El proyecto de reconstrucción, ampliación y mejoramiento del aeropuerto internacional Punta Huete, ubicado a 58 kilómetros al noreste de Managua, fue anunciado por las autoridades del régimen sandinista como un “pilar fundamental para promover la comunicación, el intercambio, el turismo y el comercio entre Nicaragua y el mundo”.
Sin embargo, lo que no dijo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo es que la obra fue adjudicada ilegalmente y la justificación para su edificación, hasta ahora, no es convincente.
El régimen sandinista, a través de una nota de prensa, informó que la empresa a cargo de la construcción será CAMC Engineering Co., Ltd, una compañía china con un historial de corrupción en Bolivia, Ecuador y Venezuela.
El comunicado oficial no explica otros detalles del acuerdo, como el monto total del proyecto, el plazo para la construcción de la terminal aérea, y el por qué de la adjudicación directa de este proyecto a CAMC Engineering Co., Ltd.
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Una nota del Global Times reveló que el acuerdo establece que el desarrollo del aeropuerto se estima en 3590 millones de yuanes (491 millones de dólares), durante un período contratado de 48 meses, una vez que se liquide la financiación.
“La asignación del proyecto a esta empresa es ilegal, porque el Gobierno debía hacer una licitación internacional, al ser este un préstamo concesional. Aunque la empresa de China ponga el dinero, este financiamiento se va a pagar con dinero público”, explicó una experta en políticas públicas y desarrollo consultada por DIVERGENTES.
Detalles del aeropuerto ocultos por el régimen
Al desconocerse los alcances de los acuerdos firmados entre la empresa estatal china y el régimen Ortega-Murillo, el proyecto de construcción del aeropuerto tendría que ser desarrollado bajo los principios de la Ley 323, Ley de Contrataciones del Estado.
Esta legislación en su artículo tres señala que si no existe información y no se establecen los procedimientos a seguir para cualquier proyecto, estos se regirán por los requisitos y procedimientos contemplados en dicha ordenanza legal, y su reglamento.
La experta señaló que, según el artículo cinco de la Ley de Contrataciones del Estado, el Gobierno se encuentra “obligado a planificar, programar, organizar, desarrollar y supervisar las actividades de contratación de modo que sus necesidades se satisfagan en el tiempo oportuno y en las mejores condiciones de costo y calidad; asimismo, el artículo seis, ordena que la escogencia del contratista se efectúe siempre a través de una licitación abierta.
“Si fuera una inversión china, quizá la empresa hubiese concesionado el servicio por un tiempo determinado. No se podría intervenir en ninguna licitación, porque ellos están poniendo el dinero a cambio del manejo. Pero en este caso, lo que existe es un financiamiento que tiene que pagarse y esto, definitivamente, se hará con dinero público”, afirmó la experta.
La única forma, según esta especialista, que el régimen sandinista se haya blindado para no caer en la ilegalidad, es que en el contenido de los acuerdos firmados (cuyos detalles son secretos), se hayan decidido con la empresa que iba a desarrollar el aeropuerto. “Pero hasta el momento eso no existe”, insistió.
Aeropuerto forma parte del combo de promesas chinas
Según la comunicación oficial, el acuerdo de la reconstrucción del aeropuerto Punta Huete es solo uno de los ocho contratos que se firmaron con empresas estatales chinas.
Entre los otros proyectos se encuentran el estudio, diseño y construcción del ferrocarril Managua–Masaya–Granada y la formulación del plan maestro Ferroviario Managua–Corinto–Bluefields; otro acuerdo para los proyectos viales ampliación de la carretera Guanacaste–Nandaime–Rivas y la ampliación de la carretera Rivas–Sapoá.
También se firmó un acuerdo para el proyecto de la Carretera Litoral Costanera Fase II. Igualmente el desarrollo de la Hidroeléctrica Mojolka (con capacidad de 123 megavatios de energía) y Tumarín (253 megavatios). Además de la adquisición de 500 autobuses para el transporte colectivo en 2023, y 2000 adicionales en 2024.
Los acuerdos fueron suscritos entre el 17 y 18 de octubre de 2023, en el marco del décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, promovida por la República Popular de China a escala global.
