Diana Díaz fue elegida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para conformar las Juntas Receptoras de Votos (JRV) en el centro de votación Colegio Cristóbal Colón, en San Salvador, para las elecciones presidenciales y legislativas realizadas el domingo 4 de febrero.
Esta no ha sido la primera vez que Diana participa en los comicios bajo el mismo cargo. Desde 2018 lo ha hecho y ha visto como el conteo de votos ha cambiado con el paso del tiempo. “En esos tiempos siempre nos enfrentamos a eventualidades. Tampoco era perfecto, pero nada se compara a este año”, contó Diana a DIVERGENTES.
Minutos después de las 5:00 de la tarde, cuando cerraron los centros de votación, todo parecía marchar bien. Incluso, el TSE dijo que en su portal web se divulgará el procesamiento de resultados preliminares. Sin embargo, la página dejó de actualizarse a las 10:01 p.m. con 2697 actas procesadas y más de 1.5 millones de votos, principalmente para el partido político Nuevas Ideas, de Nayib Bukele.
Los problemas comenzaron. El Tribunal no había capacitado a las personas de la JRV ante una posible falla del sistema, ya que al momento de introducir las actas procesadas al sistema del TSE, los votos se duplicaron. “Después de eso, el sistema dejó de funcionar. Se fue el Internet. Después, la computadora cerró sesión y no teníamos la contraseña y teníamos que esperar horas”, relató Diana.
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A las 2:00 de la madrugada, el Tribunal ordenó que debían contar los votos de forma manual, pero luego cambió de opinión e informaron que ya no sería de esa manera, que debían continuar como los habían preparado. “Nosotros en mi mesa queríamos que las cosas se hicieran bien. Queríamos intentar de todo pero no se podía y justo cuando dicen eso, que volvieramos como antes, la impresora dejó de funcionar”, agregó.
Fue alrededor de las 4:00 de la madrugada cuando el TSE ordenó que volvieran a introducir las papeletas y actas en las cajas y las entregaran a un delegado. “Nosotros estábamos entre enojados y con ganas de llorar. Con miedo porque no podíamos salir del centro de votación, porque si lo hacíamos nos amenazaron que nos iban a procesar en la Fiscalía”.
Diana finalizó diciendo: “Lo más crítico, en serio, era no saber qué hacer. Por más que sabemos cuál es el proceso, nadie nos daba otra solución, porque estábamos dispuestos a hacerlo con tal de que las cosas se hicieran bien”.
El “Plan B” del TSE
Estos retrasos obligaron al TSE a tomar la decisión de que las actas que no fueron transmitidas, serán contadas voto por voto, para la elección de diputados. Durante los conteos estará presente la Fiscalía General de la República (FGR), Procuraduría General de la República (PGR), Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y representantes de los partidos políticos, Junta de Vigilancia Electoral (JVE) y observadores electorales.
“Para que ante la presencia de todas las instancias a las que me refería antes se realice el escrutinio junta por junta y papeleta por papeleta”, dijo Dora Esmeralda Martínez, presidenta del TSE, durante la conferencia de prensa.
La tarde del lunes 5 de febrero, los candidatos de oposición realizaron una conferencia de prensa en un hotel capitalino para informar que pidieron al TSE un informe sobre la cadena de custodia de las urnas electorales, tras el cierre de los centros de votación al finalizar la jornada electoral del domingo en El Salvador.
La diputada Claudia Ortiz, y candidata a diputada por el partido Vamos, le pidió a la población salvadoreña ser vigilantes de este proceso electoral que se ha realizado con muchos altibajos.
“También estamos aquí por la voluntad que se ha dejado en esas urnas, estamos representando a un número importante de la población”, y exigió que “el Tribunal active custodia reforzada y transparencia con un mayor nivel de publicidad el traslado, el resguardo de las cajas o urnas que contienen las papeletas de votación”.
La jornada electoral del domingo culminó con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, autoproclamándose ganador de los comicios con más de un 85% de los votos, sin siquiera esperar los resultados oficiales del TSE.
Y es que según su recuento interno a falta de los datos oficiales, Bukele aseguró que lograron “la presidencia de la República” por más del 85% de los votos, y un drástico control de la Asamblea con 58 de los 60 diputados “como mínimo”, aunque, anotó, “es posible que sean más”. Esta situación convierte a El Salvador en un país de “partido único en un sistema democrático”, con una oposición “pulverizada”, sentenció el mandatario salvadoreño.