El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ocultó que, al menos, 257 trabajadores de la salud fueron contagiados de coronavirus en Nicaragua entre el 16 de marzo y el 10 de agosto de 2020. De acuerdo a un análisis realizado por DIVERGENTES, basado en una filtración de datos hecha por Anonymous al Ministerio de Salud (Minsa), en el país se practicaron 854 pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) al personal sanitario durante el pico más alto de la pandemia de COVID-19.
Los 257 casos positivos desprendidos de esta muestra de 854 pruebas PCR practicadas por el Minsa, representan un 30% del personal sanitario contagiado a nivel nacional. Los departamentos con más afectados son Managua (112 positivos), Chinandega (90) y León (19), tres localidades en las que se concentró la epidemia de coronavirus. Hasta ahora, el gobierno de Daniel Ortega y las autoridades sanitarias callan al respecto, pese a que el contagio en este gremio es un factor determinante para la propagación o contención de una epidemia.
El pasado 19 de agosto, durante una comparecencia televisada, el comandante Ortega reconoció por primera vez que la pandemia ha causado la muerte de “algunos médicos”, luego de que su gobierno negó al personal sanitario medidas de protección al inicio de la crisis en marzo. Como siempre, el mandatario fue vago en la información y omitió el número de fallecidos y de contagiados en el gremio de la salud.
Recibe nuestro boletín semanal
“Algunos hermanos médicos también han fallecido, como efecto del virus. Porque indiscutiblemente el médico está metido ahí, donde está el peligro, dónde está el riesgo, y no ha habido médico que titubee, o médico que diga, yo no voy a atender, sino que ha habido una gran firmeza, una gran fortaleza, una gran dignidad, y una gran lealtad en la defensa de la vida”, dijo Ortega, sin mencionar las quejas del personal sanitario por el riesgo de contagio a los que el Minsa los ha expuesto durante la epidemia.
Subregistro latente
El Observatorio Ciudadano registra al menos 105 trabajadores de la salud muertos por COVID-19 durante la pandemia. Si comparamos este dato con los 257 casos positivos filtrados en la base de datos del Minsa, obtenemos que cerca del 40% de trabajadores de la salud de la muestra filtrada han fallecido en Nicaragua.
El gobierno de Ortega no ha realizado un muestreo masivo para determinar el alcance real de la COVID-19. Según la data filtrada por Anonymous, el Minsa solo ha realizado 21.172 PCR entre el 16 de marzo y el 10 de agosto, de las cuales 854 corresponden a personal sanitario. Aunque los 257 positivos de las 854 pruebas son un número parcial que esconde un subregistro para especialistas, la data oficial filtrada ofrece una dimensión sobre el nivel de contagio en los hospitales.
“Si cruzamos dato contra dato de lo que ofrece esta muestra de pruebas realizadas por el Minsa, encontrás que casi un 30% del personal sanitario se ha contagiado. Es una proporción muy alta”, señala Dora María Téllez, exministra de salud durante la década de los ochenta. “Y claramente podemos hablar de un subregistro, porque esas son pruebas que ellos registraron durante un periodo de tiempo. Pero los contagios siguen y hay otro porcentaje que no sabemos… de médicos con síntomas a quienes no le han realizado pruebas. Solo el Observatorio Ciudadano de COVID-19 reporta 105 muertes y más de 700 contagios en el personal de salud”, comparó.
A descanso sin hoja de subsidio
Médicos consultados para este artículo aseguraron que no a todos los funcionarios sanitarios con síntomas de COVID-19 les realizaron una prueba PCR. Según ellos, ordenaban el test solo para aquellos con síntomas graves. Sucedió en hospitales como el Alemán Nicaragüense (dedicado por el Minsa a la atención exclusiva de coronavirus), el Militar, y el Antonio Lenin Fonseca.
Lo que ordenaron las direcciones hospitalarias fue enviar a reposo al personal que presentaba síntomas. Pero era un subsidio verbal. Para no dejar rastros, direcciones como la del Lenin Fonseca no entregaban a los médicos subsidios escritos.
“Solo te mandan de reposo de forma verbal para que no quedara récord alguno. Así lo dispuso el INSS (Instituto Nicaragüense de Seguridad Social) para no pagar el subsidio”, explicó bajo condición de anonimato un especialista de un hospital público.
Durante el pico más alto de los contagios, esta modalidad fue utilizada en el Alemán Nicaragüense, Manolo Morales y en el Antonio Lenín Fonseca. En el Lenín Fonseca se contagiaron la mayoría de ortopedistas y médicos residentes. Por esa razón, en el pico de la pandemia, varios servicios del Lenín Fonseca fueron cancelados, y sólo dejaron en funcionamiento operaciones esenciales.
Téllez, exministra de salud, atribuyó el impacto del virus en el personal sanitario a la decisión gubernamental de no proporcionar equipos y medidas de protección.
“Básicamente esto es el resultado de prohibirle a los médicos protegerse. La dictadura no solo le ha mentido a la población, sino que con esta política de falseamiento de la información pone en riesgo a la población. Es una irresponsabilidad criminal, sobre todo entre el personal médico, porque es un asunto delicado cuyo impacto se paga con vidas”, criticó Téllez.