(1) El teniente coronel Onofre Guevara muestra lo que iba a ser la torre de control del Aeropuerto Panchito. (2) Toma aérea de la pista del Aeropuerto Panchito. (3) La pista es del aeropuerto transitada por caballos. Fotos de archivo publicadas por Magazine de La Prensa.
Posteriormente, fueron presentados el lunes 23 de octubre en televisión nacional por el hijo de la familia dictatorial y encargado de negocios, Laureano Ortega Murillo, quien estuvo acompañado por el ministro de transporte e infraestructura, Óscar Mojica; el presidente de la Empresa Nicaragüense de Electricidad, Ernesto Martínez Tiffer; el canciller Denis Moncada y Amaru Ramírez, director de Instituto Regulador del Transporte Municipal de Managua.
Según una publicación del diario La Prensa, la construcción del aeropuerto de Punta Huete se inició en los años 80. Después que en un primer documento de ayuda militar de la Unión Soviética a la revolución sandinista, se incluyó al menos un escuadrón de 12 unidades de aviones caza MIG-21.
“No pasó mucho tiempo para que la administración del presidente Ronald Reagan advirtiera que si los MIG llegaban a Nicaragua, Estados Unidos los destruiría en la misma pista de aterrizaje del nuevo aeropuerto. Los MIG nunca llegaron. El aeropuerto no terminó de ser construido”, señala la misma publicación.
Terrenos fueron donados a militares
Una investigación de Confidencial reveló que en mayo de 2013, Ortega donó al Ejército los primeros cuatro lotes correspondientes a los terreno del aeropuerto de Punta Huete. Según la publicación, el 84% de los lotes (54 de 64), fueron donados a través de dos acuerdos presidenciales firmados y publicados en diciembre de 2017 y febrero de 2018.
La última donación del caudillo sandinista al Ejército fue un lote de 1160.48 m2, localizado en San Francisco Libre, del que no detalla su localización, según el acuerdo presidencial 155-2022, firmado el 31 de octubre de 2022.
Según el reporte, un corredor de bienes raíces estimó que una manzana de tierra en San Francisco Libre tiene un valor mínimo de 2500 dólares en el mercado inmobiliario nacional. Basado en ese cálculo, los lotes donados suman una propiedad cuyo valor ronda los 5.5 millones de dólares (más de 202 millones de córdobas).
Punta Huete será todo un mega aeropuerto, según el régimen
Fue hasta finales de octubre de 2023, que el nombre de Punta Huete sonó otra vez en los medios y redes sociales. La información oficial detalla que la antigua base militar está concebida como un aeropuerto internacional 4F, que implicaría que el mismo supuestamente tendrá una pista de más de 1800 metros, para aeronaves de 65 a 80 metros de envergadura. Esto significa que podrá acomodar aviones más grandes, sin restricciones de peso y balance.
Con su reconstrucción, ampliación y mejora, tendrá la capacidad de atender hasta 3.5 millones de pasajeros anualmente, quienes podrán arribar al país en aeronaves de mayor tamaño.
También reducirá el número de conexiones aéreas entre Nicaragua, Asia, Europa, África y Oceanía, “convirtiendo a nuestro país en un destino atractivo para turistas de estos continentes”, cita la información oficial de la propaganda de la dictadura Ortega-Murillo.
Aunque el anuncio provocó un gran revuelo entre las bases sandinistas. Una fuente vinculada a la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales (EAAI), señaló a DIVERGENTES que la decisión de aprobar el acuerdo para la construcción de la megaobra, hasta ahora se ha basado en argumentos poco convincentes.
“No se ha explicado qué alternativas se evaluaron para decidir qué tipo de aeropuerto era el más adecuado para construir. Tampoco se ha indicado si el lugar de construcción (en Punta Huete) es el más idóneo, y cuáles fueron los parámetros utilizados para definir el tipo de categoría. Mucho menos se ha hablado de la constancia de aeronaves que van a aterrizar en el país”, detalló la fuente consultada.
Régimen proyecta un flujo de más de tres millones de pasajeros
Una de las justificaciones del régimen para aprobar la construcción del nuevo aeropuerto es que el aeropuerto internacional de Managua, tiene una gran demanda de pasajeros, y que con el futuro aeródromo, se responderán la demanda de ese supuesto flujo creciente de personas.
