumplir esa promesa de campaña? ¿Qué riesgo real representa para los migrantes?

La promesa de campaña de Trump se tiene que medir hiperbólicamente. Todo lo que él dice viene con una dosis muy fuerte de drama y exageración. Lo que no significa que no quiera asumir toda esa propuesta. La propuesta de Trump básicamente es la expulsión del mayor número de personas. Eso tiene diferentes limitaciones. Una de ellas son los costos: deportar a una persona puede ser de más de 4000 dólares. Entonces no podés realmente agenciarte una deportación de un  millón de personas bajo esos costos. 

La migración, durante los últimos cuatro años, está directamente correlacionada con la caída del desempleo. Yo sí creo que van a aumentar las deportaciones más que lo que se produjo con Barack Obama, que eran de 500 000 personas deportadas anualmente. Durante Biden eran menos de 250 000. Entonces te puedes dar una idea más o menos de hacia dónde iría ese proceso. Y hay diferentes mecanismos para utilizarlo en el corto plazo.

Cuando hablamos del tema migratorio, más de 500 000 nicas se han ido desde 2021 a Estados Unidos, muchos con parole y ya incluso la administración Biden dijo que no va a haber extensión para los ya beneficiados, y Trump dijo en campaña que lo eliminará. ¿Cuál es el futuro para esos nicaragüenses que están allá y se quedarían sin esta sombrilla?

El parole humanitario siempre tuvo una duración de dos años. En ningún momento se dijo que era extensible, sino que las personas que se amparaban al parole tenían dos años para estar en el país y después se tenían que devolver. Eso no cambió. Lo que se produjo fue ruido de parte de mucha gente de creer que Biden, porque era menos radical, iba a extender la estadía. Pero no es posible. El tema fundamental es que el programa se discontinúe el próximo año. Eso significa que el parole humanitario deje de operar. O sea que la persona que no haga un ajuste de estatus, tiene que devolverse al país o se queda de manera indocumentada. 

En otras palabras, a quienes se les vence el parole, y se queden indocumentados, van a ser los más vulnerables si la política de deportación de Trump se implementa. Es decir, son personas cuyas direcciones, lugares de ubicación están bien identificados. Entonces, si esas personas no han hecho un ajuste de estatus al solicitar asilo o reunificación familiar, etcétera, pues se enfrentan a serias circunstancias. Es muy posible que el parole sea descontinuado para Nicaragua por la nueva administración Trump. Lo que significa que las opciones de emigrar de manera formal van a ser más limitadas.

¿Nicaragua es prioridad?

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Daniel Ortega y Rosario Murillo durante el acto del 45 aniversario del Ministerio del Interior y la Policía Nacional. Foto: Cortesía Presidencia.

Cambiando un poco de tema, esta administración entrante encuentra un contexto complicado: la guerra en Ucrania, que ya se hace vieja; el conflicto de Israel con Hamas, que ha implicado el aniquilamiento de los gazatíes y un conflicto en Oriente Próximo que cada día parece más ardiente. ¿Qué prioridad puede representar Nicaragua para Washington en ese escenario?

Hay que ponderar las prioridades de esta administración en lo referente a política exterior. En primer lugar, la política exterior va a jugar un segundo plano y, dentro de ese contexto, las prioridades están relacionadas con los intereses estratégicos de Estados Unidos en su relación con Irán. En segundo lugar, con el Golfo, con los países exportadores de petróleo. En tercer lugar, en sostener alguna relación con Israel. Y en cuarto lugar se ubica Ucrania y Europa en general; la relación con la OTAN. Entonces América Latina se encuentra en un lugar como cinco o seis en el contexto global. Y depende cómo ponderen los equipos de política exterior de Trump con cada uno de los temas de América Latina. Si Nicaragua, Venezuela y Cuba tienen prioridad por encima de otros problemas políticos, como el conflicto en Bolivia, la inestabilidad en Haití o el problema migratorio en el Triángulo Norte… O el problema de exportación de fentanilo desde México. Estadísticamente o aritméticamente, la prioridad para Estados Unidos número uno es la migración y la número dos es el rol del tráfico de drogas, especialmente fentanilo y cocaína. El problema de los regímenes, las dictaduras, en principio se encuentra en un tercer lugar dentro de la agenda para América Latina. 

Nicaragua está subordinada a lo que pasa en Venezuela, pero de nuevo, depende realmente de quién esté a cargo de esa política exterior. Hay un equipo trabajando, que ha venido formulando una estrategia para América Latina que incluye personalidades como Carlos Trujillo, entre otros, que tienen sus propias perspectivas, su lectura política de lo que hay que hacer.

Esta política para Nicaragua, de cierta manera se habla en Washington, es una cuestión bipartidista. ¿Vos pensás que va a haber algún cambio inmediato al asumir Trump frente a la dictadura Ortega-Murillo?

En el corto plazo pensaría que no. La primera lectura es ver qué hacer en el caso de Nicaragua en relación con la legislación existente: la Ley Renacer y la aprobación de la Nica Act dos. Que se convierta básicamente como el instrumento de política exterior que utilizará esta administración en este momento. Ese es el contexto.

