“A mí me violaron en una cárcel”. Las torturas sexuales del régimen Ortega-Murillo

La cara menos conocida de la represión política desatada en 2018 por el gobierno en Nicaragua es el abuso sexual. Paramilitares y funcionarios de la Policía cometieron abuso, violencia y violación sexual dentro de las cárceles de Nicaragua, como método de tortura contra los y las presas políticas.

Divergentes
Temporada 1
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“A mí me violaron en una cárcel”. Las torturas sexuales del régimen Ortega-Murillo
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Realización: Leslie Ramos
Producción: Néstor Arce

TRANSCRIPCIÓN

Néstor Arce | Gracias por escuchar la primera temporada de podcasts de Divergentes. Les saluda Néstor Arce.

El 2018 fue un año que marcó un parteaguas para Nicaragua. La población manifestó en las calles su rechazo a las políticas de Daniel Ortega y Rosario Murillo. A cambio, estos respondieron con represión, asesinatos, torturas, violencia sexual y violaciones de derechos humanos. Cifras violentas: más de 325 personas asesinadas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Más de 4 mil heridos, más de mil presos políticos, y un número todavía indeterminado, pero que pone de manifiesto la perversidad de la represión oficial: los abusos sexuales cometidos por oficiales del Estado y paramilitares. 

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En este capítulo, Leslie Ramos nos cuenta cómo los paramilitares y funcionarios de la Policía, cometieron abuso, violencia y violación sexual dentro de las cárceles de Nicaragua, como método de tortura contra los y las presas políticas.

Leslie conversó con dos excarcelados políticos. Ellos narran cómo el abuso sexual y la violación fue una práctica generalizada y sistematizada en contra de los manifestantes arrestados durante la crisis sociopolítica de 2018.

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Rafael Acevedo | Entonces los paramilitares me entregan a la policía y en el portón de la policía me bajan, solo me desamarran los cordones que me habían amarrado en los pies y en las manos y me ponen unas chachas. Entonces yo veo que en el portón hay 2 filas de personas, entre paramilitares y policías y yo tenía que pasar en medio de ellos porque alguien me dice “mirá ese es el camino del diablo”  y ahí vas a pasar hijuelagranputa.  

Leslie Ramos | Esta historia ocurrió la mañana del 8 de junio de 2018. El día en que Rafael Enrique Acevedo Guevara, un ex militante del Frente Sandinista, mejor conocido como “El teacher”, fue capturado por paramilitares a unas cuadras del Instituto Juan José, en Jinotepe, Carazo. Él es uno de los más de 700 presos políticos que Daniel Ortega capturó por manifestarse en contra de su gobierno en 2018. Además, es uno de los ex presos políticos que fue violado sexualmente dentro de una cárcel, específicamente en la estación policial de Jinotepe.

Rafael Acevedo | Yo no quería pasar, entonces uno de los policías me pega una patada en la espalda y me pasa entre medio (…) y yo miraba que ahí entre los que estaban tenían raja de leña, armas, banderas roja y negra, garrotes, bueno de todo. Yo miraba que me daban y pasé, como entre 40, 80 personas habían ahí, entre medio yo pasé de ellos, hasta llegar como a 25-30 metros allá al fondo y caer. Caí así, ensangrentado y yo ensangrentado, me dolía todo pues. En una de esas se me acerca uno, no sé, no lo pude identificar porque ahí sí ya no podía ver mucho, y llevaba algo en la mano, entonces en ese momento, yo estoy boca para abajo y así en forma de un lado, entonces él viene con el hierro, o algo, no sé si fue madera o hierro, me lo ensarta en mi pantalón, me acuerdo que andaba un blue jeans y me lo ensartó en mi trasero, en mi ano, y ahí yo grité, entonces él me pega en la sien y ahí yo ya me desmayé, no supe más, hasta como las una, dos de la mañana. 

Leslie Ramos | El domingo 8 de julio de 2018 se ejecutó la denominada Operación Limpieza. Fueron jornadas sangrientas utilizadas por el régimen en diferentes puntos del país para desarticular la resistencia ciudadana. Tropas de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía y paramilitares trabajaron en conjunto.  Desmantelaron tranques y barricadas que la población instaló durante las protestas. El departamento de Carazo fue uno de los más sublevados y donde la Operación Limpieza dejó un saldo de al menos 32 personas asesinadas y varios detenidos, entre ellos, Rafael Acevedo.