“En la primera fase podríamos recibir hasta 3.5 millones de pasajeros, 2000 vuelos anuales. (Tendremos) una pista con 3600 metros de longitud y 75 metros de ancho. Son enormes aviones que bajarán con toda seguridad”, dijo el ministro del MTI durante una entrevista en TN8.
Para la fuente vinculada al sector aeroportuario, en principio, toda construcción de un nuevo aeropuerto tiene que ver con la demanda de pasajeros.
“Si tenés una capacidad que te desborda o está cerca del 80 %, entonces sí necesitás uno. Pero al mismo tiempo, necesitás una proyección a veinte o treinta años de cómo estará tu demanda. Es básicamente evaluar el mercado, a los aeropuertos cercanos, el tipo de atención que existe y qué tipo de demanda no se atiende”, explicó la fuente, quien afirmó que en el país no estamos ni cerca de copar la capacidad.
Según el anuario de estadísticas macroeconómicas del Banco Central de Nicaragua, durante el 2022, desembarcaron en el país 634 807 pasajeros, es decir, ni la mitad de la cifra que el régimen pretende recibir cuando esté construido el nuevo aeropuerto Punta Huete.
“¿De dónde van a salir esos 3.5 millones de pasajeros que estiman que van a poder atender en el país cuando tengan el Punta Huete? No hay forma porque el turismo no repunta, y la situación política del país tampoco da confianza a inversores y extranjeros en general”, explicó la fuente.
Cifras de pasajeros infladas por el trampolín migratorio
Para 2023, el régimen pretende recibir a casi 2 millones de pasajeros. Sus datos se basan en un aumento en el número de vuelos y pasajeros. En la actualidad, según Iván Escobar, director general del aeropuerto internacional de Nicaragua, el aeropuerto recibe entre 42 y 46 operaciones diarias que representan, supuestamente, 170 000 pasajeros cada mes.
Sobre este punto, la fuente consultada explicó que los datos del régimen no son exactos y que esta cifra está inflada con el número de migrantes africanos, cubanos y venezolanos que utilizan a Nicaragua como trampolín para llegar a Estados Unidos.
Otra de las justificaciones del régimen para construir este mega aeropuerto tiene que ver con que el aeropuerto internacional de Managua, Augusto C. Sandino, está limitado en su capacidad de renovación, y ya no cumple con los requisitos necesarios para su expansión.
Proyectos populistas frenan expansión del aeropuerto de Managua
Según la fuente de la EAAI, si bien es cierto que el actual aeropuerto no puede extenderse donde está ubicado actualmente, esto no ocurre por un problema reciente, sino por la cantidad de terrenos que el régimen orteguista destinó para la construcción de residenciales en los alrededores de los terrenos del aeropuerto.
“Dejaron que se poblara todo alrededor. Zonas que estaban deshabitadas no hace mucho, estamos hablando de menos de diez años. Promovieron que la población se asentara ahí a los alrededores. Entonces eso trastoca, digamos, la proyección futura y por eso hablan de la necesidad de una pista más grande que con las dimensiones actuales no pueden conseguirse”, refirió la fuente.
Sobre la demanda de necesitar un espacio más grande para recibir aviones tipo Airbus A380 y Boeing 747 y 748, la fuente señaló que es un poco extraño que se esté pensando en esto, cuando son aviones que a Latinoamérica solo llegan a Panamá, a la Ciudad de México y Argentina y contadas veces al mes.
“Hasta ahora no tenemos esa demanda para recibir este tipo de aviones. A menos que estén pensando en acaparar todo el turismo chino. Aunque los chinos muchos viajan a Perú y ese país no tiene un aeropuerto del tipo que quieren construir aquí”, indicó la fuente.
La experta en políticas públicas y desarrollo consultada por DIVERGENTES señaló que los cuestionamientos realizados a la mega obra no son un ataque político, sino una crítica a los flojos argumentos usados por el régimen para tomar la decisión de construir un mega aeropuerto que si bien traería una gran ventaja, si no se administra adecuadamente por una falta de planificación, estaríamos a las puertas de un súper elefante blanco.
“Ante la falta de información, se hacen conjeturas. Si estuviera más claro el proyecto, quizá cuestionaríamos otras cosas o tal vez nada, pero es que en principio, no existe una justificación sólida para esta obra. A todas luces, estamos haciendo algo demasiado grande para nuestras necesidades”, finalizó.