¿Qué tanta presión puede jugar en contra de la dictadura el tema de su acercamiento con China, sus coqueteos con Rusia, con Irán y el usar la migración a manera de chantaje contra Estados Unidos?

En términos generales, para el estamento burocrático de política exterior, la relación de China con Nicaragua es preocupante. Genera ruido la presencia de un footprint, de una huella geopolítica que no es de Estados Unidos. Aparte de eso, es un tema más filosófico, político, del tipo de régimen que quiere imponer China en América Latina y el Caribe. Creo que no se le pone tanta ponderación al rol de Rusia en América Latina. En lo referido a la migración, todo depende si Nicaragua vuelve a hacer el juego de puente migratorio y provoque a Trump. Sospecho que la dictadura de Ortega se va a cuidar muy bien de no provocar al equipo de Donald Trump. Por otro lado, el equipo de Trump realmente tiene una especie de dislike de no querer a Ortega por ser Ortega. Es una posición mucho más fuerte que la que tenía la administración Biden. El equipo de Biden tenía un enfoque hacia Guatemala porque mucha de su gente trabajó en ese país. Pero en el equipo de Trump hay gente que viene de Cuba y de Nicaragua. Entonces podrías esperar por lo menos un cambio en la postura hacia Nicaragua.

¿Y ese endurecimiento de postura del que hablas en el equipo Trump puede llegar, por ejemplo, al punto de revisar el DR-CAFTA y eliminar a Nicaragua, como algunas voces sugieren? 

Eso ha estado en la mesa. Estuvo en la mesa de Biden. Pero creo que depende realmente de cómo la Comisión de Comercio Internacional no ponga resistencia. Ellos han sido muy reacios a trabajar en ese contexto. Así que está por verse realmente cuál es la situación al respecto. Lo que sí es probable es que el tratado sea renegociado, porque necesita una revisión estructural para todos los países. Han pasado 20 años y han habido grandes cambios y se han favorecido algunos oligopolios. Esa posibilidad generaría también un espacio para introducir cláusulas como la referente a derechos humanos o democracia.

A lo largo de tu trabajo de investigación y análisis has llegado a proponer otras acciones de presión contra el régimen de Nicaragua a las administraciones estadounidenses. ¿Qué más podría hacer la nueva administración Trump con Nicaragua, en el sentido de que las sanciones han demostrado que no derriban regímenes?

En ambos gobiernos, de Trump y Biden, lo que ha faltado ha sido un elemento de consistencia y continuidad en la política hacia América Latina. En el caso de Trump estaba el Nica-Act. En el caso de Biden estaba la Ley Renacer. Los componentes de estas leyes tenían elementos importantes de política hacia Nicaragua. Sin embargo, no se le dio todo el seguimiento necesario. Si se implementaron más sanciones y tuvieron un impacto. 

Sin embargo, la continuidad de esas sanciones fue lo que hizo falta sustancialmente en muchos casos. El asunto ahora es que vean el espectro de todas las opciones de política que hay y operen en función de eso. Es decir, identificar todos los instrumentos de política exterior que existen y ver cómo ponderar el caso de Nicaragua como una situación manejable en el contexto político.

El futuro demócrata

“A quienes se les venza el parole, y se queden indocumentados, van a ser los más vulnerables si la política de deportación de Trump se implementa”

Dos últimas preguntas en corto, ¿Cuál crees que es el futuro político de los demócratas ante esta debacle electoral?

El futuro político ya está definido. Quedaron como minoría y aquí de lo que se trata es de redimensionar su pérdida, su derrota en el contexto legislativo y montar una estrategia política que resista algunos de los cambios que vaya a proponer este nuevo Gobierno. Y fundamentalmente, más que hacer una catarsis, ellos tienen realmente que decidir si la resistencia política de ellos va a ser en función de sus visiones políticas o en función de seguir polarizando o antagonizando con los republicanos. Entonces, eso, obviamente, depende también de cómo se presentan los republicanos. Lo que está en juego realmente es la lealtad al sistema político en este momento. Vamos a ver quien tira la primera piedra para ver cómo se pone a prueba esa lealtad.

Donald Trump tiene un andamiaje completo, insisto, tiene la Presidencia, el Senado, la Cámara Baja y mayoría en la Corte de Justicia. ¿Vos pensás, después de esta elección de resultados categóricos, que la democracia de Estados Unidos está en riesgo ante un tipo tan volcánico como Donald Trump?

El tema no es la personalidad de Donald Trump, sino las propuestas ultraconservadoras que se quieren introducir de parte de un grupo que lo apoyó. Puede estar en riesgo en el sentido que hay una propuesta de reducir el tamaño del Estado federal, de cambiar la estructura del Departamento de Estado, de reducir subsidios y de aumentar tarifas tributarias de bienes importados. Hay situaciones que sí ponen en riesgo la estabilidad política de Estados Unidos. 

Pero de nuevo, todo depende de cómo se negocie eso. Yo no sé si todo el equipo republicano está a favor de esa propuesta del proyecto 2025. Pero eso va a ser parte del pleito político. Entonces, la democracia no está en riesgo, está a prueba y vamos a ver cómo se desenvuelven estos cuatro años con una oposición dispuesta a prevenir que se hagan cambios radicales, ante un gobierno que quiera introducir cambios políticos muy conservadores.