Rafael Acevedo | Me acuerdo que nos tienen en un cuarto oscuro, todos arrodillados y yo ahí comienzo a volver y veo que hay como 50-60 personas, todas arrodilladas y bien golpeados alrededor de mí y veo y le digo a uno que está cerca“ala, como tenés la cara”, pero si vos estás igual me dice, ala, y chorreando sangre por todos lados y le digo: ¿a dónde estamos? “Estamos en el Chipote”, me dice. ¿Y qué hora es? La una, como las dos de la mañana (…) y veo que en una puerta sale un chorro de agua. Entonces yo les digo que a mí me agarraron como a las 8:30-9:00 hasta esa hora a mí no me han dado de beber nada, ni comer nada, hasta las 2:00 de la mañana. Entonces tenía sed y así enchachado me arrecuesto al suelo y comienzo a chupar agua que salía de la puerta, entonces se acerca alguien femenino, por la voz, lo identifiqué por la voz, y me pateó la cara y me dice “vos, chancho, ¿qué estás bebiendo?”, tengo sed le digo, “no, no ves que esa agua sale de los inodoros, no seas cochino”, no importa le digo. Entonces seguí bebiendo y después me paré.    

Leslie Ramos | Este es parte del relato de violación de Rafael. Narra una serie de detalles que dejan al descubierto la tortura sexual hacia hombres y mujeres manifestantes… específicamente la tortura anal en hombres, expresado en el Protocolo de Estambul de Naciones Unidas. 

Rafael Acevedo | Eso se le llama violación sexual lo que me hicieron pues…

Soraya Long | La violación sexual como tortura constituyó en Nicaragua un delito de lesa humanidad porque fue perpetrada por agentes estatales como parte de un plan o estrategia preestablecida, no fue casual, no fue iniciativa de un funcionario, es decir, se practicó con intencionalidad y conocimiento del plan, se practicó en diferentes sitios de detención, fue practicada de manera generalizada y sistemática y se practicó contra la población civil y tuvo un propósito. 

Leslie Ramos | Ella es Soraya Long, abogada especialista en derechos humanos. Lo que acabamos de escuchar es el fallo de un Tribunal de Consciencia realizado el 8 de septiembre en Costa Rica, donde se condenó al Estado de Nicaragua al mando de Daniel Ortega por violencia sexual, como tortura y crímenes de lesa de humanidad. 

“Crímenes de lesa humanidad”, es la palabra menos favorita de la pareja gobernante. Ortega y Murillo pretenden maquillar su represión vendiendo en su discurso que las protestas antigubernamentales en 2018 fueron parte de un “intento fallido de golpe de Estado”. 

La primera vez que escuchamos el término “crímenes de lesa humanidad” para referirse a la represión estatal en Nicaragua fue en diciembre de 2018, cuando el Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) planteó en su informe sobre las protestas, que el Estado de Nicaragua cometió crímenes que deben considerarse “crímenes de lesa humanidad”. Un informe, que por cierto, fue presentado en Washington, luego que Ortega expulsara al equipo de la CIDH. 

Claudia Paz y Paz | Hubo en nuestro periodo de investigación, insisto, hubo una centena de muertes violentas atribuidas ocurridas en el contexto de las movilizaciones. La gran mayoría de estas habían sido perpetradas por agentes estatales. Así es que una de nuestras conclusiones fue que en Nicaragua se habían cometido crímenes de lesa humanidad. (…) Los crímenes de lesa humanidad para ser tales tienen que ser o masivos o sistemáticos y en este caso estábamos con ambos patrones para poder calificarlos como GIEI como crímenes de lesa humanidad que tiene una consecuencia muy importante y es que estos hechos pueden ser investigados en Nicaragua, por supuesto es el principal obligado, pero también por cualquier país que reconozca en su país la jurisdicción internacional o por un tribunal penal internacional como la Corte, si es que Nicaragua remite el caso.

Leslie Ramos | Ella es Claudia Paz y Paz, exdirectora del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional e exintegrante del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI). Ella trabajó el tema de la violencia con manifestaciones que denunciaron sus casos ante este grupo de expertos. Las violaciones sexuales contra hombres y mujeres se dieron principalmente en El Chipote, aunque también en casas clandestinas, según denunció la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

“Violaciones sexuales con rifles y otros objetos”, cita textualmente el informe. A Rafael Acevedo le introdujeron un objeto en su ano que le provocó sangrado durante varios días. Aparte, tenía otras dolencias en su cuerpo producto de la golpiza que recibió por paramilitares el día de su arresto. Una semana después y en esas mismas condiciones, Rafael Acevedo fue trasladado al Sistema Penitenciario La Modelo. 

Rafael Acevedo | En el Sistema Penitenciario igual estuve como 25 días acostado en un camarote en la celda 1601, donde comenzaron a llevar a todos los presos políticos. 

Leslie Ramos | Él cuenta la dificultad que tuvo para comer y realizar sus necesidades fisiológicas durante sus primeras semanas en la cárcel.

