Nicaragua revive días de represión. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo impuso arresto domiciliario a monseñor Rolando Álvarez, tras 15 días de secuestro. Para muchos, eso representó el mayor ataque contra la iglesia católica desde las manifestaciones de abril de 2018. Desde entonces, los ataques hacia templos y sacerdotes católicos han sido constantes.
El infierno de la represión Ortega-Murillo consume a la Iglesia católica en Nicaragua
La madrugada del 19 de agosto la Policía Nacional asaltó la curia de monseñor Álvarez, en Matagalpa. En la casa se encontraban otras ocho personas que también fueron sacadas a la fuerza junto al obispo. Según los vecinos del lugar, el operativo se ejecutó como si se tratara de un quiebre de drogas. Es decir, con esos índices de violencia policial.