¿Qué “límites” puede poner la Asamblea General de la OEA a la dictadura Ortega-Murillo?

El próximo 21 de junio dará inicio el quincuagésimo tercer período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. Algunos Estados miembros solicitaron incluir la situación de Nicaragua en la agenda y opositores nicaragüenses han hecho el llamado de que se “analice cómo poner límites” al régimen. Sin embargo, ¿qué puede hacer el organismo? El equipo de DiverCheck te explica


La próxima Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) se llevará a cabo del 21 al 23 de junio de 2023 en la sede central en Washington, D.C. El 4 de mayo la Misión Permanente de Canadá ante la OEA, en conjunto con las representaciones de Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica y Estados Unidos, solicitaron incluir “la situación en Nicaragua” en el proyecto de agenda del quincuagésimo tercer período ordinario de sesiones de la Asamblea General del organismo.

Opositores nicaragüenses como la socióloga Haydée Castillo han hecho un llamado para que la OEA “analice cómo poner límites” al régimen. Sin embargo, especialistas tienen varios puntos de vista al respecto. 

“Los recursos de carácter jurídico tienen también límite” 

¿Qué “límites” puede poner la Asamblea General de la OEA a la dictadura Ortega-Murillo?
Vista de los carteles de países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente en la sede del organismo en Washington (EE. UU). EFE/Lenin Nolly

El politólogo y especialista en relaciones internacionales Pedro Fonseca señala que el Sistema Interamericano como tal tiene una serie de mecanismos que implican la participación política de los Estados miembros y la aplicación de una serie de recursos jurídicos internacionales que podrían hacer frente a la crisis que ahora mismo enfrenta Nicaragua particularmente a la avanzada represiva del Gobierno. 

“No obstante, hay que tener en cuenta que estos recursos de carácter jurídico tienen también un límite, es decir, llegan hasta un punto y hay un punto en el que claramente implica una serie de medidas de carácter fuera del marco de la diplomacia que no le compete particularmente a la OEA como tal”, menciona Fonseca. 

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El politólogo considera que en el marco de la Asamblea General ciertamente se podrían llevar a cabo una serie de medidas como una vuelta al llamado de condena por parte de los Estados de manera consensuada a nivel del Sistema Interamericano. Una situación que hasta ahora no se ha desarrollado totalmente, pero podría caber la esperanza de que una medida de este tipo pudiera desarrollarse teniendo en cuenta que los límites de lo conocido ha sido trascendido por el régimen de Ortega y Murillo.

De igual manera, especialmente teniendo en cuenta lo acontecido en materia represiva en lo que va del año, podrían también proponer otras series de medidas que para el caso de Nicaragua tampoco se han desarrollado. Algunas herramientas son una convocatoria de reunión de consulta de ministros que podría ser fundamental para procurar una avanzada multilateral en oposición a la dictadura y, por supuesto, para continuar “el llamado ferviente a los paquetes de sanciones económicas internacionales”.

“También no solo limitarnos a las instituciones financieras internacionales sino hacer un llamado de atención a los Estados miembros mismos que tienen relaciones comerciales directas con Nicaragua, con el régimen Ortega-Murillo, y de igual forma con socios privados que mantienen relaciones comerciales financieras con el régimen”, planteó Fonseca. 

“La OEA de ahora no es la misma de hace cinco años”

¿Qué “límites” puede poner la Asamblea General de la OEA a la dictadura Ortega-Murillo?
Fotografía general de la tercera sesión de la 52 Asamblea General de la OEA, en Lima (Perú). EFE/Paolo Aguilar

Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante el Consejo Permanente de la OEA, recalca que “la OEA de ahora no es la misma de hace cinco años”. “La actual está en una batalla por su propia sobrevivencia y relevancia como organización. Las economías más grandes de Latinoamérica, los países más poderosos de América Latina como México, Brasil, Argentina, Colombia, sobre todo Brasil, México y Argentina, rechazan a la OEA, no apoyan a la OEA, no creen en la OEA y están dentro de la OEA prácticamente a regañadientes”, dice el exdiplomático. 

McFields menciona que tanto los presidentes de México y Brasil han tenido la oportunidad de visitar Washington. Sin embargo los funcionarios no han pasado dando el saludo protocolario en la OEA siquiera. “Luego Petro, es el primero de estos presidentes de izquierda que va a la OEA y cuando va lo primero que dice es: ‘Hay que reformarla’, eso te indica más o menos la visión que ellos tienen de la Organización de Estados Americanos y estos son los países líderes en la región en cuanto a que son mayoría”, sostiene. 

“Hay un lema de la OEA que es: ‘La OEA es lo que los Estados quieren que sea’ y los Estados mayoritarios de la OEA no apoyan los principios y valores de la OEA de democracia, de derechos humanos, no hay un compromiso firme porque ellos siempre ven a la OEA como un ‘ministerio de colonias’”, continúa McFields. 

El exembajador destaca que lo que se espera de la Asamblea General “es una resolución bastante descafeinada pero simbólica, en la que van a condenar nuevamente los abusos de Ortega y hasta ahí nomás”. “¿Eso es bueno o malo? Yo siempre considero que es bueno, porque significa que el tema de Nicaragua es importante, los abusos de Ortega están en el radar. Ortega sigue siendo visto como un paria, pero de ahí no pasan a más, no lo hicieron en el pasado y mucho menos que lo hagan ahora. Es lo que yo visiono que no va haber mayor cosa en la agenda”, lamenta.

Tanto Fonseca y McFields coinciden que a pesar de que no han surgido expectativas esperadas es muy importante que los más de 30 cancilleres estén reunidos en Washington y aborden el tema de Nicaragua por cualquier razón que sea. 

“El hecho de que eso esté a ese nivel, aquí en Washington, en esa Asamblea, eso sigue siendo importante, no deja de ser importante, aparte de eso que van haber otros espacios de Sociedad Civil, de organismos de derechos humanos, que van a estar abordando paralelamente el tema de Nicaragua, no es todo lo que quisiéramos, pero se sigue haciendo la lucha cívica, la lucha cívica así es, no podés lograr todo lo que querés pero seguís en la lucha”, finaliza McFields. 

Por su parte Fonseca señala que “la próxima Asamblea General podría ser una oportunidad fundamental para los distintos órganos de la oposición nicaragüense en el exilio para hacer una propuesta y de representación que haga ver que en Nicaragua hay entidades organizadas y organizaciones proactivas”.

El retiro de Nicaragua del organismo internacional se hará oficial en noviembre de 2023, una vez que se cumplan los dos años desde el anuncio de su decisión.