El régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo exhibió de nuevo su tradicional cinismo político al emitir un comunicado sobre el fallecimiento de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, a cuyos hijos la dictadura encarceló, desterró y desnacionalizó.
En el mensaje, divulgado por los medios de propaganda de la dictadura, los ahora copresidentes aseguran que luego del triunfo electoral de Barrios de Chamorro en 1990, se dispusieron a trabajar por la estabilidad de Nicaragua.
“Al reconocer su Gobierno nos dispusimos a trabajar todos por la estabilidad y la seguridad de la vida de las familias nicaragüenses. Que descanse en paz, doña Violeta, y que la paz que resguardamos y defendemos todos, continúe brillando hermosa en nuestro cielo, para avanzar hacia la liberación de la pobreza”, señala el comunicado.
Luego de la derrota electoral, el Frente Sandinista como partido político de oposición, desencadenó una serie de violentas protestas callejeras para desestabilizar el Gobierno de Chamorro y posteriormente, la forzaron a firmar los denominados Acuerdos de Concertación, que entre muchas otras injusticias, dejó en la impunidad el saqueo conocido como “La Piñata”, de cuales se lucraron las principales figuras del sandinismo, como los mismos Ortega y Murillo.
Los costos de la indemnizaciones para resarcir el desastre derivado de La Piñata, fueron cubiertos por el Presupuesto General de la República por medio de unos instrumentos denominados Bonos por Indemnización. Se estima que La Piñata les costó a los contribuyentes nicaragüenses más de 2000 millones de dólares.
Un reportaje de la Revista Magazine de La Prensa, reporta que se calcula entre 500 y 600 líderes políticos sandinistas y oficiales militares reclamaron los títulos de lujosas residencias, casas de veraneo y vehículos de todo tipo. Transfirieron empresas, fincas, haciendas de ganado, fincas arroceras y de café.
Aporte para la revolución sandinista
“Al conocerse la noticia del fallecimiento en Costa Rica de la expresidenta de Nicaragua, Doña Violeta Barrios de Chamorro, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, reafirma que su figura representó un aporte para la necesaria paz en nuestro país. Primero, al triunfo de la revolución, en la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y luego a partir de 1990″, señala el comunicado.
“La expresidenta Chamorro, postulada para unas elecciones cuyos resultados reflejaron el infinito cansancio y sufrimiento de la guerra impuesta a Nicaragua por los Imperialistas de la Tierra, representó la posibilidad de ratificar la conclusión de esa guerra injusta y sangrienta”, añade el comunicado firmado por Ortega y Murillo.
Barrios de Chamorro falleció la madrugada de este 14 de junio a los 95 años de edad, después de una larga enfermedad que la mantuvo en cama. La exjefa de Estado murió en San José, Costa Rica, lejos de su patria, forzada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes para evitar pagar costos políticos ante la frágil condición de salud de la expresidenta, permitió que sus hijos —todos en el exilio y perseguidos por el régimen— la trasladaran a San José en octubre de 2023.