Aunque el país hoy es diferente al de hace seis años, el resultado electoral del domingo definirá qué tanto ha afectado este fenómeno al respaldo al chavismo que, tras veinticinco años en el poder se enfrenta en las urnas a una oposición mayoritaria, un escenario muy diferente del de 2018, cuando las fuerzas antichavistas optaron por abstenerse por considerar que los comicios eran fraudulentos, como apuntó buena parte de la comunidad internacional.
Estos son los principales cambios experimentados durante el último sexenio:
La opción
En 2018, Maduro consiguió su segundo mandato sin necesidad de enfrentarse a un contendiente fuerte, luego de que los principales líderes opositores fueran inhabilitados, exiliados o judicializados. Esto, además, tras un 2017 lleno de protestas antigubernamentales que fatigaron el ímpetu de la coalición antichavista y de sus simpatizantes, frustrados ante la continuidad del presidente.
Ahora la llamada Plataforma Unitaria Democrática (PUD) se reordenó en torno a la figura del candidato Edmundo González Urrutia, un diplomático que era prácticamente desconocido en el país hace cien días y que hoy es el favorito para triunfar, según las encuestadoras tradicionales.
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La economía
En 2018, Venezuela cerró el año con un 130.060 % de inflación, así como una escasez generalizada de medicinas y alimentos, lo que provocó protestas gremiales constantes en todo el país, a pesar de un paquete de medidas aprobado por Maduro, llamado ‘Plan de Recuperación Económica’.
Actualmente, los alimentos y las medicinas se consiguen en los anaqueles de los mercados y farmacias, se usa de manera extendida el dólar y la inflación se ha desacelerado, cerrando junio con un 1 %, en virtud de una política de estabilización del precio de la divisa que, sin embargo, sacrifica salarios y créditos bancarios.
La migración
En 2018, la crisis económica obligó a tres millones de venezolanos -según cifras de la Organización de Naciones Unidas- a buscar su futuro en otros países, una situación que entonces era desestimada por el Gobierno, que inicialmente negó la migración masiva y posteriormente habilitó aviones para que regresaran los que así lo desearan.
Hasta la fecha han salido del país cerca de 7,7 millones de venezolanos, según datos condensados por la ONU, mientras que el Ejecutivo chavista rebaja el dato del éxodo a 2 millones de personas, de las cuales -asegura el Gobierno- la mitad ya ha vuelto al país caribeño.
Los votantes
En 2018, 20,5 millones de venezolanos tuvieron la oportunidad de votar, pero menos de la mitad acudió a las urnas, debido, entre otras cosas, al llamado abstencionista de la oposición mayoritaria. Así, Maduro fue proclamado ganador con toda comodidad con 6,2 millones de votos.
Para el próximo domingo, 21,6 millones de venezolanos están llamados a votar y solo 69.211 podrán hacerlo en el exterior, lo que deja a una cantidad ingente de electores -según las estimaciones de la migración- sin la posibilidad de ejercer su derecho, pese a los miles de denuncias de afectados para actualizar sus datos ante embajadas y consulados en varios países, una labor que ha resultado infructuosa.
Los testigos
En 2018, la reelección de Maduro fue cuestionada por decenas de países, pero se concretó prácticamente sin vigilancia ciudadana, pues el antichavismo no desplegó testigos en los centros de votación, de modo que el resultado anunciado era difícil de objetar para sus adversarios, que calificaron los comicios de antidemocráticos por impedir la libre elección de sus candidatos.
Ahora en 2024, la candidatura de la PUD cuenta con 600.000 voluntarios que “defenderán el voto” en cada mesa electoral. Luego del veto a la observación de una misión de la Unión Europea, el peso de la vigilancia del proceso ha recaído sobre estos ciudadanos que, en palabras de la oposición, serán los primeros en reportar su triunfo en los comicios.
Sin embargo, el resultado oficial será anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por funcionarios chavistas.
Antichavistas denuncian “trabas” en la acreditación de testigos
Tres opositores de la mayor coalición antichavista, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), denunciaron este martes “trabas” en el sistema del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela para la acreditación masiva de los testigos, quienes vigilarán el voto en los comicios presidenciales del próximo domingo.
A través de un video compartido en X, la exdiputada Delsa Solórzano dijo que el CNE ha implementado “distintos mecanismos” en el sistema automatizado para ralentizar la acreditación del 100 % de los testigos.
“No se ha podido avanzar en la acreditación masiva de testigos debido a un sistema que, pareciera, está diseñado para ralentizar el proceso”, manifestó Solórzano en compañía de los antichavistas Juan Carlos Caldera, dirigente del partido Primero Justicia, y Perkins Rocha, asesor de campaña de la PUD.
Solórzano explicó que “acreditar uno por uno a los testigos” de la PUD, conforme al enorme volumen, “es prácticamente imposible”, por lo que pidió al CNE que “resuelva el problema técnico”.
Por su parte, Caldera denunció que hay “testigos que ya están cargados y han sido aprobados”, pero cuando se va a verificar el sistema dice que “no existe ese testigo”.
“Nuestro llamado (…) es a que se subsane, de manera inmediata, esta situación que hay alrededor del sistema de acreditación de testigos”, pidió Caldera.
En la misma línea, Rocha pidió al ente electoral que resuelva el problema “urgentemente”, ya que “los testigos son los ojos técnicos, los ojos cualificados que tienen los ciudadanos”.
“Estas trabas (…) de la ingeniería electoral no pueden, en este momento, soportarse y no son propias de lo que se ha dicho (…) es el mejor sistema electoral del mundo. Creemos que es un inconveniente que para todos es necesario solucionar urgentemente. (…) Sin testigos no hay, en definitiva, un procedimiento electoral transparente”, expresó el asesor de la PUD.
Los opositores informaron que han notificado por escrito al CNE sobre el problema de la acreditación de testigos, pero no han recibido respuesta.
“Nosotros comenzamos a llevar comunicaciones al CNE el pasado jueves. A esta hora del día martes todas las comunicaciones (…) siguen en la taquilla esperando (…) el sello de recibido, porque señalan en correspondencia que no tienen autorización para recibir nuestras comunicaciones”, dijo Solórzano.
Rocha pidió que el problema “sea resuelto el día de hoy”, ya que quedan cinco días para los comicios presidenciales, en los que participarán 10 candidatos, entre ellos el abanderado de la PUD, Edmundo González Urrutia, quien lidera las encuestas tradicionales, y el presidente Nicolás Maduro, que busca su reelección.