Rafael Acevedo | Cuando iba al baño me salían heces fecales con sangre. Me dolía, me ardía y ahí en La Modelo yo pasé como tres meses con eso. Cuando iba al baño yo sabía que tenía que tirar sangre y heces fecales pues, pasé como tres meses (…) Cuando llegaba la guardia yo sacaba papel higiénico con heces fecales y sangre y se lo enseñaba, miren no puedo salir a patio sol, estoy sangrando por mi ano. 

Leslie Ramos | Rafael es uno de los pocos excarcelados hombres que se ha atrevido a denunciar públicamente su experiencia de violación. Otros viven en el silencio o el anonimato, ya sea por miedo o vergüenza. Aunque estos crímenes continúan en la impunidad, ahora cuentan con un fallo de consciencia en donde el culpable es el Estado y los funcionarios al mando de Daniel Ortega.

Soraya Long | ¿Quiénes fueron los responsables de esta violencia? Mujeres y hombres usaban uniformes de autoridades estatales, algunas personas vestidas de civil con camiseta negra y varios de los testimonios señalan que había extranjeros entre las personas que los detenían (…) Lejos de actuar el Estado como garante de derechos abusó de manera repetida de la situación de vulnerabilidad de las víctimas. 

Rafael Acevedo | Yo lo voy a seguir diciendo que la guardia, los paramilitares, los sandinistas a mi me violaron y me hicieron todo eso.

Leslie Ramos | La violación de Rafael Acevedo, “El teacher”, no es el único crimen de índole sexual que vivieron ex presos y presas políticas dentro de los cárceles de Nicaragua. También se registraron casos de abuso sexual, amenaza de violación, tocamientos, tortura en genitales y desnudamientos. 

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Elsa Valle | “Quitate toda la ropa me dice una”, pero yo con miedo, yo no me quitaba la ropa ahí nomás porque estaba un guardia y a ella no le importaba. Yo decía: “¿qué me van a hacer? ¿Me van a violar? Pero, ¿qué me van a hacer muchacha, me van a violar?” “A vos te pica el culo quien te va a querer violar”. 

Leslie Ramos | Elsa Valle es una joven de 21 años. Ella ingresó a la cárcel a sus 18 años. Durante su paso por El Chipote y el penal de mujeres, La Esperanza, ella vivió en carne propia la humillante experiencia de ser obligada a desnudarse y hacer sentadillas desnuda como parte de la tortura sexual. 

Elsa Valle | Cada vez que nos llevaban a entrevistas, nos hacían quitar la ropa, nos hacían abrirnos y todo, y hacer sentadillas y afirmar cosas que ellos querían que nosotros afirmáramos.

Soraya Long | En el caso particular de las mujeres, sus cuerpos fueron instrumentalizados para enviar un mensaje de poder, para humillar, amedrentar, amenazar y lograr información.

Leslie Ramos | Pero para Elsa lo peor estaba por venir. Un aborto.

Elsa Valle | Yo pasé como una semana con calentura, una hediondez súper extrema, yo hablaba y hedía, yo me tocaba la piel y sentía que se me iba a desbaratar así, osea, yo me estaba pudriendo por dentro. Una infección extremadamente horrible tenía en mis partes, el olor, de viaje podredumbre (…) Cuando yo llego, él me hace exámenes físicos, exámenes de sangre verdad, ultrasonido y todo. Él a mí no me podía introducir nada porque era un dolor insoportable. Tenía una extrema infección que hasta él mismo dijo “yo no sé cómo sobreviviste a esto”. “Efectivamente estabas embarazada”, me dice y me enseñó la forma, como el tamañito, como que ya lo podías agarrar con la mano, era chiquito.

Leslie Ramos | La oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos asegura que hombres y mujeres privados de libertad en el contexto de las protestas manifestaron haber sido sometidos a una inspección visual injustificada y degradante de sus cavidades corporales durante registros rutinarios a cuerpo desnudo.

Al día de hoy, los manifestantes opositores continúan siendo capturados y posiblemente abusados. Hasta la fecha, las autoridades judiciales nicaragüenses no han acusado a ningún agente policial ni a paramilitares por violación sexual, un delito, que al igual que todos los cometidos por fuerzas afines al partido de Daniel Ortega, han quedado en la impunidad. Más bien, han mantenido en su discurso, que lo documentado por organismos nacionales e internacionales son injerencistas.

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Néstor Arce | Gracias por escuchar el primer episodio de esta temporada de podcasts. Les invitamos a descubrir más historias en divergentes.com, seguirnos en redes sociales y compartir con amigos y familiares nuestro contenido. Soy Néstor Arce. Nos escuchamos en el siguiente capítulo.


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